‘Jane The Virgin’ 1x20 Review: cuatro combates y una dimisión

Por Betty M. MartínezBetty M. Martínez

Cuando me siento a escribir las reviews de ‘Jane The Virgin’ siempre me enfrento a la misma duda ¿Por dónde empiezo? Pero esta semana no he tenido ese problema. Esta vez tengo muy claro que mis primeras palabras tienen que ser para Jaime Camil. Quizá sea un poco pesada, y pido perdón a quien se lo parezca, pero creo que es de biennacidos ser agradecidos y yo tengo que agradecerle a Jaime Camil que, una vez más, haya tenido el detalle de dedicarnos unas palabras a Vertele y a mí a través de twitter. Lo dije y lo mantengo, además de un gran actor que nos regala grandes momentos cada semana, es todo un señor. Así que #GraciasJaimeCamil

Y dicho esto, vamos allá con lo que ha pasado esta semana en el hotel Marbella que, francamente, ha sido mucho.

¡¡CUIDADO SPOILERS!!

El regreso de la hermana pródiga

Hay que empezar por algún sitio y yo voy a empezar por quien considero uno de los personajes básicos de la serie: Luisa. Si recordáis, se había ido, presuntamente con Rose – Sin Rostro, dejando sus acciones en el hotel en manos de Petra. Pues bien, siguiendo esta costumbre de que los personajes aparezcan y desaparezcan a su antojo, Luisa ha vuelto y lo ha hecho bastante tranquila y con ganas de retomar el control de su vida y del hotel, lo que claro ha puesto más que nerviosos a Petra y Rafael, a quienes no se les ocurre una mejor idea que intentar sobornarla con un libro de autoayuda (su ex cuñada) y unos bombones (su hermano). Si yo fuera Luisa, lo tendría claro. Donde esté el chocolate que se quite la literatura y, además, la familia es la familia. Pero ya sabemos que Luisa va por libre y ha propuesto una tercera vía, de la que hablaré más tarde.

Antes me gustaría detenerme en una escena que ha sido poco frecuente en la serie. Siempre he sido bastante crítica con Rafael, pero en este capítulo me ha conquistado. No porque haya conseguido el nivel óptimo de cafeína, sino porque se ha quitado el disfraz de niño bien malcriado para mostrarse como un hombre sensible, lastimado, perdido. Su conversación con Luisa ha sido casi tan entrañable como las charlas de las mujeres Villanueva y a mí personalmente me ha ayudado a entender un poco más a este personaje y a desear que le haga caso a su hermana y tenga claro que Jane y su bebé son mucho más importantes que la contabilidad de cualquier hotel, por muy legado familiar que sea.

Y ahora sí. Vamos con la idea de Luisa para reflotar el hotel Marbella: un combate de lucha libre. Sí, habéis leído bien. Luisa propone que el hotel organice una noche de lucha profesional femenina. Pero no es que su estancia con el chamán peruano la haya ayudado a ver la luz. No. Es que en esa “terapia” encontró un nuevo amor (al final parece que no se fue con la malvada madrastra), Jaicy, que es luchadora profesional.

Ni Rafael ni Petra creyeron que fuese una buena idea, pero ninguno de los dos tuvo el suficiente valor para decírselo así que tuvimos un combate entre la mencionada Jaicy y su principal rival, Candy. La sala se llenó, pero lo cierto es que los combates más interesantes no tuvieron lugar en ese ring.

Rafael versus Michael

Ya lo dije. El hecho de que Alba recordara que Magda la tiró por las escaleras iba a ser una buena ocasión para que Michael ganase unos puntos extra a ojos de Jane, algo que le vendrá muy bien ahora que Rafael está en el banquillo.

Y el policía cumplió las expectativas. Ha removido cielo y tierra para comprobar que Alba decía la verdad, aunque contó con la ayuda de Jane. Que buen ojo tiene nuestra protagonista. ¿Cómo consiguió ver a Iván en la foto de la habitación de Petra? Si apenas era una sombra. Lástima que al final no sirviera para nada. Momento boca abierta. Iván ha vuelto y ahora resulta que es ¿fontanero? Ya sé de dónde le viene a Petra esa habilidad para caer de pie. Es herencia materna. Con todas las pruebas en contra y consiguen que el rehén al que casi matan con las cenizas de Román, perdón Aarón (lo siento, con los gemelos ando un poco perdida) sea su mejor coartada. Milos no aparece en pantalla, pero nos está dando muchos disgustos.

Por cierto, se confirma que Magda da mucho mejor el perfil de villana que Petra. Con qué frialdad le recuerda a Jane que Alba es una indocumentada y que esa información seguro que le interesaría mucho a inmigración. Menos mal que Magda vuelve a marcharse porque, de lo contrario, Jane podría estar en grave peligro.

En fin, que Michael no consiguió brillar todo lo que le gustaría a ojos de Jane, pero sí logró un acercamiento que, vista la mirada que le lanzó Rafael, le da muchas esperanzas.

En resumen, round uno para Michael con Rafael contra las cuerdas.

Jane versus Petra

Pero, claro, el empujón de Magda a Alba tenía que tener consecuencias en la relación Jane – Petra y vaya si las tuvo. Ha sido el mejor combate de todos los de esa noche en el Marbella. Otra escena para ser guardada como momento inolvidable. Desde Jane a lo Matrix al momento KO de Petra gracias a la barriga de nuestra protagonista. Jane debería haberlo probado como método para girar al bebé. Espectacular.

Llevábamos unas semanas comentando la posibilidad de que Petra intentase regresar con Rafael y en este episodio hemos comprobado que no andábamos desencaminados. Quiere recuperar a su ex y parece decidida a todo. Y lo peor es que es muy, pero que muy lista y ha optado por una buena estrategia: la de la comprensión. Vamos, algo así como “sé que esto es importante para ti y voy a ayudarte en todo lo que pueda para que salga bien”. Esperemos que Rafael esté alerta y no se deje enredar por ella.

En este combate, round uno para Petra con Jane a punto de arrojar la toalla.

Rogelio versus Xiomara

Otra pareja que no está en su mejor momento es la de Rogelio y Xiomara. Él no consigue perdonarle su beso con Marco y aunque nos parecía un tanto exagerada su reacción, hemos conseguido entenderlo. No es una de las “manías” de estrella de Rogelio de la Vega, es que su primera mujer lo engañó con otro y salió en las portadas de las revistas. Eso es una humillación y lo demás son tonterías.

Así que nuestra segunda pareja favorita es ya ex – pareja, pero confiemos en que logren superar esta crisis, al igual que el gran Rogelio de la Vega ha conseguido recuperar la posición que le corresponde en el star system de las telenovelas. Casi se me cae el café cuando vi que Dina (¿la recordáis? Era la guionista que lo despidió como Santos) aparecía (otra que va y viene sin avisar) con la cabeza gacha y una bandeja de muffins para pedirle, por favor, que regresase a ser Santos porque la audiencia había caído en picado. A ver, Dina, primero de telenovelas. El galán nunca muere y en el raro caso de que eso suceda tiene que ser en el último momento, pero jamás de los jamases se sustituye por otro (salvo causas de fuerza mayor se entiende). Y mucho menos se cambia por un recién llegado al que solo conocen en su casa.

En este caso creo que podríamos declarar el combate De la Vega - Villanueva en tablas.

Abro paréntesis. ‘Pasión intergaláctica’ ha perdido a su cabeza (genial la escena) y con ella todo el interés que tenía para nosotros esta telenovela. Yo personalmente me paso a ‘Amor rehabilitado’. El momento confesionario en el que Alba confiesa su pecado de haber invitado a salir a un sacerdote a a ese mismo sacerdote me ha conquistado. En cada capítulo se confirma el maravilloso trabajo de Ivonne Coll. Cierro paréntesis.

Jane versus Rafael

He dejado para el final el combate que más me ha dolido. Ha sido el menos cruento, en el sentido de que no ha habido grandes discusiones, pero desde luego es el más dramático. Durante todo el episodio Jane y Rafael han intentado llevar su nueva situación de la forma más civilizada posible. Rafael la acompañó al médico, se interesó por si el bebé cambiaba de posición, le pidió a Petra que echara a Magda del hotel, pero la fastidió al desconfiar de los recuerdos de Alba. No creo que lo hiciera con mala intención, pero a estas alturas ya debería saber que con Jane lo mejor es pensar antes de hablar. Y seguro que no pensó que la reacción de Jane iba a ser la que fue. Dimito, dijo. Y él y nosotros nos quedamos con la boca abierta.

Jane podrá perdonar muchas cosas, pero que con su Abuela no se metan, porque saca las uñas y creo que las va a sacar para arañar a Rafael, pero, claro, eso será en el próximo episodio porque a los guionistas les encanta dejarnos durante una semana pensando en cómo va a acabar el combate de los combates.

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