Jane The Virgin 4x03-04 Review: La familia crece

Jane The Virgin 4x03-04 Review: La familia crece

Por Betty M. Martínez

Con Jane The Virgin es absolutamente imposible aburrirse y estas dos semanas ese principio se ha cumplido a rajatabla. No nos han regalado ni un minuto de sosiego entre los que llegan, los que regresan, los que dudan entre irse o quedarse… En resumen, todo un vaivén de movimientos que nos han dejado claro una idea principal. La familia Villanueva crece y crece y crece. ¿Lo vemos?

¡¡CUIDADO SPOILERS!!

De la Vega Factor, Baby

Tardamos en enterarnos de que venía en camino el bebé De la Vega Factor y el anuncio de su llegada no nos alegró demasiado porque no fue el momento más oportuno para conocerse una noticia así (recordemos: preboda Xiomara – Rogelio). Después, nos fuimos acostumbrando a la idea (nosotros y su familia) aunque ha habido momentos de bastante tensión. Pero, seamos claros, todo eso se nos olvidó cuando le vimos la carita a la criatura. Es un auténtico angelito.

Eso sí, en estas dos semanas ya ha provocado más de un dolor de cabeza (a nosotros y a su familia). Comencemos por el principio. El parto. Bueno, mejor dicho, el pre-parto. Darci quería dar a luz en una piscina en su casa con una doula. Opción totalmente respetable por mucho que Rogelio no estuviera de acuerdo, pero, como bien dijo Xiomara, la decisión era de ella y así se hizo.

No voy a dar detalles sobre el momento en sí porque pertenece a la intimidad de los implicados (aunque aquello parecía una feria con la cantidad de gente que había) y, sobre todo, porque voy a ser muy respetuosa con los spoilers porque fue realmente divertido.

He de decir, antes de que se me olvide, que me alegro mucho del regreso Keller Wortham. Esteban no me simpatiza demasiado, pero reconozco que es el personaje que mejor le da la réplica a Rogelio. Un gran galán necesita un rival de su nivel y Esteban lo es. Y, además, en esta segunda etapa en Jane The Virgin está teniendo bastante más peso. Las secuencias que comparte con Jaime Camil son impagables y si en medio está Justina Machado tenemos el momento perfecto.

Por cierto, señores guionistas, ustedes no conocen límites. Ahora resulta que Esteban, que, recordemos, tuvo su “algo” con Xiomara, va a ser el padrastro de la hija de Rogelio. Para que luego digan que Jane The Virgin no es una telenovela. Y, como es una telenovela, tranquilo Rogelio, por mucho que otros intenten evitarlo, tú siempre serás el protagonista.

En fin, con el bebé ya en casa había que tomar una decisión importante. El nombre de la criatura. Lo de “la niña” o “el bebé” ya empezaba a cansar. Y aquí tendríamos tema para un review en exclusiva. Todavía estoy dando gracias de que Rogelio comprendiese que llamarle Rogeliana era una pésima idea. No voy a decir el nombre de la bebé y me voy a ahorrar la retahíla de propuestas planteadas, pero sí voy a decir que ha sido el mejor homenaje posible a un gran personaje. Rogelio puede ser el más excéntrico, peculiar, simpático, pero hay momentos en los que también es el más tierno. ¿O acaso soy la única que se ha emocionado con la elección del nombre de su hija pequeña?

El pánico de la responsabilidad

Mientras que todos babeábamos con la llegada de la bebé De la Vega Factor, Adam dudaba sobre si integrarse o no en la familia Villanueva. Hay que comprenderlo. Una cosa es que le guste Jane (que le gusta y mucho) y otra que sea capaz de lidiar con Mateo y, por ende, con Rafael. El primer encuentro con el niño fue bastante accidentado y con el padre fue más que tenso.

Y Jane, aún puedes dar gracias de que esas primeras impresiones pudieran ser rectificadas después. Mateo y Adam han conseguido encajar a su manera y Rafael ha rebajado bastante su punto quisquilloso. Y también tienes que entender que a Adam le entrase el pánico. Si él mismo lo dijo. Es aún un niño grande y no tiene muy claro cómo lidiar con un niño pequeño. Y menos aún si Mateo lo sienta en el banco de las conversaciones importantes y le dice lo que le dijo. Adam entró en pánico. Otro hubiera salido corriendo sin mirar atrás.

Cuando Adam apareció dije que lo iba a poner en cuarentena y hoy creo que puede ser una opción de futuro para Jane. Es cierto que no va a ser fácil, pero nadie dijo que fuera a serlo. Y, además, a los espectadores nos encanta que se compliquen un poco las cosas. ¿Qué iba a comentar yo si todo fuera un lecho de rosas? Alguna espina de vez en cuando no viene mal.

¿De galán a villano?

Y hablando de espinas, el que ha estado en modo puerco espín ha sido Rafael. Reconozco que ha habido momentos en que pensé que tendría que cambiar su calificación de galán descafeinado por la de villano. Rafael nunca ha sido un angelito. Ni siquiera en su etapa zen consiguió esquivar su tendencia natural a coquetear con el lado oscuro, pero en estos dos capítulos ha superado todos sus límites.

Todos entendemos que quiera recuperar el hotel. Todos entendemos que quiera recuperar su dinero y su estatus social. Todos entendemos que esté dolido con Petra por haberle dado la patada. Todos entendemos que Katherin era una gran oportunidad para conseguir su objetivo. Pero nada de eso justifica su comportamiento. No todo vale, Rafael, y menos si ese todo incluye la forma en que has tratado a Jane.

Es cierto que ella tiene una tendencia natural a inmiscuirse en todo cuanto le rodea, pero, aun así, no debiste hablarle como lo hiciste. Si Jane te dijo lo que te dijo fue porque le preocupas, porque te quiere (que conste que lo dijo ella, no yo). Lo siento, siempre he sido muy TeamRafael, pero esta semana me has decepcionado. Solo espero que no sea tarde para dar un paso atrás y reorganizar tus prioridades.

Y una cosa más. Quién nos iba a decir a nosotros que Jane y Petra iban a llegar “casi” a las manos por culpa de Rafael justo cuando ninguna de las dos tiene (ni quiere) un relación con él. Si es que en Jane The Virgin nunca puedes dar nada por supuesto porque todo cambia en cuestión de minutos.

La nueva Xiomara

Y para cambio el de Xiomara. Hasta ahora la piedra angular de la familia Villanueva era Alba, que sigue siendo un pozo de sabiduría (me niego a llamarle búho o lechuza, que yo no tengo la gracia de Rogelio), pero le ha salido competencia. Xiomara se está revelando como una digna heredera.

Estas semanas Xiomara tuvo dos tareas fundamentales. Por un lado, intentar hacerle entender a Jane que no debía meterse en la vida de Rafael y menos si eso podía costarle conocer a un reconocido agente literario. Por otro lado, ha tenido que lidiar con la nueva paternidad de Rogelio y aquí sí que lo ha tenido complicado.

Xiomara ha tenido que ser casi un ansiolítico en los momentos previos al natalicio porque Rogelio estaba literalmente al borde del colapso. A pesar de su buena voluntad y fantásticos consejos en el pre-parto y el parto, he de reconocer que me tenía un tanto preocupada su actitud en el post-parto. Parecía como si no quisiera ni ver a la niña y la verdad es que me dio un poco de miedo ese rechazo. Hasta Rogelio estaba preocupado. Menos mal que todo tenía una explicación porque lo que menos necesitamos ahora es una crisis entre el matrimonio De La Vega Villanueva. Las espinas no vienen mal, pero en las dosis justas, por favor.

Para terminar debería hablar de las villanas oficiales de la serie, es decir, Magda, Anezka, Luisa y Rose, pero me he quedado tan anonadada con las últimas novedades que necesito más información antes de poder reaccionar. Esperemos que en el próximo capítulo nos den algún detalle más que nos aclare qué le está pasando a Luisa porque me han dejado francamente preocupada. Con la de cosas que le han pasado en esta serie a Luisa, ¿de verdad es necesario lo que nos han insinuado?

Y, antes de que se me olvide, señores guionistas, productores o a quien corresponda. No me ha gustado nada de nada cómo ha terminado el capítulo de esta semana. Espero que no hayan querido ponernos la venda antes de la herida. Ya lo dije una vez y lo repito. Nuestra cuota de disgustos ya está copada. Y no digo más… Por ahora.

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