'El Ministerio del tiempo' 2x02 Review: la paradoja que nos volvió locos

Por Juan Carlos López SaezJuan Carlos López Saez

Con la cabeza echando humo todavía por la paradoja del final del episodio, 'El ministerio del tiempo' no deja de dejar constancia de que no se trata de un producto efímero, sino que consigue dejar un poso en el espectador para tenerlo atento a cualquier movimiento .

Y aunque en algunas entrevistas a Rodolfo Sancho se nombraba a 'Lost' como referencia (por lo enigmas que presenta), la gran diferencia es que mientras que en la serie de JJ Abrams se perdieron por cliffhangers constantes que no supieron cerrar (porque la mayoría carecían de sentido), en la serie de Javier Olivares esta todo tan bien calculado, se pasaron la noche disfrutando de las teorías de los seguidores y viendo el movimiento que consigue la serie tras su emisión. Pero por suerte, no tienen problema en resolver dudas al día siguiente, porque nada está ahí por el azar.

(¡Cuidado SPOILERS!)

Llega Pacino

Con Julián fuera del Ministerio tras su fuga a la guerra de Cuba de 1898 (seguid sus aventuras en el genial podcast de la web oficial), el equipo ha de seguir adelante sin él mientras Irene intenta descubrir el paradero del protagonista. Mientras, viajamos hasta el Madrid de 1981, donde un policía algo quinqui apodado Pacino (en honor al actor), sale a la caza de un asesino en un domicilio donde solamente se encuentran una madre soltera y su hijo en la calle Antonio Grilo, donde se llevan sucediendo desde hace mucho años (este dato es real, se han dado muchos asesinatos en esa calle, y el equipo de guionistas han tratado de darles explicación de forma magistral).

Hasta aquí todo normal, y vemos como la fotografía y el tono del episodio se dirige hacía el thriller. Ya en el domicilio, donde nuestro nuevo héroe llega a tiempo antes de que se cometa el asesinato, Pacino no consigue parar a Francisco Morán (el asesino) que le arrebata el arma y mata a la madre ante la mirada de su hijo. Sin tiempo a asimilarlo, el asesino se fuga a través del armario, y Pacino tras él.

Bienvenido al Ministerio

Resulta que ese armario es una puerta del tiempo, y Pacino termina en el Ministerio actual, descubriendo todo lo que sabemos por la ruta turística que le hace Salvador.

Es curioso que el equipo haya recreado los momentos del piloto donde Salvador explicaba a Julián en que consiste el Ministerio, pero a la vez, aprovechan para atar cabos sueltos que se reclamaban en las redes sociales como por ejemplo, el motivo por el que no se puede viajar al futuro.

Pacino narra que supo del asesino y del armario a raíz de su padre, que ya lo vio en el 46 y cometió el error de comentarlo a un compañero (que no tardó en contarlo a todo el que pudo), siendo tachado de loco, y produciendo que se suicidara por ser incapaz de soportar las burlas. Además, en ese mismo domicilio se han ido produciendo asesinatos similares a lo largo de más de 60 años, algo difícil de explicar porque el asesino es muy joven.

Gracias a las cámaras de seguridad que el Ministerio puso en la época, consiguen dar con el Morán y tenderle una trampa para que al igual que Pacino, acabe en el Ministerio pasando a través del armario.

Ajuste de Cuentas

Aunque parece que capturando a Morán se puede dar por resuelto el caso, el asesino hace una extraña petición a Pacino, que viaje al pasado y mate a su padre, un maníaco por el que él acabó cometiendo esos asesinatos. Y con esto volvemos a la cuestión de siempre, utilizar las puertas del tiempo para rehacer un caso en concreto.

Santiago le advierte que no se ha de cambiar ni un solo detalle de la historia, porque no se sabe en que repercutirá ese cambio, pero haciendo oídos sordos, Pacino utiliza sin permiso una puerta y deja pistas para que el equipo lo siga a otra.

Amelia y Alonso viajan a 1946 para detener a Pacino antes de que impida que su padre descubra el armario. Pero ni éste ni su padre aparecen y se ven cara a cara con Morán a punto de matar a una de sus víctimas. En la negociación para detenerlo, Alonso se ve forzado a deshacerse del arma, y Amelia acaba siendo la víctima retenida por Morán

En realidad, Pacino se fue al momento que lo inició todo, el momento en el que el padre del mismísimo Morán mató a su madre frente a él, trastocando su vida y dando como resultado el asesino que ha resultado ser.

Con la muerte de su padre, el Morán que retiene a Amelia desaparece, y el padre de Pacino no se suicidó, por lo que pudo acompañar a su hijo en su carrera de policía, cediéndole su arma al retirarse. Pacino tiene una nueva vida con la presencia de su progenitor.

La unión del equipo y el bando de Irene

A raíz de la desaparición de Julián, se produce un acercamiento entre Alonso y Amelia, confesando el primero su admiración por la barcelonesa, a la que vemos cada día más confiada. En una de las conversaciones, volvemos a ver la misteriosa fotografía donde Amelia y Julián posan con los que parecen sus hijos, una trama que estoy deseando ver como resuelven.

En una posición contraria se encuentra Irene, que busca recuperar la confianza del equipo y se encarga de dar con el paradero de Julián. Pero cuando lo descubre, se lo oculta a Santiago y le entrega la información al personaje de Mar Saura, que le promete que gracias a su labor tendrán el Ministerio que buscan tener.

Está Irene perjudicando al equipo? O van en contra de Santiago solamente?

La gran paradoja

Y ahora viene la polémica, y es que Pacino ha cambiado la historia salvando a las 11 víctimas de Morán, por lo que se desconocen la repercusión que ha tenido en los años posteriores más allá de que su padre no se suicidara. Pero misteriosamente, tenemos al mismo Pacino en el actual Ministerio, donde nada parece diferente.

La pregunta es. Por qué Pacino continúa en el Ministerio? Ya que sin los asesinatos, ni el ni su padre han podido descubrir la puerta del tiempo.

Pues el mismísimo Javier Olivares lo explica hoy en redes sociales:

1. Dejar claro que no me enfado porque se debata. Todo lo contrario. Me parece maravilloso y uno de nuestros objetivos.

2. Respeto al máximo tanto a los que no les guste nuestro trabajo como a los que les gusta.

3. Respecto a las paradojas temporales, decir que:

a) no somos una serie científica. Ni ganas de serlo. Es más género fantástico y magia. Lo he dicho siempre.

b) viajar por el tiempo es, a día de hoy, técnicamente imposible. Así que podemos hablar de teorías narrativas tanto o más que de científicas.

c) dentro de esas teorías, hay códigos. En literatura, cine, series... Hay muchos, no sólo uno.

d) nuestro código es que el azar y el destino es un hijo de puta. Y que unos tienen la suerte de poder cambiar su pasado y otros, no. Como la vida misma, donde a veces ganas y la mayoría de las veces pierdes.

e) ya se ha cambiado la Historia en nuestra serie: el hijo de Alonso, la esposa de Alonso, el marido de Angustias... Y de hecho, creo que para resolver las misiones, la patrulla ha cambiado SIEMPRE un poco las cosas para que siguieran siendo parecidas.

f) creo que Doctor Who ya ha demostrado que se puede romper con muchas lógicas y ser una magnífica serie.

g) Desde que Pacino llega al último y principal ministerio está más allá de los cambios que haya en el pasado. Una vez llegado el 2016, su línea está ahí.

4. Prometimos que nuestra serie arriesgaría como nunca en esta temporada para no reiterarse. Jugar con los códigos temporales forma parte de ese riesgo. De hecho (aviso) hay un homenaje a StarTrek sobre cómo viajar por el tiempo en próximos capítulos.

5. Mientras podamos y el presupuesto nos lo permita, veréis comedia, dramas, policiacos e incluso fantasía política. Mientras podamos y el presupuesto nos lo permita, seguiremos jugando con el tiempo teniendo claro que esta tan importante una época como un personaje histórico. Que las emociones están por encima de los códigos y nuestra regla es saltarnos las reglas. Y que prefiero contar intertemporalmente el dolor de un hijo por perder a su padre que no poder contarlo porque no pueda saltarme una regla.

Un abrazo a todos. La crítica (siempre tan necesaria) nos hace grandes.