'Mr. Robot' 1x07 Review: es tiempo de contar verdades

Por Marta Ailouti Marta Ailouti

Si a menudo 'Mr Robot' disfruta confundiéndonos y mezclando lo real con lo ilusorio, en esta ocasión, siguiendo el consejo que diera el personaje de Christian Slater al de Rami Malek en el último capítulo, se marca un episodio donde impera una brutal dosis de honestidad. Un flechazo, de los directos, como no recibíamos en mucho tiempo. Y lo cierto es que a la ficción le sienta de maravilla.

De él, todos sus personajes, propios y extraños, salen fortalecidos. Todos menos uno que nos mantiene, más o menos, en la misma confusión en la que hemos estado sumidos hasta ahora. ¿Imagináis a quién me refiero?

¡CUIDADO SPOILERS!

Primer flechazo

Nunca lo comento, pero pase lo que pase después, los primeros minutos de cada capítulo de 'Mr.Robot', ya sea por los planos, el monólogo, los diálogos, la música o el modo en que insertan con tanto gusto su cabecera ochentera al final, son siempre de una absoluta belleza. Y su séptimo episodio no podía ser menos.

Así que con lo primero que nos encontramos es con Shayla, que la última vez que la vimos con vida recordaba el momento en que ella y Elliot se habían conocido. A ese instante nos remonta la serie también, justo a tiempo para ver después cómo ella se aleja, borrosa, mientras 'Pictures of you' de The Cure suena de fondo y cae el rótulo sobre nuestras pantallas. Fundido a negro y silencio. Ese es el primer flechazo.

Después llega la voz de su protagonista. Ha pasado un mes desde la muerte de Shayla y un año desde que acudiera por primera vez a sus sesiones con Krista -de las que aún desconocemos su verdadero origen-, lo que le exime de tener que volver por imposición legal. Y lo cierto es que tal vez la psicóloga no esté preparada para escuchar todo lo que su paciente le tiene que decir.

Ocurre en ese instante en que él, no se sabe bien si siguiendo el consejo de Gideon de no aislarse por completo- ¿de verdad existen jefes así?- decide regresar a la terapia y sincerarse. Es ahí cuando se rompe - aunque su personaje ya viniera roto de fábrica-, y se confiesa ante la mirada estupefacta de la doctora.

El caso de Washington Township

Ahora bien, si 'Mr. Robot' no estuviera programada para sorprendernos esta escena, que es el final, podría haber sido lo mejor de todo el capítulo, con un Rami Malek espectacular como siempre y esa tensión contenida bastante bien resuelta. Pero, a pesar de tener toda nuestra atención puesta como estaba en Elliot después de los últimos acontecimientos, Sam Esmail se las ingenia muy bien para crear dos acciones paralelas con igual intensidad y carga dramática que rivalicen con su cuota de protagonismo.

Y es que mientras Elliot está como está sumido en su duelo particular, Angela ha conseguido una reunión extraconfidencial con Terry Colby en la que le propone que, a cambio de que él testifique en contra de los ejecutivos de E-Corp que encubrieron el vertido tóxico en Washington Township, ella confesará su participación en los ataques cibernéticos de FSociety a su empresa.

Las dos reuniones que mantienen ella y el que fuera director de tecnología -ese puesto tan codiciado- del conglomerado por excelencia, nos dejan dos diálogos inolvidables que van desde la humillación al respeto, para después dejar en el aire una última confesión.

“A la mañana siguiente”

Así, tanto el personaje de Colby, del que apenas sabemos mucho, como el de Angela, soberbia últimamente, atraviesan la pantalla en ese momento en que ella concluye: “Entonces, ¿estaban borrachos, comiendo un cóctel de camarones y estaba lloviendo cuando decidieron que mi madre moriría?”.

Y el remordimiento, por un segundo, asoma a la cara del empresario. Su respuesta tampoco se queda atrás: “Pero entonces uno se va a casa, cena y despierta a la mañana siguiente”. Y yo me imagino que eso, en tan poco, lo resume todo. Su réplica no es solo de una honestidad extrema dentro de la ficción, también es el mayor reflejo de la realidad que nos rodea.

Sea como sea, por el momento, Angela se ha salido con la suya. O al menos lo parece, porque se ha comprometido a hacer algo que no sabemos si ahora estará dispuesta a hacer. Y es que en su afán por buscar justicia no ha medido bien las consecuencias de sus decisiones y, como bien le señala Gideon -otra vez él-, cuando su confesión se haga pública nadie querrá contratar a AllSafe, lo que repercutirá en todos sus empleados y, por tanto, en sus familias. ¿Estará ella dispuesta a condenarles?

El nuevo Director de Tecnología

Mientras tanto, sin saber que existe la posibilidad, aunque un tanto remota, de que Terry Colby recupere su antiguo puesto, Scott Knowles celebra en E-Corp su reciente ascenso a Director de Tecnología. Tyrell Wellick -grandioso el momento en que despide a todos sus empleados-, y esa mujer fría e impasible que tiene como esposa -necesito, casi me urge, saber más de ella-, también están allí.

Su presencia, soy consciente, no puede significar nada bueno pero, ¿de verdad alguien se imaginaba algo así? Sea como sea, el aspirante a CTO no está dispuesto a perder aún su trabajo y una vez a solas con la señora Knowles en la azotea de la empresa, aunque desconozco el objetivo de todo esto, la termina estrangulando.

Una escena rotunda en la que de golpe se interrumpe la música - el uso de los silencios es otro de los recursos que esta serie emplea de maravilla-, y Wellick -quizás sea el momento de nombrar a Martin Wallström- se pone a llorar. Por si a alguien se le escapa este instante, aunque más sutil, es también su segundo de sinceridad absoluta. Tyrell sin máscaras no parece tan frío e inhumano, lo que posiblemente lo convierte en alguien mucho más temible de lo que ya es.

¿Y esto dónde nos deja?

Pues un poco donde estábamos. Porque lo único que me chirría de la ficción es que pareciera que le diéramos vueltas una y otra vez a lo mismo y no se avanzara demasiado. Su argumento general no solo no progresa sino que en capítulos como este parece hasta sobrar y a falta de tres entregas la sensación que queda es que no hemos prosperado nada en la lucha contra E-Corp.

Y luego está Fsociety. Lo malo de sus personajes secundarios es que son demasiado secundarios. Lo que no impide que en este episodio donde todos se sinceran, conozcamos mejor a Trenton y sus motivaciones. Sin embargo, el que menos me encaja en medio de todo esto es precisamente Mr. Robot, que deambula entre trama y trama, tal vez, contagiado de esa sensación que todos alguna vez hemos tenido de que él sea tan solo un mero fantasma.

Más allá de su enfrentamiento con Romero, que tan solo nos desvela lo temible que puede llegar a ser el cabecilla de la organización de hackers, algo que por otro lado ya sabíamos, el único avance que obtenemos en este episodio es el posible contacto con el Ejército Oscuro y su líder, White Rose, así como una extraña alianza entre dos ex, Cisco y Ollie, que no sé hacia donde nos llevará, aunque supongo que no tardaremos mucho en averiguarlo.

Con todo, si hace unos días comentaba que el 1x06 había sido el mejor hasta la fecha, confieso que este séptimo se ha convertido sin duda en mi favorito hasta el momento. Ojalá con el próximo capítulo tenga que desdecirme de nuevo. Hasta entonces, os dejo con su tráiler:

'Mr. Robot' 1x07 Review: es tiempo de contar verdades 360

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