'El Príncipe' 2x12 Review: La calma que precede a la tempestad

PorBetty M. MartínezBetty M. Martínez

Si hubiese que definir este capítulo en dos palabras, podría decirse que ha sido de transición. Han pasado muchas cosas, como siempre, pero ninguna definitiva y, desde luego, no nos hemos llevado ninguna gran sorpresa. Es como si hubiéramos empezado a recorrer ese camino que nos lleva paso a paso al desenlace final. Digamos que han decidido organizar lo importante para preparar las soluciones a lo urgente.

¡¡CUIDADO SPOILERS!!

¿Una caída o un accidente?

Todo empezó con lo que pudo ser una tragedia. Fátima cae por las escaleras, pero afortunadamente no le pasa nada grave. Confieso que le he dado muchas vueltas a la escena porque no está nada claro qué fue lo que pasó. Todos sospechan que Khaled la empujó, pero eso no encaja con la obsesión que siente por su mujer. Personalmente creo que Fátima se cayó en su intento de huir de su marido. Él no la empujó, pero sí provocó la caída con su actitud. Eso sí, donde no hay duda es en que Khaled no tuvo demasiada prisa en ayudar a su mujer.

Es más, si no llega a aparecer Paco, ¿qué hubiera hecho Khaled? Porque la mirada que le lanzó al gaditano cuando le dijo que había que llamar a una ambulancia no era de preocupación, era de algo así como ¿qué haces tú aquí? Y la verdad es que Paco empieza a ser el perejil de todas las salsas. No se sabe muy bien cómo, pero siempre aparece donde pasa algo importante.

Lo único positivo del incidente es que Aisha ya ha descubierto la clase de individuo que tiene por yerno. Le ha costado mucho, pero al final se le ha caído la venda y la verdad es que ha sido un tanto extraño. Después de tantos capítulos considerándolo el hombre ideal, el yerno perfecto, no pone ninguna pega a que Fátima se vaya. Su hija solo le dice que no es el hombre que ella cree y que nunca lo querrá. Y ya. Reconozco que esperaba algo más de drama. Más dudas de Aisha. Algún tipo de reproche tipo “eso es por culpa de Morey”, “es tu marido y aprenderás a quererlo”, etc.

Es cierto que después habla con Faruq, que confirma la versión de Fátima, y la amenaza velada de Khaled despeja todas las posibles dudas, pero me ha sorprendido muchísimo la serenidad con la que Aisha ha reaccionado a la huida de su hija. Claro, quizá tenga que ver el hecho de que ella se pensaba que se iba con una amiga a Málaga y no que se iba directa a los brazos de Morey. No creo que reaccionase igual si supiera la verdad. Por mucho que Khaled sea un sinvergüenza, a ojos de Aisha Morey sigue siendo el policía que mató a su hijo.

Una noche en el Hotel Emperador

Lo verdaderamente importante es que Fátima consigue escapar con la inestimable colaboración de sus amigas y de Fran, que empieza a ser ya el chico para todo de Morey. En fin, que Fátima llega sana y salva a Madrid para vivir su particular luna de miel con el hombre de su vida.

Las escenas en el Hotel Emperador han sido muy, pero que muy románticas. Que si enséñame a bailar. Que si “nuestros” hijos. Que si recupero el anillo de mi madre. Que si la maravillosa banda sonora con la música de Pablo López. Todo muy bonito, precioso, pero no deja de provocar una sensación extraña. Como de provisionalidad. Era todo tan perfecto que parecía casi un espejismo. Un sueño, como dice Fátima. Es como si los guionistas quisieran regalarles a estos personajes un momento de paz y tranquilidad en un oasis antes de emprender la larga travesía por el desierto.

Saben que tienen que volver y que lo que les espera en Ceuta no va a ser fácil y aun así hablan de futuro. Sin embargo, Morey no le da el anillo. ¿Será esa noche en el Hotel Emperador lo más cerca que estaremos de un final feliz para esta pareja?

Operación: detener al traidor

Morey ha conseguido tener un momento de felicidad sin sombras con Fátima y seguro que le habrá dado ánimos para continuar con el otro asunto que lo llevó a Madrid: desenmascarar a los corruptos del CNI. No lo puede hacer solo, así que recurre a la única persona en la que puede confiar, o eso cree él: Salinas.

Ambos ponen en marcha un plan que consiste en ponerle un cebo a Robledo, el presunto jefe de la trama. Cuentan con la ayuda de Serra, que está completamente fuera de sí. ¿Dónde quedó aquel agente que diseñaba al milímetro los pasos que tenía que dar Morey en Ceuta? ¿En qué momento se perdió en la oscuridad? Es cierto que está intentando redimirse, pero ante nuestros ojos y, sobre todo, ante los de Morey, siempre quedará la sombra de haberse vendido, de haber traicionado a sus compañeros. Y lo peor es que incluso intenta justificarse. De sus argumentos prefiero casi ni hablar.

En fin, que el numerito en casa de Robledo ha estado muy bien planificado, aunque en esta secuencia hay que reconocer que la serie ha perdido la frescura de los primeros tiempos. Por muy descentrado o borracho que estuviera Serra, no es tan estúpido como para enfrentarse pistola en mano a Robledo. Era demasiado evidente que era una estratagema. ¿Ha perdido ‘El Príncipe’ la capacidad de sorprendernos? Porque en esa escena lo único que hubiera resultado impactante hubiera sido que Salinas hubiera dicho de verdad eso de que quiere su parte. Bueno, tal vez sea yo la que esté dando demasiadas cosas por sentadas. Salinas es de los buenos ¿no? Confiemos en que sí porque no sé si Morey podría soportar otra traición de su familia profesional.

Todos a por el ladrón

Y mientras todo esto pasa en Madrid, en Ceuta tampoco pierden el tiempo. Resulta que unos adolescentes consiguen robar una muestra de explosivos a Akrab y aquí la historia toma ya un rumbo totalmente surrealista. Veamos, Khaled es tan listo como para jugar al gato y al ratón con el CNI, los espías franceses y Marwan, pero no puede evitar que le roben unos ladronzuelos de barrio. Perdónenme, señores guionistas, pero esto es muy difícil de creer.

Sea como fuere, la explosión en el cajero dispara todas las alarmas y todo el mundo se pone a buscar al superviviente. Khaled necesita encontrarlo para que no se descubra que tiene esos explosivos, para que los franceses no sepan que sigue adelante con los atentados y, sobre todo, para que Marwan no piense que es un incompetente.

Fran tiene que encontrarlo porque, uno, es su trabajo como policía y, dos, porque Morey se lo ha ordenado. Lo dicho, Fran es el chico para todo de Morey, pero es lo que le toca por ser de los pocos en los que aún puede confiar. Y Faruq se suma a la persecución porque Fran se lo ha pedido y porque forma parte del pacto con el agente del CNI.

Pero Morey debería tener cuidado porque ese pacto pende de un hilo. El acuerdo era que Faruq ayudaba a acabar con Khaled a cambio de protección y una nueva vida lejos de Ceuta para toda su familia y ese “toda” incluye a Fátima. Dicho de otro modo, la escapada romántica a Madrid no estaba en la letra pequeña del acuerdo y es algo que podría pasarle factura a Morey la próxima vez que necesite ayuda para encontrar a alguien.

En definitiva, que hemos cerrado muy pocas puertas (Quilez finalmente ha confesado y ha sido detenido) y hemos abierto bastantes más. ¿Cómo va a recibir a Khaled a su esposa tras su “viaje con las amigas”? ¿Robledo habrá picado el anzuelo? ¿Qué será de Serra ahora que se ha puesto en el disparadero? ¿Seguirá Faruq ayudando a Morey? Preguntas, preguntas y más preguntas. ¿Conseguiremos todas las respuestas?

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