'El Príncipe' 2x11 Review: trepidante estreno con todos los héroes al rescate

Por Betty M. MartínezBetty M. Martínez

Se hicieron esperar, pero ya están aquí. Lo bueno es que ya tenemos respuestas para muchas de las preguntas que quedaron en el aire la última vez que estuvimos en el barrio de El Príncipe. Lo malo es que han surgido nuevas amenazas que hacen que Ceuta siga siendo un avispero. Lo peor, que con el regreso de ‘El Príncipe’ nos acercamos sin remedio al momento en el que tengamos que decirle adiós definitivamente.

Pero no adelantemos acontecimientos y veamos qué ha pasado en este primer capítulo.

¡¡CUIDADO SPOILERS!!

Morey o Hidalgo, solo puede quedar uno

Lo voy a decir desde el principio. La última escena que habíamos visto de ‘El Príncipe’ fue muy impactante, pero tras la primera impresión estaba claro lo que iba a pasar. ¿Cómo se iba a morir el héroe cuando aún faltaban tantos capítulos? ¿Los guionistas iban a ser tan malas personas como para dejar a Fátima sola en manos de Khaled? ¿Quién iba a desmantelar Akrab? ¿Fran? ¿Faruq? Evidentemente no. Así que estaba claro qué iba a pasar. La única duda era el cómo.

Y la verdad es que el resultado fue de lo más simple. Hidalgo sería una buena agente, pero Morey es el agente por excelencia así que pasó lo que tenía que pasar. Morey sale vivo, aunque afectado, e Hidalgo se suma a la larga lista de personajes caídos en combate en esta serie.

La traición de un padre

Pero Hidalgo tenía que dejar huella y la deja en forma de sospecha. Sus últimas palabras son claves para el desarrollo de la trama. Avisa a Morey de que Serra lo va a matar. El agente del CNI no se lo cree o, más bien, no se lo quiere creer. Si sus sentimientos no le nublaran el sentido (“Serra es como un padre para mí”), hubiera visto que su jefe ha perdido completamente los papeles. Está irascible, nervioso, inquieto, a la defensiva. Insiste una y otra vez en que Hidalgo pretendió enfrentarlos con sus palabras y que él no es un traidor.

Como ya he dicho, al principio Morey confía en su mentor, pero su instinto de espía le dice que algo no va bien. Intuye que algo no encaja y aplica la formación que quizá el propio Serra le dio. Pongo una trampa y a ver qué pasa. Y ¿qué pasó? Pues que el ratón mordió el queso y Morey se lleva una de las mayores decepciones de su vida. Pobre Morey, en este capítulo ha ido de disgusto en disgusto. No ha tenido ni un solo momento de paz. Espero que a Álex González le hayan pagado extra por este episodio porque ha estado metido en todos los charcos y de todos ha salido salpicado.

En favor de Serra he de decir que, a pesar de su traición, ha intentado redimirse. Se ha pasado todo el capítulo intentando salvarle la vida a Morey. Sabe que es una amenaza para él mismo, pero aun así se resiste a matarlo o a que lo maten.

Serra se ha comportado como un miserable, pero se ha ganado la oportunidad de explicarse y de recuperar un poco de la dignidad que ha perdido. Definitivamente, Morey es mucho más generoso de lo que hubiéramos sido muchos de nosotros. Ojalá que Serra esté a la altura y tenga una explicación convincente. Morey se lo merece. Y no digamos los espectadores.

Nayat, la más buscada

A pesar de las sospechas y las amenazas, Morey tiene que centrarse en la misión y en este capítulo su prioridad ha sido rescatar a Nayat tras su fuga siguiendo a Sergio. Y aquí viene uno de esos momentos que era impensable cuando llegamos a “El Príncipe”. Resulta que Faruq decide aliarse con Morey para rescatar a su hermana. Eso sí, no lo hace gratis, a fin de cuentas es un hombre de negocios. Quién nos iba a decir la primera vez que estos dos se vieron que acabarían dándose la mano.

Faruq consigue “información” para rescatar a Nayat y Morey le garantiza una nueva vida a la familia Ben Barek (Fátima, incluida) lejos de Ceuta. No quiero ofender a Faruq, pero ¿en serio se cree que el agente del CNI va a renunciar a la mujer de su vida? Claro que el narco tampoco tiene mucho donde elegir. O apoya al hombre que mató a su hermano o al que lo reclutó para la yihad, es decir, o al amante de su hermana o a su cuñado. La verdad es que la papeleta es complicada.

En fin, que Faruq apuesta por los buenos y, de repente, tenemos montada una operación en la que participan agentes del CNI, policías (Fran) y los hombres de la banda de Faruq. Consiguen rescatar a bastantes niñas, pero no a Nayat.

¿Y por qué no salvan a Nayat? Pues porque Khaled tenía que hacer puntos con su mujer y regresó triunfante al barrio con Nayat a su lado. El yerno ideal tenía que ser el héroe. Antes muerto que permitir que Morey se lleve el mérito. Lo que no he conseguido entender es por qué le mintió a Faruq. ¿Será que la desconfianza es mutua? Con una familia así quién necesita enemigos.

Por cierto, va a ser cierto eso de que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Aisha ni siquiera se plantea cómo es posible que su respetable yerno haya podido resolver el problema. Entiendo su alegría por tener a Nayat sana y salva en casa, pero lo lógico sería preguntarle a Khaled cómo la ha encontrado. Pobre Aisha, la de disgustos que lleva encima y los que le faltan aún. No quiero ni pensar en cómo va a reaccionar cuando sepa con qué “individuo” se casó su hija.

Nuevas amenazas

Pero Khaled no solo se ha ocupado de rescatar a su joven cuñada, también ha tenido tiempo para sus negocios, esto es, el terrorismo. Resulta que se ha hecho con unas muestras de un nuevo explosivo y, por lo que parece, tiene toda la intención de utilizarlo.

Morey y compañía van a tener mucho trabajo. ¿Compañía? La verdad es que está cada vez más solo. Con la traición de Serra, solo puede contar con Fran porque Fátima no deja de ser una cooperante necesaria para pequeños trabajos, pero ni está preparada ni Morey la pondrá en peligro si puede evitarlo.

La operación anti Khaled necesita personal así que Morey se convierte en ETT y recluta a Mati. Y aquí me he llevado una sorpresa. La policía reacciona con bastante tranquilidad cuando su presunto jefe le cuenta toda la verdad, pero cuando ve a Fran no muestra tanta calma.

Si Morey tiene problemas de personal, Faruq no se queda atrás. El Tripas es asesinado así que necesita un nuevo hombre de confianza y elige a su primo Paco. Faruq, lo siento, pero has cometido un error. Ya sé que la familia es lo primero y que los Ben Barek sois como una piña, pero te has equivocado.

Desde el principio intuíamos que Paco ocultaba algo y ya sabemos qué era. Paco quiere el trono de Faruq en ‘El Príncipe’. Lo siento por Jesús Castro, pero me parece que esta batalla la va a ganar Rubén Cortada, aunque tampoco me voy a apostar nada porque recordemos que en ‘El Príncipe’ nada es lo que parece y, además, ahora Faruq anda un tanto despistado intentando proteger a la familia de Khaled. Dos escorpiones en casa pueden ser demasiados.

Fátima está cansada

Para el final he dejado nuestro romance favorito porque en este capítulo ha sido un tema bastante secundario. Morey sigue apostando por un futuro juntos, pero a Fátima empieza a pasarle factura la presión. Ve que detrás de un problema llega otro, que no acaba de haber una salida, una luz al final del túnel y, además, la muerte de Abdu sigue pesando como una losa. Se quieren, quieren tener un futuro juntos, pero hay tantos factores que los separan que “no creo que nuestro amor pueda aguantar tanto” (Fátima dixit).

Esperemos que ese pesimismo sea producto de la tensión vivida con la desaparición de Nayat y que en los próximos capítulos haya más esperanza porque la verdad es que esta pareja se merece algún momento de paz.

En fin, que ‘El Príncipe’ ha regresado con mucha fuerza e insistiendo en esa fórmula que tan buen resultado le dio: lanza muchas preguntas, responde algunas y, en medio, propone unas cuantas más para que los espectadores no tengamos ni un segundo de descanso. Ojalá consigan mantener ese ritmo.

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