'Telenovela' 1x08 Review: Intercambio de roles con mensaje

Por Betty M. MartínezBetty M. Martínez

Está claro. ‘Telenovela’ no es una telenovela. Es una comedia completamente imprevisible. La semana pasada nos regalaban uno de los capítulos más divertidos de temporada y avanzaban bastante en la trama transversal. Sin embargo, en este episodio, aunque ha habido humor, podría decirse que ha prevalecido el mensaje. Un mensaje claro y alto para quienes quisieran oírlo.

¡¡CUIDADO SPOILERS!!

Ni maquillaje ni Photoshop

Después de la línea anterior, todos estaréis pensando que voy a hablar sobre algo que le ha pasado al personaje de Eva Longoria porque siempre que esas dos palabras aparecen en una frase ineludiblemente pensamos en una mujer. ¿Qué le ha pasado a Ana? ¿Se le ha acabado el maquillaje justo antes de entrar a grabar? ¿Han publicado una foto suya sin el previo ejercicio de retoque?. Pues ni una cosa ni la otra ni absolutamente nada que se le parezca. En ‘Telenovela’ esta semana esas dos palabras han estado única y exclusivamente relacionadas con los chicos de ‘Las leyes de Pasión’.

Antecedentes: La revista Bella Novella ha organizado una sesión de fotos con el elenco masculino de la telenovela de ‘Telenovela’. Ellos están muy tranquilos porque “son hombres” y da igual lo que se pongan porque “son hombres” y no se preocupan por esos detalles del estilismo y demás como las mujeres. En esa escena me estaba empezando a cabrear por el regreso del topicazo.

Pero, ¡sorpresa! resulta que Bella Novella defiende la belleza natural, esto es, cero maquillaje, cero Photoshop (¿existirán en la vida real estas revistas?) En teoría, no debería haber problema porque los protagonistas de la sesión de fotos son hombres y, como ya nos dejaron claro, no necesitan esos trucos. Pues en la práctica parece que no es así. Sorpresa y problemón para nuestros chicos favoritos.

Algún que otro complejo varonil

Resulta que nuestros galanes están muy lejos de sentirse tan seguros de sí mismos como aparentaban unas escenas atrás. A Gael le ha salido un grano (a los de maquillaje se les ha ido la mano), Rodrigo tiene un bíceps menos desarrollado que el otro (que alguien me preste una lupa porque yo no me había dado cuenta) y Xavi ha heredado la mandíbula de su madre (¿dónde está el problema?). Dejando a un lado, el exceso de autoexigencia física de estos actores, lo cierto es que fue muy divertido verlos organizando una estrategia de posado para taparse los defectos entre todos. Eso es solidaridad masculina. Aunque para momento simpático, la aparición estelar de Gustavo. Adiós a la ropa y adiós a los complejos debería ser su lema vital.

Pero, sin duda, lo mejor de todo fue que vimos a “hombres” seriamente preocupados por lo que iban a pensar los demás de su apariencia. Señores, bienvenidos a la dictadura de la imagen, la belleza, la perfección, etc. a la que se ven sometidas miles de mujeres cada día cuando ponen un pie fuera de su casa.

Solo un pequeño pero. La próxima vez, vamos a intentar que los hombres preocupados por su físico tengan algo verdaderamente por lo que preocuparse. ¿O es que alguien se pensaba que Jencarlos Canela o Jose Moreno Brooks iban a salir mal en las fotos? Puedo llegar a entender que, como todo ser humano, tengan sus complejos, pero si ellos se asustan ante una sesión de fotos ¿qué les queda al resto de los mortales? Una vez más, mi aplauso para el personaje de Juan Carlos Cantú.

La charla más complicada

Mientras los chicos hacían frente a sus complejos, las chicas tenían que lidiar con un problema de chicos. Resulta que Mimi nota raro a su hijo y se lo comenta a Ana, quien lejos de tranquilizar a una madre preocupada, no se le ocurre otra cosa que hablarle de esas páginas de internet donde se puede comprar un arma, drogas o un bebé. Ana, a ver si conseguimos que en uno de estos capítulos pienses antes de hablar.

En fin, que Ana y Mimi se lanzan a registrar la habitación de Conner y ¿qué se encuentran? ¿Un arma? No ¿Drogas? No ¿Un bebé? No. Encontraron un montón de revistas de señoritas ligeras de ropa (no sé si la expresión es la más correcta políticamente hablando, pero es la mejor que he encontrado para no resultar demasiado soez). A ver, que el niño tiene 13 años y siente, digamos, curiosidad.

Ana lo entiende y hasta se siente halagada al encontrar una foto suya en medio del alijo. Pero Mimi se lleva un disgusto porque comprende que su niño ya no es tan niño. Qué gran frase cuando dice que sabe ser la madre de unos niños, pero no sabe cómo ser la madre de unos hombres. Pero para sus dudas y problemas, ya están sus compañeros de trabajo.

Solución mancomunada

Reconozcámoslo. El elenco de ‘Las leyes de Pasión’ es una verdadera familia. Podrán tener sus más y sus menos, pero cuando uno tiene un problema, los demás se vuelcan para ayudarle. Otra cosa es que el resultado sea el esperado o el deseado. Mimi deja en manos de sus compañeros la “charla” con Conner después de que estos le recordaran, con sus ejemplos personales (algunos bastante curiosos), que ya iba siendo hora de tenerla. ¿El resultado? Mimi recurrió a Ana, así que ya os lo podéis imaginar. Digamos que la “charla” desde el punto de vista masculino se limitaba a una única palabra.

Mimi, hoy no has tenido tu día. ¿Cómo se te ocurre dejar en manos de Ana semejante responsabilidad? Es tu mejor amiga, pero como consejera tiene sus carencias. Y volvió a demostrarlo. Eso sí, hay que reconocerle la voluntad, que hasta se vistió de monja para no despistar al muchacho. Mejor dicho, intentó vestirse de monja.

Sin embargo, a pesar de sus defectos, Ana es un gran ejemplo de lo que debe ser una mejor amiga y lo ha demostrado. Connor necesitaba esa “charla” y Ana se las ingenió para que la escuchara. ¿Cómo? Intercalándola en el guion de ‘Las leyes de Pasión’. En pleno rodaje de una secuencia, todos los personajes se convirtieron en los consejeros particulares de Connor y le dieron una clase, versión resumida, de todo lo que debía saber.

Y, además, le recordaron que en caso de duda consultara a quien siempre tiene cerca: su madre. Tal vez Connor no pueda contar con su padre, pero en Vivavisión tiene una familia con la que siempre podrá contar.

En resumen, estamos estancados de nuevo en la trama transversal, pero esta vez se lo pasaremos por alto. Este capítulo no ha sido tan hilarante como el de la semana pasada, pero también ha tenido sus momentos simpáticos. Pero, sobre todo, ha merecido la pena porque han intercambiado roles de una manera muy hábil. Esta vez han sido ellos los que se han preocupado por el espejo y han sido ellas las que han asumido el reto de guiar a un adolescente en un momento delicado. Y ambos equipos han salido más que bien parados de sus respectivos retos.

En ‘Telenovela’ hay muchos tópicos típicos, pero, a veces, consiguen sorprendernos rompiendo completamente los estereotipos y siguen convenciéndonos de regresar la semana que viene para descubrir qué nuevas historias nos tienen preparadas.

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