'Telenovela' 1x05 Review: duelo de divas entre Eva Longoria y Kate del Castillo

Por Betty M. MartínezBetty M. Martínez

Había muchas expectativas con el nuevo capítulo de ‘Telenovela’ después del giro que dio la trama la semana pasada. El episodio se titulaba “Rivales”, y teniendo en cuenta que el anterior era “El beso”, todos intuíamos a quiénes podía referirse. Sin embargo, en esta serie las apariencias engañan. ¿Vemos por qué?

¡¡CUIDADO SPOILERS!!

¿Dónde está James?

Lo reconozco. Tenía mucha curiosidad por ver cómo le contaba Ana Sofía a su círculo de la amistad su cita con James, el director de Vivavisión. Es más, esperaba casi con ansiedad la reacción de Xavi a la nueva “ilusión” de su ex mujer. Pero me quedé con las ganas. En los 22 minutos que ha durado este capítulo, no es solo que James no apareciese ni un segundo en pantalla, es que ni siquiera se le nombra. Ana le cuenta a Mimi y Gael que ha estado ordenando su cajón de maquillaje y no les dice que ¡¡su jefe la ha besado!! Increíble.

Señores guionistas, no es posible que una semana nos den una impresión de ese tamaño y siete días después nos vengan con que aquí no ha pasado nada. Algo no encaja. Es como si nos hubiéramos saltado un capítulo, pero lo he comprobado dos veces. James ha pasado del cielo al limbo en un pestañeo. Al menos espero que en los próximos capítulos veamos cómo evoluciona esta ¿relación? ¿historia? ¿affair? Ya no sé ni cómo calificarlo.

Xavi y Ana, de ex a amigos

Por si este silencio respecto a James no fuera suficiente para tenernos perplejos ante la situación sentimental de Ana, esta semana ha habido un acercamiento a Xavi. Que nadie se confunda. El feeling del primer capítulo (recordemos: el beso en el yate) sigue missing, pero ya han conseguido estar más de cinco minutos sin recriminarse nada e incluso han conseguido trabajar juntos en pro de un objetivo común: construir una casa para una obra de caridad. Bueno, matizo. Han “intentado” trabajar juntos porque la coordinación no es el fuerte de la pareja. De verdad, ¿tan difícil es manejar una sierra? Si algún día abandonan sus carreras artísticas, está claro que no deben optar ni por la construcción ni por el bricolaje.

Como curiosidad hay que destacar que Xavi ha demostrado la caballerosidad del galán que se supone que es. Hasta ahora habíamos visto la parte frívola del protagonista de telenovela, pero en este capítulo salvó a la heroína. Vale, tal vez estoy siendo muy generosa al decir “salvar”, pero a fin de cuentas fue lo que hizo o cómo definiríais el hecho de que se interpusiera entre Ana y ¿una mancha de pintura?

Ya me ha quedado claro que para Ana el color blanco es muy importante y más aún estar todo el día vestida de ese color sin mancharse, pero cuando le dio las gracias parecía que Xavi había puesto su vida en peligro. Fue muy bonito, pero una lavadora hubiera solucionado cualquier posible incidente. En fin, que lo cortés no quita lo valiente y Xavi mostró que es un señor.

Nada une más que un enemigo en común

Si finalmente ese acercamiento entre Ana y Xavi llega a algo más, James va a tener muy fácil identificar a los causantes de ese giro en los acontecimientos. Nada une más que un enemigo común y, si los rivales son dos, esa alianza es indestructible. Sí, los rivales de este capítulo no eran Xavi y James, sino Kate y Diego.

La verdad es que cuando Ana y Xavi dicen Kate y Diego casi ni me inmuté, pero al final resultó ser uno de los grandes momentos del capítulo y de lo que llevamos de serie. Resulta que Kate era Kate del Castillo (‘La reina del sur’, ‘Jane The Virgin’) y Diego era Carlos Ponce (‘Perro amor, ‘Mujeres de Manhattan’). Ya iba siendo hora que en una serie que se llama ‘Telenovela’ aparecieran estrellas del género (aparte de Jencarlos Canela, obviamente).

Si su presencia ya era un aliciente para pegarme aún más a la pantalla, sus personajes no hacían más que corroborar esa primera impresión. Kate y Diego protagonizan “Científicos sexy” en Vivavisión, es decir, la competencia de “Las leyes de Pasión”, pero, además de la disputa profesional, también existe una rivalidad personal.

Kate y Diego son el matrimonio ideal mientras que Ana y Xavi se divorciaron. Kate y Diego son el equipo perfecto que construye una cocina en cuatro horas mientras que Ana y Xavi apenas terminan una pared en ese tiempo. Sin embargo, pese a esa seguridad que transmiten Kate y Diego, hay algo que nos provoca rechazo. Es como si su perfección fuese demasiado perfecta. Irreal. Y tan irreal. Tardamos en darnos cuenta, pero al final descubrimos qué era lo que nos incomodaba. Las apariencias engañan.

La verdad es que ha sido un gusto ver a Kate del Castillo y Carlos Ponce tanto por lo que representan para el género como por lo que sus personajes provocan en el elenco de ‘Telenovela’. Su visita ha conseguido que Xavi y Ana se miren con otros ojos, pero, sobre todo, lo más importante, han provocado (indirectamente) que Isabela diga algo bonito a uno de sus compañeros. Y eso tiene mucho mérito.

El surrealismo más divertido

Por cierto, en este capítulo he echado de menos a Mimi. Es un personaje que siempre tiene la frase exacta en el momento oportuno, pero esta vez se ha tomado a rajatabla su día de relax y se ha notado su ausencia. Si ella estuviera al 100% seguro que el equipo de los científicos sexis iba a tener más complicado derrotar al elenco de ‘Las leyes de Pasión’.

Para compensar, Gael nos ha enternecido y divertido simultáneamente con su romance al estilo Romeo y Romeo. Tal vez trabajar en programas diferentes no sea un obstáculo para una relación, pero dietas distintas son palabras mayores. Hay momentos en que esta serie consigue que te rías con las situaciones más surrealistas.

Según van pasando las semanas cada vez es más evidente que estamos ante una serie que busca (y consigue) divertirnos. Esta semana podríamos destacar tres momentos. Uno, el ñam ñam ñam de Mimi e Isabela a Diego y la reacción, totalmente justificada, de Xavi (con compañeras así quién necesita rivales). Dos, si hace calor, los señores no necesitan hidratarse, les basta con descamisarse (festival de pectorales y abdominales a la vista). Tres, Ana no habla ni palabra de español, pero dice (textualmente) “café con leche”. No sé si los guionistas lo han hecho a propósito, pero a los españoles nos ha provocado una sonrisa al recordarnos otra situación surrealista, aunque, en aquel caso, totalmente real.

En fin, que ‘Telenovela’, a pesar de las visitas de estrellas del género, tiene de telenovela el título, el “escenario” y poco más. Las apariencias engañan.

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