'The Good Wife' 6x21 Review: el futuro incierto de la serie y la sorpresa final

Por Javi RoizJavi Roiz

El lunes ‘The Good Wife’ fue trending topic en España tras la emisión en EE.UU del penúltimo capítulo de su temporada. Los comentarios del capítulo eran muy numerosos, pero también había mucha incertidumbre por el incierto futuro de la serie. A sólo un capítulo para cerrar temporada la serie todavía no ha sido renovada, ni cancelada, y los más “devotos” se preguntan si serán capaces de dejarnos con las ganas de más Alicia Florrick de manera tan abrupta.

(A continuación SPOILERS)

Capítulo introspectivo

El capítulo en sí, el penúltimo, probablemente haya desconcertado a más de uno. La verdad es que yo el primero. Estamos acostumbrados a que estas series que se van cociendo tan poquito a poco como ‘The Good Wife’, los dos últimos capítulos suelen ser muy movidos, con muchos giros de guión y mucha adrenalina. Sin embargo, sabemos que esta es una serie poco ordinaria y este penúltimo capítulo no lo ha demostrado: indagando aún más en la percepción de Alicia del momento vital que está viviendo.

Mientras el resto de los personajes continúan sus vidas con normalidad (excepto Cary Agos, que acaba de ser abandonado por Kalinda), Alicia debe recomponer su vida laboral y para ello decide ocupar sus horas libres haciendo bricolaje (algo muy Alicia, por otra parte) y contando las horas para tomarse una copa de vino en un horario decente para no parecer demasiado desesperada.

En medio de esta ansiedad del no hacer nada, un caso del pasado reaparece en su vida y será el motor del cambio que se anticipa en el último momento. Un capítulo muy introspectivo y, a nivel de trama, directamente poco informativo que, sin embargo, nos permite analizar de nuevo desde la cabeza de la protaonista algunos aspectos que hasta ahora habíamos pasado por alto.

La virtud de la inexperiencia

En primer lugar es bastante emocionante ver cómo la mirada hacia su propio pasado es a la vez ilusionante y un poco bochornosa. Alicia y Cary reconocen que ahora son mejores abogados que en el pasado, y, sin embargo, su falta de experiencia les es mucho más útil ahora, que intentan rescatar un caso del pasado, ya que su inseguridad les lleva a tomar notas de absolutamente todo.

Relaciones del pasado

También reconforta mucho que al recordar las situaciones laborales del pasado aprovechemos para rememorar los momentos personales, y nos sirve de alguna manera para atestiguar de qué manera las relaciones personales han cambiado tanto desde que la serie comenzó hasta ahora. Muchos éramos los que echamos de menos en las últimas temporadas esa relación de amistad tan bonita que tenían Alicia y Kalinda y ha sido precioso volver a verlas juntas tomando chupitos, aunque sea a modo de flashback.

El caso en sí no deja de ser uno de esos primeros casos de Alicia en los que todo apuntaba a que la persona a defender era culpable y que, sin embargo, y gracias a la pericia de Alicia, se acaba demostrando que son inocentes. Un caso muy procedimental, en la línea de series menores, que sin embargo cobra mayor magnitud gracias al cambio en el pensamiento de Alicia, y es aquí donde llega la bomba.

Sorpresa final: nuevo bufete “social” junto a Finn Polmar

Aunque sabíamos que Alicia estaba tanteando la posibilidad de fundar su propio bufete (de hecho en esta temporada ya lo había intentado y, no olvidemos, en la anterior temporada creó junto a Cary un bufete de abogados a partir de la nada), como espectador la protagonista se acaba de posicionar con muchos puntos a favor.

Nosotros, que sabemos que nuestros personajes no tienen apuros económicos y que todos bucean en las mieles del éxito del sueño americano, no terminamos de entender muy bien ese afán loco por el dinero que tienen todos. Entendemos que el poder es muy seductor, pues también seguimos con obsesión ‘House of Cards’, pero no terminamos de creernos que Alicia, esa persona tan poco convencional, persiga un sueño laboral únicamente por dinero. Por ello, que en los últimos segundos del capítulo decida montar su propio bufete para seguir sólo los casos que crea que realmente merezcan la pena, y que puedan cambiar la vida para mejor a personas inocentes, es todo un triunfo para la Ley. También que le ofrezca a Finn Polmar (Matthew Goode,) buen personaje bastante desaprovechado, que le acompañe en su nueva aventura. Si tenemos nueva temporada nos aseguraremos mucha tensión sexual entre ellos y, sobre todo, mucha energía y ganas de hacer el bien, que falta le hace a la serie.

En definitiva, un capítulo curioso, lineal, sin mucha emoción que, sin embargo, es capaz de volvernos a todos un poco locos pensando en el pasado y el futuro de esta magnífica serie.

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