'The OA' Review: Un salto de fe

'The OA' Review: Un salto de fe

Por Sabrina Rodríguez

En una reciente entrevista para VICE, Zal Batmanglij explicaba que uno de sus mayores referentes es Jorge Luis Borges. “Brit y yo leemos Borges todo el tiempo”, decía refiriéndose a las influencias que los dos creadores de 'The OA' comparten. Esto explica muchas cosas. La serie se parece más a una película de Alejandro Jodorowsky que a una serie de ciencia ficción convencional y nostálgica como 'Stranger Things'. 'The OA' es más un cuento de realismo mágico con toques científicos que los efectismos explicativos de las películas de Christopher Nolan. Vamos, que no es para todo el mundo, pero para los que sí es, quedarán fascinados con la historia de una traumatizada chica ciega, desaparecida hace años, y que ahora vuelve a su pueblo pudiendo ver y con una misión.

Muchas personas no han aceptado el desarrollo de la serie y su final. No digo que no lo entiendan o que no les guste, en esta caso utilizo el verbo aceptar como el “recibir voluntariamente una cosa”. Batmanglij y Marling te entregan un regalo para el que hay que estar dispuesto y no todo el mundo lo está. Digamos que es un salto de fe.

Si aún no has visto 'The OA', no sigas leyendo. Todo lo que voy a decir a partir de ahora va a destripar el final de la serie del que te aseguro que no quieres saber nada hasta que lo veas. Vale la pena. Deja el cinismo de lado y ten fe.

¡A partir de ahora SPOILERS MASIVOS!

Expectativas, realismo y verosimilitud

Como ya comenté en mis razones para ver 'The OA', estos creadores intentan mostrar formas de ver la vida alternativas a la normativa, llenando su ficción de preguntas para provocar una reacción en el espectador, en lugar de respuestas definitivas o complacientes. Su estilo es poético y está lleno de sutilezas no aptas para todos los paladares, no en vano Haruki Murakami es otro de sus mayores referentes.

Con esto se podría caer en el efectismo vacío pero no creo que 'The OA' lo sea. La serie habla de creer, de la vulnerabilidad, de la realidad y la ficción, y de la diferencia entre el realismo y la verosimilitud. Algunas personas han podido sentirse “timadas” por cómo se ha desarrollado la serie, cansadas de regalar saltos de fe a cajas vacías (¿alguien dijo 'Perdidos'?), pero el ejercicio de confianza que pide 'The OA' es diferente. Las respuestas que te da son menos directas y, sí, tal vez las que no esperabas ni estabas dispuesto a aceptar.

Ocho horas de poesía

The OA es el ángel original (The Original Angel). Lo sabe porque ha muerto muchas veces. Está presa con otras personas como ella, que se han ido y han vuelto, para ser los conejillos de indias de un científico obsesionado. Paz Vega incluida. En sus viajes metafísicos descubren unos movimientos que pueden hacer cosas extraordinarias: son una forma de comunicación, curan, vuelven muertos a la vida. OA se enamora de Homer, otro ángel tan humano como ella, tan vulnerable como todos. Los lazos son nudos de marinero en el aislamiento.

Los movimientos son cinco y les pueden llevar a otra dimensión dentro del multiverso que la física cuántica teoriza. Metafísica. Metarrealidad. Pero al borde de conseguirlo el científico la aleja devolviéndola a una realidad en la que ya no se siente cómoda. Busca otros cinco, tan diferentes entre sí como parecidos en su soledad. Los cambia, los une con la fuerza de contar historias. Tienen una misión. Un pacto de fe silencioso les lleva a aceptar la historia como algo verosímil. ¿Es todo verdad o la invención de una mente traumatizada?

Independientemente de eso, la historia ha cambiado a un grupo de personas. Ahora son fuertes a través de ser vulnerables. La empatía no es fragilidad. El cinismo es el escudo de los que se sienten más seguros si no creen en nada porque así nada les decepcionará, porque creen que ya han sido decepcionados lo suficiente y prefieren el vacío que un puñado de esperanzas.

Y ese grupo de personas, arriesgando en un momento de energía a través del movimiento, salvan muchas vidas. No lo hacen con palabras, ni por la fuerza, ni con manipulaciones psicológicas o un alarde desmesurado de una inteligencia superflua. Lo hacen con el movimiento, con la conexión física, con la respiración, con la mirada, con el cuerpo que hemos olvidado mientras sostenemos el móvil en posición encorvada, demostrando en una conversación por WhatsApp lo mucho que sabemos, lo listos que somos, los datos que podemos almacenar mientras olvidamos la diferencia entre el conocimiento y el saber.

'The OA' se va a otra dimensión finalmente, aunque tal vez no de la forma que esperábamos. Porque esta serie son ocho horas de poesía.

Lenguaje corporal

Una de las mayores críticas que he escuchado y oído sobre 'The OA' es que los movimientos son ridículos. Eso, amigo mío, es proyectar tu ridículo afuera. Yo soy actriz, he sido bailarina y practico hatha yoga, y no me parecen movimientos ridículos. Son expresión, son asanas, son energía.

El coreógrafo detrás de los movimientos de 'The OA' es Ryan Heffington, un premiado bailarín, instructor y coreógrafo de Los Ángeles. Aunque tal vez no te suene su nombre es muy probable que hayas visto sus característicos movimientos antes, ya que es el responsable de las coreografías de los videoclips de Sia, entre otros.

Una de las escenas más intensas a nivel emocional y en la que se dicen más cosas sin articular una sola palabra es cuando Homer y OA hacen los movimientos mirándose, él pidiendo perdón por lo de Renata, ella enfadada y finalmente aceptando ese perdón. “El lenguaje es un virus”, que diría William Burroughs.

Algunas personas tienen el cuerpo solo para mover la cabeza de un lugar a otro y Zal y Brit te proponen ser menos cerebral, cínico e individualista y abrazar tus instintos tribales. Sí, tribales.

Es ficción, no una mentira

¿Y qué pasa con todo ese “sentirse timado” si el relato de OA es falso? Bueno, Alan Moore dijo una vez que su trabajo “es ficción, no una mentira”. Desde el primer momento ella no es un narrador fiable, dado el síndrome de estrés postraumático que puede tener. Nos pasa lo mismo que con Elliot en 'Mr. Robot', por ejemplo. Las partes que ellos nos cuentan, o vemos a través de sus ojos, hay que tomarlas como su versión de los acontecimientos, no necesariamente cómo han ocurrido en realidad. Pero, ¿se inventó OA toda la historia?

La razón por la que nos hacen dudar es por los libros que encuentra Alfonso en su casa pero yo os hago otras preguntas: ¿Qué hacía el consejero del FBI por la noche, a oscuras, en una casa en la que no están los ocupantes? ¿OA podría pedir, sin acceso a Internet, libros a Amazon y que llegase ese paquete a su casa sin que nadie se de cuenta? ¿Se leería todos esos libros de cabo a rabo para documentarse para su relato? ¿Los guardaría allí de esa manera para que cualquiera pudiese encontrarlos? ¿Por qué miente el del FBI a Alfonso diciendo que no sabe nada de la historia de OA? ¿Puso él los libros allí para desacreditar la historia de ella? ¿Por qué?

Pero dejando esas cuestiones de lado, que están implícitas en la serie por una razón, imaginemos que todo lo que ha dicho es invención de ella, que fue una forma de afrontar la situación que vivió. ¿Cambia eso algo? “Los artistas mienten para decir la verdad”, se dice. El poder de las historias que nos contamos puede llegar a cambiarnos y cambiar nuestra realidad o, por lo menos, como vemos el mundo que nos rodea. Incluso nuestro pasado y lo que somos como individuos son historias que nos contamos a nosotros mismos.

Si OA no es un ángel, si nada ocurrió realmente, si es una simple mujer marcada por la tragedia; eso no cambia nada para nosotros. La historia, en cambio, sí les cambió la vida, a ella y a otras personas, y gracias a eso pudieron hacer juntos algo extraordinario. Aceptaron el regalo de abrirse al mundo y la responsabilidad que ello conlleva. Sin escudos, sin intelectualizarlo, sin egos, en equipo. Una vez que ves ya no puedes dejar de ver. ¿Es eso una mentira? ¿No ha cambiado su realidad? ¿No ha completado el ángel su misión? Salta a una invisible corriente de aire que te lleva, como un salto de fe... ¿Homer?

“Inventé una mentira, pero al creértela has descubierto la verdad acerca de ti. Lo que era verdad en esa mentira sigue siéndolo fuera de ella.” - V de Vendetta

Sobre este blog

Etiquetas
stats