La ley del corazón Review: 5 claves de un sorprendente estreno en Nova

La ley del corazón Review: 5 claves de un sorprendente estreno en Nova

Por Betty M. Martínez

Sorprendente. Es quizá la mejor definición para el estreno de ‘La ley del corazón’ en Nova. Sorprendente, primero, por inesperado. Llevábamos semanas viendo las promos de ‘Enamorándome de Ramón’, pero en apenas un par de días nos enteramos de que esta producción colombiana será quien cubra el hueco que dejará ‘La doña’. Pero las sorpresas no terminan ahí.

¡¡CUIDADO SPOILERS!!

Se rompe el duopolio

La segunda razón por la que es sorprendente es porque rompe ese duopolio que existe en Nova entre las producciones de Televisa y las de Telemundo. Esta vez, ni una ni otra. La cadena española ha decidido apostar por RCN, algo que hacía bastante tiempo que no ocurría.

Y esa apuesta se agradece. Da a los telenoveleros españoles la oportunidad de ver qué hace en la actualidad una productora de la que guardamos grandes y magníficos recuerdos. Los más veteranos aún recordarán la maravillosa ‘Café con aroma de mujer’ y es casi seguro que nadie ha olvidado todavía ‘Yo soy Betty, la fea’.

Pues ambas historias son un producto made in RCN, así que con esos antecedentes, queda claro que esta productora sabe hacer telenovelas. Y de las buenas. Además, el guion de ‘La ley del corazón’ es de la recordada Mónica Agudelo (‘La hija del mariachi’), con lo que las referencias son inmejorables. Ahora solo toca esperar para ver si ‘La ley del corazón’ cumple con las expectativas.

La perfección hecha galán

Pero vayamos a la historia. Comencemos por el galán. No he visto ni una semana de esta telenovela, pero hay algo que ya tengo muy claro. Quiero un Pablo Domínguez en mi vida. Yo creo que al lado de galán, caballero, educado, atento, simpático, cariñoso, buena persona y demás calificativos positivos deberían colocar en el diccionario una foto del personaje que interpreta Luciano D’Alessandro. En serio, ¿se puede ser más perfecto?

Que conste que tantas cualidades juntas me dan un poco que pensar. ¿Será capaz de sostenerse en el altar toda la historia o aterrizará en el suelo cual ídolo con pies de barro?

Mientras no veamos su evolución quedémonos con la esperanza de que sea posible que exista alguien capaz de subirse a una grúa para rescatar los objetos personales de una mujer en apuros (secador de pelo incluido), que la ayude a colocarse el vestido de novia justo antes de entrar en la iglesia para casarse (con otro) y de acompañarla como todo un caballero en el peor día de su vida. En serio, ¿cómo se puede ser tan perfecto?

Pero, es que, además de caballero, es eso que se llama un señor. Se ha divorciado de su esposa, pero no de sus hijos, que, encima, no son suyos biológicamente hablando, pero sí de corazón. Y no lo dice dientes para afuera. No. Actúa como tal. Y, por si fuera poco, es un brillante abogado. En serio, ¿cómo se puede ser tan perfecto?

Una protagonista por conocer

En serio, Julia, te envidio profundamente. Eso sí, me alegro de que haya encontrado a alguien que, aparentemente, esté a su altura. Te conocemos menos. Por ahora nos han contado menos cosas de ti y quizá sea ese uno de los atractivos de esta telenovela. Ya lo sabemos casi todo del galán, pero la protagonista es casi una desconocida. ¿Qué sabemos del personaje de Laura Londoño? Que es abogada, que se iba a casar, que su madre es todo un personaje (en el buen sentido del término) y poco más. No hay traumas aparentes, ni un pasado desdichado, ni infortunios familiares…

Eso sí, ya apunta maneras. Otra novia en su lugar se habría desmayado al ver a la policía llevándose al novio en plena boda, pero ella aguantó estoicamente.

Lo malo es que ha resultado un poco chirriante que una mujer tan inteligente no entendiera por qué culpaban a Camilo de la muerte de la prostituta y no a sus amigos. Julia, por favor, que dos más dos son cuatro. En España y en Colombia.

En cuanto a la pareja en sí, es más que evidente que hay feeling. No sé a qué velocidad desarrollarán su romance, pero la verdad es que estos primeros momentos están siendo muy interesantes. Es divertido ver cómo reaccionan cada vez que se encuentran. Aún mantienen las distancias por eso de que él piensa que ella está enamorada de otro y ella cree que él está casado, pero, quitando esos pequeños detalles, es imposible esconder la química que los une.

Unos terceros en discordia muy intuitivos

Y si los protagonistas se hacen los remolones con sus sentimientos, los terceros en discordia nos han salido muy avispados y ya han olido el peligro.

Camilo aún no ha visto la especial sintonía que tiene su novia con Pablo, pero ya le ha advertido que tenga cuidado. La verdad es que su comentario ha sido bastante machista, pero es que el personaje es bastante machista. Además, Camilo, ¿tenemos que recordarte que te acostaste con otra la noche antes de casarte? Suerte tienes que Julia aún te mire a la cara. No tengo yo muy claro si habría muchas mujeres dispuestas a ir a verte a la cárcel después de tu despedida de soltero.

Pero, seamos justos, que seas infiel no te convierte en asesino. Y, la verdad, el asesinato de Patricia ha conseguido intrigarme. Puede que Camilo la haya asesinado, pero también puede que no. La verdad es que esto de ‘Quién mató a Patricia Ramírez’ puede ser una línea argumental que dé mucho juego.

Pero, a lo que vamos, Camilo es el evidente tercero en discordia. Por mucho que ahora sea el novio, que su todavía novia se muestre comprensiva y él esté todo arrepentido de sus errores, enfrente tiene a un digno rival que ya ha conseguido captar la atención de Julia (y la nuestra) y, lo siento, Camilo, pero a día de hoy entre Pablo y tú la elección es muy fácil. Eso sí, me da la impresión de que el personaje que interpreta Sebastián Martínez va a ser lo suficientemente hábil como para no ponerle las cosas fáciles al galán.

Además Camilo va a contar con una aliada. Jimena, la ex mujer de Pablo, sí se ha dado cuenta ya de que Julia no es una abogada más para el que fuera su marido. ¿La prueba? Que primero le dijo a Pablo que lo quería fuera de su vida y de la de sus hijos y, en cuanto lo vio con Julia, le pidió que, por favor, siguiera pendiente de los niños. Donde dije Digo digo Diego o, mejor dicho, voy a aprovecharme del cariño que siente mi ex por mis hijos para, poco a poco, atraerlo de nuevo a mi vida.

Pablo, ten cuidado, porque Jimena va a chantajearte emocionalmente y, lo que es peor, tiene las de ganar porque ya te hemos oído más de una vez que “por los niños, lo que sea”. Pero hay una cosa que no entiendo. Se supone que se divorciaron porque Jimena le fue infiel a Pablo (salvo que yo entendiera mal), entonces, ¿por qué se hace ella la víctima?

Tramas y subtramas para todos los gustos

Pero al margen de la gran historia romántica, ‘La ley del corazón’ ofrece mucho más. El hecho de ambientarse en un bufete de abogados hace que las tramas y subtramas se multipliquen casi exponencialmente.

Primero, porque hay un buen número de abogados en el bufete. A mí aun me cuesta recordar los nombres de todos ellos (es que son muchos), pero ya les he ido adjudicando algún que otro mote: el fumador, el mujeriego (estos dos van a acabar mal), el imprudente, etc. Lo divertido es que son completamente distintos, pero cuando interactúan generan una sensación muy natural. Algunos personajes están bastante estereotipados, pero no actúan de forma encorsetada. Todo lo contrario. Y se agradece mucho esa agilidad en los diálogos, ese ritmo en los planos, los movimientos de cámara, etc. Además, las relaciones que vamos intuyendo que se van a dar entre ellos pueden regalarnos grandes momentos.

Segundo, porque donde hay abogados hay clientes y ya hemos conocido a algunos: el transexual que reclama la custodia de su hijo, el cirujano que quiere los derechos de autor de una cirugía plástica, el padre que no paga la manutención pese a tener dinero, víctimas de violencia de género…

Quizá sea en el mundo “clientes” donde esté la gran sorpresa de esta telenovela. Por un lado, hay situaciones realmente cómicas (abogado reconvertido en taxista – fontanero), que nos recuerdan el fino sentido del humor de las telenovelas colombianas. La escena del abogado mujeriego (prometo aprenderme los nombres a la mayor brevedad) analizando el trabajo del cirujano plástico es digna de ser recordada por surrealista e hilarante.

Por otro lado, también nos hacen pensar sobre determinadas situaciones que se dan en nuestra sociedad. Y lo interesante es que los personajes reflexionan con nosotros. La reunión de todos los abogados hablando del caso del transexual ha sido el mejor ejemplo. Era una secuencia de una telenovela, pero podría ser una charla de amigos en una cafetería. Cada uno expone su opinión, igual que podríamos hacer en nuestra casa y con ello consiguen transmitir esa sensación de naturalidad, de proximidad con el espectador y eso no es nada fácil, así que justo es reconocerlo.

En resumen, solo puedo decir que ‘La ley del corazón’ es sorprendente. Su llegada ha sido sorprendente por inesperada, pero la telenovela es sorprendente de por sí. Hacía mucho que no veíamos una producción tan interesante por novedosa, por diferente, por innovadora, por la cantidad de alicientes que nos ofrece… ¿Qué es más lo interesante? ¿El romance entre Pablo y Julia? ¿Descubrir quién mató a la prostituta? ¿Qué nos provoca más curiosidad? ¿Ver cómo termina el triángulo entre el fumador, el mujeriego y la novia del primero? ¿Saber qué pasará con la custodia del hijo del transexual?

No ha hecho más que empezar, pero yo ya le he dado mi veredicto. Hay que verla. Sí o sí.

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