'Girls' Season Finale: La serie se despide fiel a su identidad

'Girls' Season Finale: La serie se despide fiel a su identidad

Por Marta Ailouti

Desde que empezó la sexta temporada de ‘Girls’, desde que en la quinta anunciaron su final, en realidad, no hemos hecho otra cosa que despedirnos de ella. Para ser honestos, me preocupaba que no fuera a ser así. Que después de estas tres últimas temporadas escribiendo sobre la serie, un día se acabara y no me hubiera dado cuenta, como si fuera Hannah colándome en la casa de Shoshanna, justo antes de que esta nos rompa, justo en ese instante en que uno comprende que algunas historias ya estaban rotas antes de que se acabaran.

Después la vida sigue y es un consuelo pensar que sucede así. Que no todo termina con el regusto de un fundido a negro y que ‘Girls’ continúa también, de algún modo, fuera de la pantalla. Su final no suena a final sino a “día después”. Como si no acabara de ocurrir nada en el episodio anterior, como si ‘Goodbye tour’ no fuera un pequeño diamante –ya sabéis, de los que duran para siempre– y como si antes incluso de eso no nos hubieran respondido ya a la pregunta de “qué vamos a hacer ahora con Adam”. ‘Latching’, y así lo veo yo, es mucho más que un buen final. Porque la vida, a fin de cuentas, no se apaga de golpe después de que los demás se hayan ido. Al día siguiente uno tiene que volver a levantarse igual.

¿Me acompañáis por este paseo una última vez?

¡CUIDADO SPOILERS!

En realidad, el décimo capítulo de ‘Girls’ llega cuando todo lo demás ya ha sucedido. ‘Latching’ es todo lo que pasa fuera de la pantalla. Dentro, por ejemplo, tenemos a Elijah con su billete de ida a Broadway y a Ray y su final feliz de comedia romántica. Tenemos a Adam y aquel intento fallido de reconstruir su historia con Hannah cuando volvió a nuestras vidas durante al menos un capítulo para, poco después, poder regresar a la de Jessa. La tenemos a ella, temperamental y rota, y su sincera y bonita reconciliación con Hannah. Y a Shoshanna, a un paso del altar, entre un nuevo grupo de amigos en el que al fin, tal vez, podrá encontrar su sitio.

Sobre padres e hijos

En medio de este panorama donde hasta Tad parece feliz con su nueva vida, el último episodio de la serie resulta más un bonus extra que un final. Un capítulo sobre la maternidad, la amistad y la familia protagonizado por tres mujeres muy distintas: Loreen, Hannah y Marnie. Un episodio a la medida de ‘Girls’, en realidad, que tira de identidad propia para recordarnos que la serie siempre fue fiel a su propia naturaleza y no a nuestra voluntad.

‘Latching’ es una última lección que supone un broche final a su primer episodio, aquel que empezaba, precisamente, con Hannah y sus padres. Ahora es ella la que se siente rechazada por su propio hijo. Y, sin embargo, sabe que no podrá abandonar, que los hijos son crueles con sus progenitores –la propia presencia de Loreen lo refuerza–, y es tarea de los adultos estar siempre ahí muy a pesar de ellos mismos.

Los otros finales felices

De paso, y si creíamos que ‘Girls’, la serie con capítulos como ‘American Bitch’ (6x03), se iba a despedir sin darnos su visión particular de la maternidad, es que poco la hemos conocido. Y es que Hannah también tiene su propio final feliz. Una felicidad amarga, eso sí. Auténtica y real, como es la ficción. Con insomnio por las noches y un miedo inconsolable al rechazo o a poder fallar al niño.

Por fortuna, tiene a su madre de su lado para ponerle en perspectiva, y a una incansable Marnie, que no piensa abandonarla. Ella al menos regresa a nuestras pantallas, muy a lo Adam, para reconciliarse con su público después de una temporada especialmente odiosa. Lo he escrito otras veces, es imposible no entender las costuras de esta Marnie, capaz de abandonar todo por demostrar lo buena amiga que es, que al final, cuando se rompe, siempre es capaz de conquistarnos.

Su última promesa, que tal vez estudie derecho, es un chispa de luz en un pozo de oscuridad. Porque Marnie, mi querida Marnie, siempre ha necesitado al otro para existir. A Charlie, a Desi o a Ray. Incluso, cuando estos han fallado, a la propia Hannah. Pero las relaciones, palabra de Loreen, tienen que ser algo más. No se puede ser feliz con nadie al lado, si antes uno no es capaz de serlo consigo mismo.

Despedida

Con todo, cuando ‘Latching’ llega a los créditos, no suena a definitivo y, sin embargo, es un buen final. Como si ‘Girls’ se hubiera despedido para irse a vivir a otro país. No significa que deje de existir, solo que ya no la volveremos a ver más. Así son las cosas ahora. Hasta Hannah lo sabe y lo acepta. ¿No sentís esa extraña tranquilidad al escucharla por última vez?

A nosotros, nos quedarán seis años de capítulos perfectos e imperfectos. De trocitos de televisión inteligente, valiente y desafiante, capaz de arriesgar e innovar, de hacernos reír, llorar y asombrarnos. Seis años de libertad creativa, de “historias de mujeres que merecen ser contadas”, de escenas que no supimos entender, que consiguieron removernos o cuestionarnos a nosotros mismos. De magia. Absoluta y auténtica magia. Lo que Lena Dunham, Kenni Konner y Judd Apatow lograron muchas veces fue llegar a esa parte de nosotros donde otras series ni si quiera consiguieron acercarse.

En lo personal, ha sido un verdadero placer acompañaros por aquí en este recorrido por algunos de sus capítulos desde hace tres temporadas. Espero que hayáis disfrutado tanto como yo. Seguro que volveremos a coincidir. Hasta entonces, ¿qué tal si nos despedimos con música?

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