Sin tu mirada Review Estreno: Un regreso a los clásicos

Sin tu mirada Review Estreno: Un regreso a los clásicos

Por Betty M. Martínez

Quienes ya han leído alguna de mis reviews sobre telenovelas, saben que cada vez que empiezo a ver algún remake digo lo mismo. Las comparaciones son odiosas. Y esta vez no es la excepción. Nova ha decido traer a España Sin tu mirada, remake de un clásico como fue Topacio (Esmeralda en la primera versión de Televisa). Lo curioso es que ambas, con bastante éxito en su momento, fueron a su vez versiones de la Esmeralda protagoniza en 1970 por Lupita Ferrer (Cristal).

Eso sí, hay que reconocer que en esta ocasión el remake cuenta con una cierta ventaja y es que las versiones anteriores se estrenaron hace ya unos cuantos años. Topacio, protagonizada Grecia Colmenares y Victor Cámara se estrenó en Telecinco a principios de los noventa y la versión mexicana con Leticia Calderón y Fernando Colunga se vio en TVE en 1997.

Así pues, Sin tu mirada puede ser una buena oportunidad desde un doble punto de vista. Por un lado, permitirá recordar a los telenoveleros más veteranos una historia que gustó mucho en su momento y, por otro lado, hará que los más jóvenes conozcan la trama escrita por Delia Fiallo.

¡¡CUIDADO SPOILERS!!

Una historia de siempre

Comencemos por el principio. ¿De qué va Sin tu mirada? Pues de la historia más clásica que puede darse en el mundo telenovelero. Joven humilde, que, encima, es ciega, se enamora de joven de buena familia. A esta premisa básica se unen otros elementos también convencionales. Él tiene novia y todos se oponen a la relación.

Y para enredar más la madeja resulta que ni él ni ella son quienes creen ser puesto que fueron intercambiados al nacer. ¿Qué significa esto? Pues que el apuesto heredero de la hacienda es en realidad el hijo de un campesino y que la modesta muchacha es, en realidad, la hija de los señores.

Todo esto y apenas llevamos unos pocos capítulos, así que la historia promete porque obviamente todo este entramado no hace más que complicarse según avancen los acontecimientos. ¿Cuánto tiempo podrán mantener oculto el engaño? ¿Cómo reaccionará el orgulloso patriarca al descubrir la verdad? ¿Será esa “verdad” el mayor problema para el romance entre Marina y Alberto o hay otras amenazas más peligrosas?

Reconozco que, si siguen la historia original, yo ya me sé las respuestas a algunas de estas preguntas, pero creo que puede ser interesante descubrir poco a poco si varían o no el desarrollo de los hechos.

Renovación de caras

A priori, uno de los grandes aciertos de este remake es que para los papeles protagonistas han apostado por actores noveles en estas lides. ¿Por qué? Porque si ofreces una historia que el público ya conoce, tienes que ofrecer algo nuevo para que le apetezca volver a ver algo que ya vio antes. ¿Me he explicado?

Pues bien, en este caso esa apuesta ha sido la de los protagonistas. Ambos tienen a sus espaldas otros trabajos, pero es la primera vez que Claudia Martín y Osvaldo de León llevan sobre sus hombros el peso de los roles principales, lo que hace que sintamos curiosidad por ver a esta pareja. Además, tratándose de una producción de Televisa casi hay que dar gracias de tener que aprendernos nuevos nombres. Y por lo que hemos visto hasta ahora parece que la elección ha sido bastante correcta.

Es muy interesante la forma en que han enfocado el papel de Marina. Es cierto que para ser ciega se desenvuelve con bastante soltura en su entorno, pero no hay idealizaciones. Marina se tropieza y se cae, lo que entra dentro de lo lógico dada su condición. Ha conseguido desarrollar el resto de sus sentidos y sabe defenderse, pero no es una superheroína. Se agradecen esas pequeñas dosis de realismo porque dan credibilidad al personaje. Igual que esos pequeños momentos en que todo se centra en lo que ella escucha. Nos conectan con ella.

En cuanto a Osvaldo de León, he de reconocer que me gusta que se den este tipo de oportunidades a actores que llevan años lidiando con roles secundarios o incluso con villanos. Considero que es una forma de reconocer el trabajo realizado y, sobre todo, es también una forma de minimizar riesgos porque, a veces, el apostar por actores recién salidos del CEA no siempre da los resultados esperados. El tiempo dirá si Osvaldo de León aprovecha esta oportunidad, tal y como hizo Fernando Colunga en su momento.

Además, creo que la pareja protagonista funciona bastante bien. Ella representa perfectamente ese rol de joven ingenua deslumbrada por el galán que le presta atención y él muestra sin problemas las dudas que le provoca su relación con Marina.

Aluvión de terceros en discordia

Donde me he llevado una sorpresa ha sido en los terceros en discordia. Por un lado, Scarlet Gruber. La actriz ha sonado como protagonista de cuanta telenovela se ha producido desde que participó en Tierra de Reyes, pero, sin embargo, ha reaparecido como tercera en discordia. Si Andrea del Junco tenía carácter, Vanessa se muestra como la perfecta niña bien que busca asegurarse a toda costa su futuro. ¿Cómo? Con una buena boda con un buen partido. Por ahora sigue el guion, pero ya veremos si mantiene la buena letra según vaya ganando confianza con Paulino. Por cierto, para los amantes de las curiosidades. En Topacio, si la memoria no me falla, este papel lo interpretaba Jeannette Rodríguez.

Por el otro lado tenemos a Carlos de la Mota, que ya casi parece el perejil de todas las salsas. Sale en prácticamente todas las telenovelas que Nova emite por las tardes. Aquí rompe un poco el rol al que yo estaba acostumbrada. Ya no es el mejor amigo del galán de turno, ni un personaje secundario de relleno. Aquí va a pelear por la chica. No sé cómo lo hará en Sin tu mirada, pero he de reconocer que de este rol no guardo buenos recuerdos en las versiones anteriores. Veremos cómo enfocan aquí este tema porque, por ahora, sigue la trama clásica. Isauro salvó a Marina del fuego, lo que le desfiguró el rostro. Por lo tanto, Marina tiene una obligación moral de estar con él. Piensa él, claro.

Por ahora no han aparecido, pero podemos ir avanzando que estos dos no van a ser los únicos dolores de cabeza para la pareja. Próximamente llegará Lucrecia, interpretada por Candela Márquez, que parece condenada a ser la nueva Ana Patricia Rojo en esto de amargarles la vida a los protagonistas. Y también aparecerá Juan Martín Jáuregui como Ricardo. Pero no voy a decir nada más, que aún estamos arrancando.

Así que, por el momento, hay poco más que añadir. Estamos empezando a profundizar en la trama y, al ser una versión, sería injusto seguir avanzando cuestiones porque, como ya he dicho, aún está por ver qué innovaciones van a incluir, pero para saber si innovan o no habrá que seguir viéndola y yo, al menos, tengo curiosidad por ver si el futuro le depara a Marina lo mismo que en el pasado vivieron Topacio y Esmeralda.

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