‘Pretty Little Liars' Review 7x13: Jugando con fuego

Por Paola Rojas

¡Cuidado spoilers! El que avisa no es traidor…

El macabro juego de ‘A.D’, siempre conocido como ‘A’, cada vez va a peor. Las pruebas y el chantaje emocional al que somete a Spencer, Emily, Hanna y Aria son cada vez más difíciles de superar. ¿Acaso no es posible destruir el tablero y parar así el juego? O tal vez simplemente pasar el turno e ¿ignorar las órdenes? Pues, tristemente, no. Si quieres saber por qué, continúa leyendo para conocer todo lo que ocurrió en el capítulo de 'Pretty Little Liars'.

Profesionales del hackeo

Quien diría que nuestra inocente Aria podría llegar a ser tan… ¿práctica? Con unos conocimientos perfectos en informática, le explica rápidamente todo a Emily respecto al dispositivo de control de datos que deben usar cuando hablen con Sydney, una de las compinches de Jenna desde siempre, para obtener toda la información de su móvil. Emily, que la mira con cara de asombro debido a que Aria será experta en moda, maquillaje, bolsos…pero ¿informática?, le pregunta que como sabe todo eso, mientras que ella se limita a contestar que se lo enseñó Caleb esa misma mañana.

Un comportamiento un tanto sospechoso que se pone aún peor cuando abordan a Sydney y Aria directamente la estampa contra la pared y le retuerce el brazo haciéndole una llave. Pero Aria, ¿desde cuándo has dejado a la niña dulce de lado? ¿Nos estarán dando pistas sobre algo que se nos escapa con este nuevo comportamiento de Aria? Recordemos que son muchas las teorías que circulan en Internet señalando a Aria como la acosadora desde siempre por varios y descabellados motivos que puedes leer una aquí. ¿Opinas lo mismo? Yo solo digo que…como finalmente el acosador sea alguna de ellas…los guionistas de esta serie no van a tener lugar seguro en el mundo para huir del ‘fandom’ de PLL.

Otra víctima mortal

Como dice el dicho: ‘hay quienes nacen con estrella y otros estrellados’, y Toby parece pertenecer a ese segundo grupo de personas donde nunca nada les sale bien. Cuando por fin había rehecho su vida con Yvonne después del duro desenlace con Spencer, tras superar los tiempos difíciles del instituto y lidiar con ser el hermanastro de Jenna con lo que eso conlleva, esperábamos que por fin se alejase de ese pueblo maldito y pudiera tener una vida normal. Pero, como ya dijo ‘A’, nadie escapa de Rosewood y provoca un accidente en el coche en el que viajaban ambos. Tras la fuerte colisión, Toby se recuperó pero Yvonne quedó en coma durante un tiempo hasta que consiguió recobrar la conciencia.

Esperanzados con lo que harían en cuanto salieran del hospital, Toby le propone casarse ese mismo día, total, lo iban a hacer de todos modos y para qué seguir esperando. Tras el simbólico intercambio de anillos entre ambos, comienzan a fantasear con las vacaciones de luna de miel, de sus primeras navidades…Pero vemos como la cara de Yvonne va cambiando. Algo no va bien y…efectivamente. La pobre chica acaba muriendo y Toby, roto, cae al suelo del dolor abrazado a Spencer. Parece que la felicidad no está hecha para él.

Consecuencias

Le llegó el turno a Hanna. Es el momento de que cumpla la misión que le manda el juego a cambio de otra pieza de puzzle. Caleb, que acaba de enterarse de todo gracias a un esperpéntico maniquí imitando a Hanna y que ‘A’ mete en su piso, le dice a Hannah que deje de jugar o que por lo menos le permita intentar desactivar el juego. Hanna, que está ya harta le dice que vale, que intente desenchufarlo. Mientras tanto, la misión en esta ocasión es que Hanna vistiera con un minúsculo traje oriental en la importantísima reunión que tenía con los inversores de la compañía para la que trabaja y que es de su amigo Lucas. Tras pasar por la humillación de tener que vestir así para darle el gusto al juego, no llegar a cumplir su objetivo tras recibir la llamada desde el hospital donde se encuentra Caleb por una fuerte intoxicación, fruto de un gas venenoso que salió disparado del juego cuando Caleb intentaba manipularlo.

Como consecuencia, ‘A’ no les entrega esta vez ninguna pieza y pasa a la acción enviando al cuerpo de policía de Rosewood la prueba de que Rollins, el estafador y ex marido de Alison que tanto buscan, en realidad está muerto. Un dedo cortado llega como paquete a la comisaría y los presentes rápido se ponen manos a la obra para proceder al examen forense para determinar a quién pertenece ese miembro. Las cosas empiezan a ponerse serias de verdad porque, si ‘A’ decide desvelar que fueron ellas las que, por accidente, mataron a Rollins tras el atropello y que encima lo enterraron encubriendo así todas las pruebas, solo les deparará un futuro: la cárcel y una larga condena. Tiene que actuar ya y contraatacar, ‘A’ debe dejar de ser intocable en algún momento.