‘The Flash’ 03x18 Review: El secreto de Savitar

‘The Flash’ 03x18 Review: El secreto de Savitar

Por Alberto Rodríguez

Lamento comenzar esta review comunicando que de nuevo esta semana el episodio de ‘The Flash’ 03x18, titulado ‘Abra Kadabra’, sólo estará disponible bajo demanda en versión original subtitulada. Me temo que la versión doblada se va a hacer esperar, pero mientras tanto, ‘show must go on’, y en vista de que han pasado semanas desde la emisión de este episodio en USA –y por tanto está al alcance de todo el que lo busque en la red–, nosotros seguimos adelante con las aventuras de Flash, que esta temporada se nos está escapando un poquito.

El capítulo de esta semana viene a remover las aguas un tanto estancadas del sino de nuestros amigos. La cruz de la fatal profecía que se cierne sobre Iris empieza a pesar, sobre todo a Barry, que no sabe cómo va a salir de ésta. Y mira que ha salido de muchas. Pero un enemigo del futuro se encargará de darle un poco de vidilla. ¡Empecemos!

Spoilers en un abracadabra!)

Gypsy oculta algo

Tenía que pasar. La recaudadora tenía que volver. ¿Cómo iba a dejar plantado a Cisco después del beso de película con el que se despidió la última vez? El problema es que por norma general cuando Gypsy acude a Tierra 1, su visita suele traer aparejada la incursión de alguna alimaña que va cometiendo crímenes a diestro y siniestro. Y en esta ocasión, el sujeto era un prestidigitador del futuro llamado, cómo no, Abra Kadabra.

El tipo, con unos aires a lo ‘Anthony Blake’, se había dedicado a robar en empresas tecnológicas de Tierra 19 y ahora estaba haciendo lo mismo en el mundo de Barry y los demás. Pero el muy osado, no contento con profanar las sedes de estas industrias, se coló también en Laboratorios S.T.A.R. para robar al mismísimo equipo Flash. ¿A quién se le ocurre?

Pues a él. Porque al venir del futuro, conocía la identidad de Barry e incluso su problema con Savitar y Iris. Así que cuando le capturaron en pleno asalto a los laboratorios, el villano jugó esta carta y a cambio de su libertad, ofreció a Barry revelarle la identidad de Savitar. ¿Recordáis que hace un par de capítulos nuestros héroes llegaron a la conclusión de que bajo la armadura del dios de la velocidad había un hombre al que se podía herir?

Pero Gypsy, que llevaba mucho tiempo detrás de Abra Kadabra, no estaba dispuesta a aceptar el chantaje. Cisco detectó rápidamente un tono de desdén en la forma en la que quería llevárselo consigo a Tierra 19. Y tras sondearla, llegó a la conclusión de que el prisionero le había arrebatado a alguien importante. ¿Un familiar? O peor, ¿un novio?

Confío en ti, Julian

El día que Joe se convirtió en policía asumió dos juramentos: hacer cumplir la ley y proteger a su familia. ¿Adivináis cuál de los dos tiene prioridad? Pues esta misma pregunta le hizo a Gypsy para justificar que dejara escapar a Abra Kadabra.

La situación no estaba tan clara para él. Cualquier posibilidad de salvar a su niña bien valía la pena cualquier intento por sonsacar al villano. Obviamente la idea era engañarle. En cuanto Abra le hubiera revelado la identidad de Savitar, él le hubiera obligado a volver a la celda. Para ello le estaba apuntando con un rifle en todo momento. Pero Gypsy irrumpió en escena, alertada por las cámaras de los laboratorios, y el criminal se desvaneció.

A continuación se dirigió a la ‘sala del futuro’, la que escondió el ‘malvado Doctor Wells’ en la primera temporada. Y ante mis ojos atónitos de espectador, llevó a cabo un nuevo truco: abrir un recoveco en la pared que albergaba una luminosa esfera del tamaño de una pelota de pin pon. Ésta era la fuente de energía para activar una máquina del tiempo que había construido con toda la tecnología que había estado robando. Su objetivo era volver a su futuro. Otro que está atrapado en el pasado, pero bueno, ¿cómo se las apaña esta gente para meterse en estos desaguisados temporales?

Pero claro, la escapada no iba a ser tan fácil. Todo el mundo acudió en su búsqueda cuando saltaron las alarmas en las instalaciones. Así que antes de coger el ascensor para marcharse, el mago con nanotecnología les regaló una explosión que les hizo saltar a todos por los aires. ¿Está bien todo el mundo? ¿Estás bien, Caitlin? ¡No, me he clavado una barra metálica en el costado, pero no pasa nada, Julian, vas a operarme!

Sí, amigos. Cuando el argumento no podía volverse más surrealista, llega la Dra. Snow y se pone chula. Aguantando el dolor y permaneciendo despierta en su propia operación, sólo necesitaba un espejo para guiar la intervención y unas manos firmes que acometieran la labor. ¿Y no sería mejor dejarte usar tus poderes de metahumana, con los que te regenerarías en un periquete, y así nos evitamos este trauma? ¡Eso nunca, antes la muerte!

Pues al lío. Ya que no podían llevarla a un hospital para que no descubrieran que era metahumana, lo más parecido a un médico era Julian. ¡Qué bonita forma de estrechar lazos, ahora que las cosas andaban un poco frías entre ellos! Pero por una amiga, casi novia, se hace cualquier cosa. Y aunque la escena fue un poco desagradable, salvo por la extracción de la esquirla final, hay que decir que el Dr. Julian Albert estuvo a la altura de la situación. ¡Bravo!

Y lo mejor de todo es que el hecho de que Caitlin le eligiera para acometer la operación, la manera en la que confió su vida en sus torpes manos, hizo ablandarse al joven forense. Así que parece que tenemos una nueva pareja en el horizonte.

Celos de Savitar

Gypsy estaba fastidiada. Habían dejado escapar a Abra Kadabra y encima no habían conseguido sonsacarle la identidad de Savitar. Pero había algo más detrás de ese resquemor. Y Cisco estaba dispuesto a preguntárselo. Y ella, a contárselo: Abra Kadabra asesinó a balazos a su novio, con el cual trabajaba.

Tenía un buen motivo para estar enfadada. Eso era verdad. Pero sola no lograría atrapar a Abra. Necesitaba la ayuda de Barry y Wally, aunque se sintiera traicionada. Y eso es algo que comprendió rápidamente. Por tanto, los dos velocistas y los dos vibradores salieron de caza.

En una intrincada coreografía a lo largo de la ciudad, combinando carreras con aperturas de portales, persiguieron al malvado montado en su máquina del tiempo en lo que parecía el juego del ‘comecocos’. Y justo cuando parecía que escaparía al futuro, Barry le sacó de la nave con un movimiento magistral.

Antes de marcharse con Gypsy para ser ajusticiado, un vulnerable Barry apeló a su dimensión humana para que le confesara el dato que le ayudaría a salvar a su prometida. El secreto de Savitar. Y Abra, al que se le había acabado lo de pavonearse, abrió la boca en lo que parecía un discurso sincero: le confesó que durante mucho tiempo Flash y él habían sido enemigos. Pero la forma en la que le había herido Savitar con la muerte de Iris le había tocado de una manera inigualable, lo cual, le hizo hasta sentir celos de él. Pero ahora que veía a Barry suplicando, sentía cómo si él mismo tuviera que matarla. Y haciendo gala de una ruindad inhumana, dejó al muchacho plantado mientras caminaba hacia su destino en Tierra 19.

Así mismo, Gypsy le preguntó a Cisco en qué punto les dejaba esta última aventura y la revelación que le había hecho. Y el muchacho, no supo qué decirle. De momento, con eso bastaba. Pero no para Barry. Harto de que sus enemigos le llevaran siempre la delantera por conocer el futuro, decidió que tenía que correr precisamente hacia éste para enterarse de la forma de salvar a Iris. ¡Nooo! ¿Otra vez? ¿Es que no te has enterado todavía de que los viajes en el tiempo fueron los que provocaron flashpoint, la anomalía que puso todo tu mundo pata arriba? ¡Cómo se van a poner los habitantes de la Fuerza Veloz cuando se enteren de que vuelves a las andadas! Los hay que nunca aprenden.

Pero la cosa no acaba aquí. Cuando parecía que habíamos llegado al culmen del episodio, y ya con H.R. de vuelta –¿alguien se dio cuenta de que no había aparecido en todo este tiempo?–, de repente Caitlin empezó a convulsionar sobre la cama en la que descansaba tras la operación. A pesar de los esfuerzos por recuperarla, el pitido constante del monitor del electrocardiograma avisaba de que la habían perdido. ¡A tomar por saco! Julian le arrancó el collar del cuello y sus poderes de metahumana empezaron a actuar. En cuestión de segundos la herida se curó. ¡Aleluya! Pero entonces, ¡bam! Todos por los aires. Una nube de hielo se arremolinaba en torno a la joven, y cuando se disipó, Killer Frost apareció en todo su esplendor. ¡Preparados para la acción!

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