'The Magicians' Review 2x01: Una vuelta sin respiro

'The Magicians' Review 2x01: Una vuelta sin respiro

Por Sabrina Rodríguez

'The Magicians' vuelve con un ritmo acelerado después de una season finale literalmente bestial. Empezamos justo donde lo dejamos y el primer episodio de esta segunda temporada no da ni un respiro. Todo es complicado, oscuro y lleno de malos recuerdos pero, si nuestros protagonistas deciden tomar las riendas de su propia vida con responsabilidad, podríamos ver un atisbo de esperanza... o no. Con esta serie nunca se sabe.

Cada vez nos alejamos más de la narrativa planteada en las novelas de Lev Grossman y todo indica que vamos hacia algo muy diferente. Me parece a mí que a partir de ahora ni lectores, ni seriéfilos sabremos por donde van los caminos de los magos y cuáles son los obstáculos con los que se van a encontrar. De momento y hasta ahora, los cambios han sido para bien en mi opinión.

¿Preparados para la segunda temporada? Si no habéis visto el episodio, hacedlo antes de seguir leyendo.

A continuación, un bosque mágico de SPOILERS.

¿Dónde nos habíamos quedado y hacia dónde vamos?

Empecemos con un pequeño resumen de dónde nos habíamos quedado porque empezamos temporada inmediatamente después. El plan de los magos para terminar con la Bestia (Martin Chatwin, víctima convertido en verdugo) ha fracasado estrepitosamente. Todo el mundo menos Quentin podría estar muerto o muy perjudicado (recordemos que Penny se ha quedado sin ambas manos). La traición vino de Julia que, sedienta de venganza, cree que pactando con la Bestia podrá acabar con Reynar, aquel dios asesino y violador. ¿La magia son todo sonrisas e ilusión? En 'The Magicians' está claro que no.

Quentin corre buscando ayuda y de nuevo vuelve a fallar por precipitarse y no confiar en el poder del semen divino (sigue sin gustarme eso de empoderar a la mujer de esta manera pero es lo que hay y tenemos que “tragar” para avanzar con la historia). Alice ha vuelto a la vida y con sus nuevos poderes ha ayudado como ha podido, pero se enfrentan a varios problemas: la Fuente de la magia se está secando por el abuso de Martin al beberla, todos han vuelto a la vida pero Penny tiene las manos en una caja y no hay un plan. Nuestros protagonistas se dan cuenta de que puede que no sean los héroes de su propia historia y Quentin, a la desesperada, regala en vano su sangre a una suerte de bruja de Hansel y Gretel. Fillory, como aprenderemos, puede llegar a ser muy hostil y los chicos están en desventaja fuera de su territorio porque aquí las normas del juego son otras.

Mientras algunos odian a Julia por lo ocurrido y Quentin intenta disculparla comprendiendo por lo que ella ha pasado, se dan cuenta de que nada de eso importa ya. El pasado es el pasado y hay que seguir adelante como sea. Es cuestión de supervivencia. Eso implica terminar con la Bestia antes de que vuelva a por ellos. ¿Cómo lo lograrán? Todos están desolados. Alice está bloqueada porque no sabe lo que hacer por primera vez en su vida. Ya no es una cosa de frenarse y no llegar a su total potencial, ahora toca crecer y convertirse en lo que tenga que convertirse. No está sola. Los miedos han de quedar atrás.

Entonces Quentin hace lo que mejor sabe hacer: releer los libros de Fillory en busca de pistas. Gracias a ello descubren que Penny podría curar sus manos en un río mágico o que Eliot, como rey, podría aprovecharse de ciertos privilegios y coronar a otros tres reyes (adorable Quentin pidiendo ser rey). El uso de los libros para salir de puntos muertos no es nuevo en la serie y es algo que me gusta bastante pero sería una pena que lo hicieran cada vez que nuestro protagonista necesita saber algo. Si así lo hiciesen sería un recurso barato. Espero que no lo quemen, les quedan cartuchos contados.

Es momento de tomar responsabilidad y madurar

Si hay algo que me gusta de 'The Magicians' es que bajo la fantasía, la aventura y la tragicomedia, se esconden historias muy humanas y comportamientos muy realistas. Los magos están en esa época en la que eres joven pero ya estás pasando a la edad adulta y toca tomar responsabilidad de tus actos y madurar. Todos tenemos momentos en los que nuestras costumbres infantiles asoman y somos los únicos responsables de trabajar en ello y mejorar. Ya no somos niños ni tiene que venir un adulto a decirnos lo que está bien o está mal. Nosotros somos los adultos. Y en Fillory hay consecuencias.

Penny se lo encontrará cuando su actitud y su arrogancia le hagan ser un poco bocazas con la persona menos indicada. Sus manos no están curadas y está claro que traerán problemas. Y es que Penny tiene buen corazón pero a veces peca de falta de intuición. Margo es la sarcástica del grupo y aún así fue amable con quien habría de prestarles ayuda, creo que precisamente porque intuición no es lo que le falta.

Cuando Penny intenta arreglarlo, no es desde un sentimiento de humildad, es más desde la desesperación de no poder usar sus manos para hacer magia (¿no tenía también poderes psíquicos? ¿dónde está la empatía?). Cuando dice que lo siente, no es verdadero porque no es haber actuado con arrogancia lo que siente. El guardián del río le advierte que necesita aprender la lección dada la posición en la que estará en el futuro. ¿A qué se referirá con eso?

Metaficción y cultura pop haciendo liviano lo profundo

Otra de las cosas que me encanta de 'The Magicians' es cómo se hacen referencias constantes a la cultura popular. La serie tira de la metaficción y a veces parece hecha por frikis para frikis pero, a la vez, todos esos momentos camp suelen ocurrir en el punto álgido de la emoción y de la evolución de los personajes. Lo cortés no quita lo valiente y, al no tomarse tan enserio a ellos mismos, los creadores consiguen un buen equilibrio entre el entretenimiento y la profundidad.

La escena de la coronación es ridícula (en el mejor de los sentidos). Está plagada de referencias pop noventeras porque el caballero, que está muerto pero sigue en su puesto de trabajo, está un poco desactualizado. Eliot se marca un monólogo de 'Dirty Dancing' con Alice como Baby y la caspa sigue con la ceremonia en la que unos a otros se coronan. Y funciona.

Funciona porque todos hacemos ese tipo de cosas con los amigos, porque cuando nos hemos enfadado hemos vuelto a hablar tirando de esas pasiones que nos unen y disculpándonos de una forma torpe y vulnerable. Porque ya no somos niños y tenemos que trabajar en nuestros “fallos de carácter” para no perder a la gente que queremos, aunque a veces no reconozcamos que nos importan. Porque errores cometemos todos pero no todos saben reconocerlo e intentar arreglarlo. Porque 'The Magicians' va de llegar a la edad adulta y la ceremonia de coronación es un ritual de paso que les hace ir hacia adelante y volver a hacer piña, tal vez más unidos de lo que estaban antes.

La oda al aficionado, al friki, al fan, la hace curiosamente Margo al coronar a Quentin y decirle que es un blanco fácil para que se metan con él porque es honesto con lo que la apasiona, pero que en el fondo eso, su pasión y su honestidad, es inspirador. Gracias, Margo, nosotros también te queremos.

Los magos están en muy mala situación pero se tienen los unos a los otros. En lugar de ser cobardes y huir de lo que ha pasado, se enfrentan a ello y siguen juntos hacia delante. Patrick Swayze estaría orgulloso. ¡Claro que sí!

El corazón del Rey

Si habéis leído mis reviews de la anterior temporada, sabréis que no me ha gustado lo que han hecho con Eliot en varias ocasiones. El matrimonio de conveniencia heteronormativo de la season finale ya fue la gota que colmó el baso. No fui la única que levantó una ceja y parece que los guionistas quieren redimirse de las críticas en esta nueva temporada. Los sentimientos, acciones y motivaciones de Eliot son mucho más creíbles, dando pie a que Hale Appleman (el actor que le interpreta) pueda regalarnos los mejores momentos íntimos del episodio.

Cuando por fin los chicos llegan a la armería que lo que tiene son libros (“un libro es un arma cargada” que diría Ray Bradbury, ¿otra referencia?), se dan cuenta de que han de volver a Brakebills para saber más de los hechizos de batalla. Pero Eliot se da cuenta de que él tiene otras responsabilidades. Ya no podrá ir de aventuras con sus amigos. Ahora tiene un reino que gobernar y otro tipo de problemas que solucionar.

La escena de despedida entre Quentin y él es preciosa y muestra que, debajo de toda esa fachada superflua, Eliot esconde a una persona muy interesante que sabe que tal vez tendrá que pasar así su vida. Y así lo elige. El abrazo que ambos se dan es un momento precioso, espejo invertido de la coronación en cuanto a tono, dando equilibrio.

La sombra de Julia

Julia está de vuelta en Brooklyn con Martin, la Bestia. En un lugar mundano que siempre ha estado marcado por fotografía en contraposición al mundo mágico. Donde Brakebills está lleno de luz y de tonos dorados; Nueva York es gris, azulado, oscuro, desaturado.

Julia ha hecho un pacto con la Bestia para poder matar al dios que la engañó y la violó, dejando un rastro de cadáveres a su paso. Quiere pararle, no sólo por lo que le ha hecho a ella, sino porque se lo sigue haciendo a más gente. Por supuesto, Martin tiene sus planes y muy probablemente esté jugando con Julia. Le dice que se libere de su sombra, que solo le hace sentir dolor y que no debería dejar que eso la defina. Pero Julia no se dejará engañar tan fácilmente, al fin y al cabo si los otros son reyes de Fillory, ella es la reina de encontrar su propio camino.

Reconozco que la historia de Julia es lo que más me interesa de la serie, ya viene siendo así desde la primera temporada. No es que no me interese lo demás pero los temas que se tocan con Julia son mucho más duros y creo que merecedores de una especial atención.

Tenemos a una Julia con trastorno de estrés postraumático, teniendo que aliarse con un villano que antes fue también una víctima pero que eligió lo fácil: convertirse en lo que le hizo daño y dejar de sentir. Julia se ve dividida entre cientos de emociones. Por un lado tenemos la obvia sed de venganza, pero creo que hay algo más tras su investigación; no lo está haciendo solo por ella, lo está haciendo por sus amigos que han muerto, por las víctimas anteriores y por las víctimas que vendrán después.

Ocurre en ocasiones que cuando has sufrido una agresión y la persona en cuestión queda libre, tú también sientes la responsabilidad de todas las víctimas que vendrán luego a causa de haberte cayado o no haber hecho nada. Julia quiere pasar a la acción, no quiere que eso le vuelva a ocurrir a ella ni a nadie. A veces la víctima se siente culpable o cree que se lo ha buscado. Por desgracia muchas veces la sociedad alimenta ese sentimiento. El camino de Julia es el camino oscuro que muchas personas han pasado pero del que no se suele hablar. La venganza es plato que se toma frío pero no es tan sencillo como parece.

Julia está partida en una realidad dual, como muestra la forma en la que la iluminan, con media cara en sombras. Fotografía expresiva. Por un lado quiere esa venganza pero por otro lado no quiere que la Bestia triunfe ni hacer daño a Quentin y a sus amigos. El objetivo de Julia pasa por un terreno farragoso y tengo muchas ganas de saber cómo lo desarrollarán.

¿Y a vosotros? ¿Os interesa más el mundo mágico de Fillory o el camino de Julia? Sea cual sea la historia que más os intrigue, todos los martes tendremos nuestra dosis de magia o de venganza en Syfy España.

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