Acabaron hartos de sus personajes: diez deserciones famosas de la televisión

Este domingo la actualidad televisiva está marcada por el regreso de Carmen Machi a Aída. La actriz abraza de nuevo al personaje que le dio fama y reconocimiento cuando comenzó a encarnarlo en Siete vidas, después de tres años de ausencia en los que ha preferido alejarse tanto como le ha sido posible, y tras confesar que se encontraba exhausta de interpretar el mismo rol durante una temporada tras otra.

No ha sido el suyo el primero, y desde luego, no será el último caso en el que un intérprete acaba hasta la coronilla de repetir un papel capítulo a capítulo durante meses y años. En algunos casos, sus personajes les habían condicionado, estereotipado y necesitaban con urgencia cambiar radicalmente de aires. En otros casos, la inquietud profesional les impelía a buscarse nuevos proyectos audiovisuales (en cine y/o televisión) y refrescarse profesionalmente. En algunas ocasiones, les resultó imposible despegarse de la identidad ficticia que defendieron, y acabaron rehaciendo sus pasos hacia la serie de la que habían desertado.

Es por eso que dedicamos este Top Ten a realizar un compendio con algunas de las más destacadas salidas de actores y actrices en la televisión española reciente. Como solemos decir en estos casos, para curarnos en salud, no estarán todos los que son, pero sí son todos los que están. Lo que proponemos a continuación es una selección de huidas llamativas, sorprendentes, más o menos justificadas, algunas más polémicas que otras, y en cualquier caso, chocantes para la audiencia que, semana a semana, sintonizaban con un canal para ver las nuevas aventuras de unos personajes que, de buenas a primeras, se desvanecieron de la pantalla. Sin más dilación, os dejamos con estos “desertores”:

1. Carmen Machi: vuelve a la serie, vuelve...

Machi regresa por la puerta grande (de la cárcel) a la sitcom que lleva su nombre (en la ficción), después de tres años poniendo tierra de por medio con su personaje. No es de extrañar un cansancio, después de nueve años y dos series de largo recorrido interpretando el mismo papel. Para huir de la asistenta más gritona que ha dado la televisión, después de la Juani, la actriz se refugió en el teatro, con personajes solemnes con los que quiso romper en pedazos su imagen.

Incluso preparó su regresó a la pequeña pantalla lejos de la comedia, con la dramática historia Buscando a Sara, en la que cambiaba hasta Telecinco con Antena 3 (algunos dirán que también ha hecho sus pinitos en el género de terror más espeluznante con los spots de Activia, pero esa es otra historia). Al final, después de dos años, desanda sus pasos y vuelve a Esperanza Sur y al terreno de la tragicomedia que la había impulsado al estrellato televisivo. Esta noche podremos comprobar si, a pesar de la tierra de por medio que dejó, Aída García sigue tan dentro de Machi como antes.

2. Fernando Tejero: ¡no le llamen Emilio, un poquito de por favor!

Emilio fue el personaje que encumbró en la industria televisiva y cinematográfica patria a Fernando Tejero. Pero mientras su latiguillo, “un poquito de por favor” se extendía por las bocas de grandes y pequeños como un herpes, Fernando Tejero trataba de escapar del encasillamiento en personajes de perdedor entrañable con gracejo.

Su hartazgo del personaje se hizo patente en entrevistas como la que concedió al Heraldo de Aragón y en la que comentaba las interminables reposiciones de Aquí no hay quien viva: “¿Por qué no meten fuego al archivo de Antena 3? ¡Qué pesadilla! (risas) Yo sé que la gente lo dice con mucho cariño, pero...”. Trató de quitarse de encima la losa del personaje con proyectos fallidos (El síndrome de Ulises, Gominolas,...), y ahora parece estar consiguiendo despegarse, con su nuevo papel dramático (que no el primero, no olvidemos su rol en Los lunes al sol) con Cinco metros cuadrados. En televisión, habrá que ver cómo le va como futura pareja televisiva de José Mota, aunque ya ha dejado de claro que si esta serie no sale adelante, no descarta aceptar una propuesta para fichar por La que se avecina, la serie sucesora de Aquí no hay quien viva.

3. Jordi Rebellón: La sombra del fonendoscopio es alargada

Al igual que Machi, Jordi Rebellón sintió que su larga y estable relación con el iracundo (aunque con su corazoncito) Doctor Rodolfo Vilches se había desgastado tras ocho años, y decidió colgar la bata para adentrarse en 2007 en nuevos proyectos alejados de las urgencias de Hospital Central. Vilch... Perdón, Rebellón tenía la necesidad de cambiar de aires y de dejar de ser un médico malencarado, lo cual no solo era lícito sino perfectamente comprensible.

Sin embargo, para el actor catalán las cosas no fueron fáciles. Aunque alcanzó la alcaldía de Fago (para morir a las primeras de cambio) en la polémica tv-movie homónima de La 1, y en cine tampoco consiguió hacerse con buenos papeles en cine. Tan es así, que algo de más de dos años después de haber echado tierra de por medio con el que fue su hospital, se acabo reincorporando a la plantilla de a la ficción de Videomedia.

4. Irene Visedo: cuéntame por qué te fuiste

Como en los anteriores casos, Irene Visedo había vivido muchos años a la sombra de Inés Alcantara. Habían pasado demasiadas historias y aventuras juntas, y decidió que era el momento de dejar atrás el personaje. Por eso, en 2008 anunció que abandonaba definitivamente el hogar paterno de Imanol Arias y Ana Duato, para buscar nuevas experiencias como intérprete. Una decisión, ésta, sin vuelta de hoja.

Ni siquiera cuando el equipo de guionistas de Ganga Producciones decidió rescatar a sus personajes en la decimosegunda temporada, Visedo claudicó en su empeño. Aunque asegura no sentirse molesta cuando se la cataloga como “la hija de los Alcántara”, para ella la relación con su personaje durante 7 años era un divorcio sin posibilidad de reconciliación: “Los hilos invisibles que había ya están cortados del todo”, acabó afirmando a Agencia EFE.

5. Hugo Silva: cansado de ser el 'poli' favorito de las quinceañeras

“No reniego de nada de los que he hecho, en televisión o en otros medios”, comentaba Hugo Silva en una entrevista realizada al poco de dar el adiós definitivo a Los hombres de Paco, con la que llamó a las puertas de la popularidad, para a continuación decir que su papel de Lucas Fernández no le “aportaba ya nada a nivel artístico”. Eso no es cierto del todo: si había algo que le daba Los hombres de Paco eran dolores de cabeza causados por los gritos supersónicos de las jóvenes que forraban sus carpetas con sus fotografías y que lo utilizaban como salvapantallas.

Proclamó a los cuatro vientos su salida definitiva, y cedió el trono a Mario Casas como el (musculado) brazo sexy de la ley vitoreado por las lectoras de Bravo y Nuevo Vale. Aprovechó para quitarse la etiqueta de tío bueno y trató de demostrar sus cualidades interpretativas con propuestas en cine como Agallas, al lado del imponente Carmelo Gómez, en teatro con Hamlet, y volvió a televisión con Karabudjan, La Princesa de Éboli o El corazón del océano. Afortunadamente para él, sus tiempos como policía han quedado en el olvido.

6. Daniel Guzmán: aquí no hay quien siga

Al igual que hiciera su pareja en la ficción en Aquí no hay quien viva, María Adánez (argumentó en su marcha que “todo tiene un ciclo vital”, palabras que resuenan a cansancio de su papel) , Daniel Guzmán abandonó la serie de Alba Adriática en 2006. De su personaje nunca más se supo, desapareció de buenas a primeras sin que los espectadores pudieran despedirse de él.

Guzmán, un profesional inquieto, decidió cortar por lo sano con su rol de Roberto para seguir trabajando detrás de las cámaras. No era la primera vez que decía adiós a un personaje de buenas a primeras (no hay más que recordar Menudo es mi padre, en la que Borja Elgea le sustituyó como hijo de El Fary), ni sería la última: solo dos años después, Guzmán dejaba otra serie de Antena 3, La familia Mata.

7. Nuria González: auténtica experta en huir de sus personajes

Si hay una actriz que ha destacado por haber roto drásticamente con sus trabajos previos en televisión, esa ha sido Nuria González. Fue la mujer del bonachón albañil Manolo en Manos a la obra, serie que dejó en su etapa más exitosa. Algo parecido ocurrió con Los Serrano, en la que también dejó compuesto y sin esposa al personaje encarnado por Antonio Molero.

En este caso acabó cansada de su personaje de Candela, aunque no de la profesión de esta, una recia profesora.Se trasladó del Santa Justa al Colegio Zurbarán de Física o Química, donde siguió dando clase hasta casi su. En los tres casos, se fue y nada más se supo de sus personajes, enterrados en la memoria de los espectadores. González, sin duda, es especialista en hacer borrón y cuenta nueva, una y otra vez.

8. Verónica Sánchez: quitándose la etiqueta de “Serrana”

La sevilana Verónica Sánchez puso pies en polvorosa y trató de alejarse de la imagen de adolescente tentada por el incesto con la que quedó marcada tras Los Serrano. Después de haber haberse revelado en la gran pantalla de la mano de Fernando Colomo con Al sur de Granada, arrastrar el sambenito de “la chica de los Serrano” en cada incursión en un nuevo proyecto, por muy en las antípodas de la dramedia de Globomedia que estuviera, colmaría la paciencia de cualquiera.

Al final, aludiendo a la necesidad de un cambio (el equivalente laboral a eso de las “diferencias irreconciables” que se oye cada vez que una celebridad se divorcia) y más cerca de los treinta que de los veinte como para seguir en el Bachillerato (por mucho que sea en la ficción), Verónica Sánchez abandonó el hogar paterno de Antonio Resines, e intentó quitarse su particular denominación de origen, sin demasiada suerte, con Génesis. En la mente del asesino.

9. Angie Cepeda: una salida por poderes

Nada más comenzar la tercera temporada de Los protegidos, Jimena desaparecerá casi por arte de birlibirloque en los primeros capítulos. Angie Cepeda se convierte en la última en huir de su personaje como alma que lleva el diablo. Una decisión cuando menos sorprendente, teniendo en cuenta que abandona una serie de éxito que parece lejos de haberse desgastado, con solo dos temporadas en su haber (tres, en realidad, que nos imaginamos que existe a pesar de que Antena 3 lo haya podido olvidar en algún momento a la hora de programar). Parece que Marta Torné está llamada a suplir el vacío que dejará en la serie y en el corazón del personaje de Antonio Garrido.

Por su parte, Angie Cepeda ha aducido a una necesidad de emprender nuevos proyectos y cambiar de aires... Una frase que -tal vez somos un poco malpensados, puede ser- suena ya a comodín, después de repasar este listado de deserciones. Lo cierto es que, sin ayuda de superpoderes, Cepeda ha volado ya lejos de la serie fantástica de la cadena de Planeta, y ni ha hecho aparición en la presentación de los nuevos e inminentes capítulos. ¿Habrá hecho bien la actriz colombiana y encontrará otro proyecto, o como si de una superheroína involuntaria se hará invisible y se esfumará del panorama televisivo? Le deseamos suerte, en cualquier caso.

10. Maruchi León: cerró la botica para no volver a TV

No podemos terminar este listado sin echar la vista para atrás y recordar una de las deserciones más llamativas y sorprendentes, la de la actriz cacereña Maruchi León, quien se despidió de su personaje en Farmacia de guardia en plena ebullición de la mítica serie creada por Antonio Mercero. La intérprete hacía las veces de Pili, la primera auxiliar de la famosa farmacia de Lourdes Cano (Concha Cuetos), una inocente joven de pueblo que resultó una revelación para el público.

Sin embargo, la televisión no parecía convencer demasiado a Maruchi León, y tras la primera temporada de la serie y más de una cuarentena de episodios en su haber, su personaje desaparecía de la serie. Maruchi, un animal de teatro, prefirió dejar de lado los focos y la fama que el aparecer semanalmente en los televisores de los españoles y se refugió con éxito en las tablas. Salvo apariciones episódicas puntuales, su marcha no ya de Farmacia de guardia, sino de este medio, fue definitiva.

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