Películas de Óscar: las diez grandes triunfadoras de los Premios de la Academia de Hollywood

Esta noche es la gran noche del cine: los Oscars llegan a su octogésimo cuarta edición (la 84ª, para entendernos), y lo hacen tras superar los problemas acaecidos durante los meses previos. Recordemos los hechos: el productor de la ceremonia de este año, Brett Ratner, abandonó su cargo tras unas (seamos blandos) “desafortunadas” declaraciones concedidas a Howard Stern, y a continuación, Eddie Murphy, el presentador elegido, decidió recoger sus bártulos y su esmoquin y ceder su puesto a un clásico, Billy Crystal.

La polémica no ha cesado en estos días previos a la entrega: Sasha Baron Cohen fue “baneado” de los Oscars debido a su insistencia en asistir disfrazado de su último e incendiario personaje, General Aladeen de la República de Wadiya, al que podremos ver The Dictator (por favor, no se pierdan su descacharrante respuesta). En cualquier caso, los Oscars se entregarán, ante las cámaras de ABC en Estados Unidos, y con Canal Plus ofreciendo en directo el minuto a minuto de la ceremonia, en la que The Artist, de Michel Hanavizius, se postula como gran favorita, con permiso, quizás, de Los descendientes de George Clooney, y, si acaso, con Martin Scorsese y su film (¡para todos los públicos!) La invención de Hugo.

Y precisamente en este Top Ten queremos hacer un recuento por las que han sido las más grandes triunfadoras de la historia de estos ansiados premios. Para esta labor, la metodología es bien simple: a continuación, enumeraremos las que más Oscars han cosechado, desde 1928 -año en que se entregaron por vez primera-, hasta la actualidad.

1. “Titanic”: James Cameron, el rey del mundo

En la ceremonia de entrega de 1998 (la septuagésima), James Cameron consiguió alzarse definitivamente a los cielo del cine... Con un barco hundido. La tragedia del transatlántico que en 1912 chocó de manera fatal con un iceberg en un fue reconvertida por el director de Terminator y Aliens: el regreso en un gran melodrama que sirvió como plataforma de lanzamiento definitiva para las carreras de Leonardo DiCaprio, por aquel entonces aún suscrito a las portadas de Bravo y SúperPOP, y Kate Winslet, que de ahí en adelante se convertiría en una asidua a eso de competir por el eunuco dorado.

En total, 11 dianas, perdón Oscars, de 14 nominaciones (solo se quedaron sin premio la Winslet y Gloria Stuart, ambas por su papel de Rose en sus dos etapas, y el equipo de maquillaje). Tal fue el éxtasis en que entró el megalómano cineasta que se autoproclamó “el rey del mundo” en pleno escenario. Una vez conquistado este, pensó, era el momento de aventurarse a otro universo distinto, el de la estereocopía, con Avatar, doce años después.

2. “Ben Hur”: la épica bíblica de Charlton Heston

Exponente del grandilocuente cine que Hollywood puso en marcha en los años cincuenta para marcar su territorio contra la televisión (y cinta referente de las Semanas Santas televisivas desde tiempos casi inmemoriales), Ben Hur se adelantó treinta y ocho años al Titanic de Cameron y se convirtió en 1960 en el largometraje más premiado de la historia de estos premios.11 galardones de 12 posibles, entre los que se cuentan el de Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor -para Charlton Heston-, Mejor Actor de Reparto -Hugh Griffith-, Mejor y Dirección Artística, Fotografía, Vestuario, Efectos Especiales, Montaje, Música y Sonido.

Dirigida por el gran William Wyler (que cuenta con otra película muy cerca de entrar en este histórico Top Ten, el desgarrador drama postbélico Los mejores años de nuestra vida), no solamente ha sido objeto de estudio por la clásica carrera de cuádrigas, por la utilización de un nuevo formato cinematográfico con el que se lograba la mayor relación de aspecto vista en una pantalla de cine, 2.76:1 (lo explican con mayor profusión y claridad el equipo de ZonaDVD), y, por qué no recordarlo, por ese trasfondo homosexual entre los dos personajes principales, el Ben-Hur interpretado por Charlton Heston y el Messala de Stephen Boyd, estupendamente explicado en el documental Celuloide Oculto.

3. “El Señor de los Anillos: el retorno del Rey”: el Oscar viaja a la Tierra Media

En tercer lugar, completando el trío de los 11 Oscars, la tercera (qué mareo de números) parte de la adaptación de los libros de J.R.R. Tolkien, El señor de los anillos. Peter Jackson, ese cachondo neocelandés que comenzó a hacerse notar las descerebradas Mal gusto y Tu madre se ha comido a mi perro, consumó un proyecto que parecía inabarcable e imposible de ejecutarse, con el beneplácito total de la crítica -un 94% de críticas positivas en Rotten Tomatoes certifican ese apoyo-, y colocó a la Academia de Hollywood a los peludos pies de Frodo, el hobbit aventurero al que encarnó Elijah Wood.

4. “Lo que el viento se llevó”. ¿Un Oscar menos que las anteriores? Francamente, me importa un bledo

Hasta que llegó Ben-Hur en 1960 a sobrepasarla montada en un carro tirado por caballos, el melodrama en torno a la vida de Scarlett O'Hara era la película más premiada en la historia de los premios de la Academia, con una decena de estatuillas de las trece a las que aspiraba (y de las 17 categorias existentes en aquel momento). Cabe destacar que dos de ellos eran galardones “honorarios” por los adelantos técnicos del film. Para el recuerdo queda el celo monumental de su productor, el inefable David O'Selznick, su control exhaustivo de cada aspecto de la producción, o su tendencia a despedir y contratar directores: desde luego, Victor Fleming terminó el rodaje, pero antes de él gritaron acción en este set George Cukor y Sam Wood.

5. “West Side Story”: un Romeo y Julieta en clave pandillera

Otros 10 Oscar se llevo, hace justo 50 años, el musical West Side Story, dirigido por Robert Wise y el coreógrafo Jerome Robbins, una versión moderna de Romeo y Julieta en las calles de Manhattan, Nueva York, con Natalie Wood y Richard Beymer (al que años más tarde veríamos en Twin Peaks) como pareja de enamorados y miembros de bandas callejeras enfrentadas. Entre los galardones que consiguió, destaca el de Mejor Actriz de Reparto, que fue a parar a la puertorriqueña Rita Moreno, la primera intérprete latina en llevarse uno a casa.

6. “El paciente inglés”: Ralph Fiennes, el perfecto convaleciente

Damos un considerable salto temporal y regresamos a los noventa, justo un año antes de la gran victoria de James Cameron, para fijarnos en la romántica historia que narra Ralph Fiennes, un hombre anclado en la cama, con el cuerpo quemado y al borde de la muerte, en las postrimerias de la Segunda Guerra Mundial. El paciente inglés perdería a su gran amor, encarnado por Kristin Scott Thomas, pero recibió a cambio ni más ni menos que nueve estatuillas como compensación.

Entre ellas, queremos destacar la que recibió la deliciosa Juliette Binoche por su papel de candorosa enfermera y cuidadora del protagonista en su lecho. Por cierto, la actriz necesitó que la Academia le “arreglara” su Oscar, después de que su hijo de tres años lo hubiera estropeado jugando. Cosas buenas de ganar uno: cualquier reparación posterior es totalmente gratuita (ya lo saben, por si alguna vez se ven en la tesitura).

7. “Gigi”: Vincente Minnelli se llevó su merecido

Viajamos una vez más al pasado, como unos Marty McFly cinéfilos, y aterrizamos en la gala número 31 de los Premios de la Academia estadounidense: en aquella ocasión, la gran triunfadora fue esta película francesa (¡anda! Como The Artist...), Gigi, que supuso el reconocimiento definitivo al gran maestro de los musicales, Vincente Minnelli, a quien el Oscar se le había resistido en demasiadas ocasiones. En total, fueron nueve estatuillas las que se llevó esta optimista comedia que cuenta la divertida relación entre un ricachón vividor y una joven cortesana (encarnada por Leslie Caron, intérprete que se ha quedado en dos ocasiones al borde del Oscar). Justo los mismos que en 1997 El paciente inglés, y también los mismos que la que ocupa el octavo puesto de nuestro Top Ten...

8. “El último emperador”: el primer Oscar de Bertolucci

Llegó el momento de Bernardo Bertolucci. El responsable de escandalizar con El último tango en París o Novecento no abandonó el género del drama histórico de esta última para narrar la vida del último emperador chino, Pu Yi, interpretado por el hongkonés John Lone, quien también nos deleitó con estupendas interpretaciones en Manhattan Sur, ante Mickey Rourke, o M. Butterfly, con Jeremy Irons. En esta ocasion, está acompañado en el reparto por Peter O'Toole. Bertolucci consiguió dos Oscars de los nueve que consiguió el filme, uno como Mejor Director (ya aspiró con El último tango...), y otro, compartido con su guionista Mark Peploe, al Mejor Guion Adaptado.

9. “De aqui a la eternidad”: Y de la eternidad al olimpo del cine...

Pasamos al grupo de los 8 Oscars con esta gran historia a cargo de Fred Zinemmann y que cuenta con un reparto de esos que quitan el hipo: Burt Lancaster, Deborah Kerr, Montgomery Clift, Frank Sinatra, Donna Reed, el incombustible Ernest Borgnine (quien a sus 95 años sigue al pie del cañón... Le podéis oír en la versión original de Bob Esponja, poniendo sus cuerdas vocales al servicio de Tritón Man). Clift y Lancaster se disputaron el Oscar al Mejor Actor Principal, que al final fue a parar a William Holden (por Traidor en el infierno), mientras que Sinatra y Reed se hicieron con los respectivos galardones en las categorías de secundarios.

10. La pugna de los ocho Oscars: “La ley del silencio”, “Slumdog Millionaire”,...

Nuestro Top Ten ha de terminar con una entrada especial en el que englobar el resto de títulos que fueron merecedores de ocho galardones. A De aquí a la eternidad se les unen en este nutrido grupo películas tan celebradas como La ley del silencio, con Marlon Brando enfrentándose a la mafia; My Fair Lady, con Audrey Hepburn y Rex Harrison a las órdenes de George Cukor; o Gandhi, con Ben Kingsley en la piel del político y pensador indio, a las órdenes de Sir Richard Attenborough (para las más jóvenes, el entrañable dueño de Jurassic Park).

También tenemos, en ese selecto club, otro biopic, Amadeus a cargo de Milos Forman (especialista en retratos de artistas complejos, como demuestra en Man on the Moon); el Cabaret dirigido por Bob Fosse y con Liza Minnelli, Richard York y el “desaparecido en combate” Joel Grey como maestro de ceremonias; Los mejores años de nuestra vida, (otra más) del maestro Wyler; y la más reciente de todas, Slumdog Millionaire, de Danny Boyle... O lo que es lo mismo: el gran premio del concurso ¿Quién quiere ser millonario? de toda la vida, reconvertido en McGuffin para una historia de amor y superación en Bombay.

Por debajo de estas, con algún que otro Óscar menos, nos podemos encontrar con películas tan estimables o (tan cuestionables, que también las hay) como La lista de Schindler, Bailando con lobos, Shakespeare enamorado, Lawrence de Arabia, El puente sobre el río Kwai, Forrest Gump, Chicago, El Padrino II,... La lista de grandes olvidadas o ignoradas por la Academia también daría para un Top Ten (o dos, o tres...).

En cualquier caso, veremos si en la madrugada del domingo al lunes, The Artist o La invención de Hugo, las únicas que, por número de nominaciones (11 y 10), están en disposición de unirse a este grupo, acaban logrando alcanzar el Olimpo cinematográfico. Y ya saben, si se deciden a ver la ceremonia, no se olviden de prepararse buenas dosis de café bien cargadito. ¡Les espera una noche larga y llena de estrellas!

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