Tras la tempestad... llegan las 10 reconciliaciones de TV

Hace justo siete días, agriábamos el desayuno de nuestros lectores sirviendo una colección de los más destacables insultos, broncas e improperios que podemos recordar de esta nuestra televisión: Miguel Ángel Rodríguez llamando “cocainómano” a El Gran Wyoming, John Cobra ofreciendo a los eurofans cierto apéndice de su cuerpo para que degustaran, el periodista que llamó “capullo” a Obama o el empacho de galletas (no precisamente de Cuétara) entre Pipi Estrada y Jimmy Giménez Arnau fueron algunos de los excelsos contenidos de aquel ranking.

Como nos sentíamos un poco mal con tanta mala leche comprimida en un solo artículo, compensamos esta semana poniendo la otra mejilla en nuestro Top Ten: ofrecemos diez reconciliaciones vividas delante de las cámaras de televisión entre profesionales y famosos que se llevaban a matar y que decidieron darse una segunda oportunidad.

1.- Kiko Rivera vs. Fran Rivera:

Empezamos con la que ha sido reconciliación más reciente y rimbombante de la televisión española en las últimas semanas. El pasado viernes 4 de octubre, Kiko Rivera destapaba la caja de los truenos en el Deluxe: el hijo de Pantoja, pinchadiscos y humorista de Mediaset en ciernes hablaba de su encostrada relación con su hermanastro Fran Rivera, hijo de Carmina Ordóñez. Al joven amiguete de Torrente en la cuarta entrega de la saga cinematográfica se mostraba dolido con su pariente tras unos desencuentros en torno a la boda del torero, y de paso, daba un récord al magacín nocturno de Jorge Javier Vázquez (21.4%).

Diez días después, Fran Rivera decidía entrar telefónicamente en Sálvame para explicar su punto de vista y declarar igualmente su malestar por esa relación enquistada. Parecía que los problemas televisados de los Rivera iban a convertirse en un suculento gancho para centenares de espacios de crónica rosa... Y sin embargo, el miércoles 16, ambos dos cruzaban palabras en El Programa de Ana Rosa: “Te quiero y me gustaría tener esa alegría que papá querría que tuviéramos”, decía Kiko. “Te pido disculpas, te quiero mucho”, respondía Fran, cerrando las heridas abiertas en un plató.

2.- Mariló Montero vs. Anne Igartiburu: abrazos y piropos antioxidantes

La anterior puede ser la más reciente cronológicamente, pero a buen seguro es esta la que todo el mundo recuerda: ¿cómo olvidar aquel “oxidada” que Mariló Montero dedicó a Anne Igartiburu durante la presentación del ya cancelado +Gente? Ese calificativo ya forma parte del acerbo popular del espectador televisivo. Y no es para menos, a juzgar por la cantidad de tinta (en nuestro caso, de páginas) que se empleó para dar cuenta de este incidente: un hecho tan goloso que ni las profesionales de la competencia podían evitar referirse a él.

El affaire Anne-Mariló fue la comidilla durante una semana, a buen seguro siete largos días para ambas. Al final, las dos se reencontraron en el plató de +Gente, adonde la presentadora de las mañanas acudía a presentar un libro junto al Doctor Gutiérrez. Esto fue la excusa para que ambas limaran asperezas: primero, se fundieron en un largo abrazo y, luego, múltiples disculpas: “Hubo una metedura de pata un día, pero fue sin mala intención”, río Montero. El (hasta septiembre) médico de TVE agregó un entusiasta: “¡Pero si aquí todos nos queremos mucho!”. Pues eso.

3.- Pantoja y Jorge Javier: de lanzarse “tomatazos” a darse las uvas

Regresamos al universo Rivera/Pantoja, pero cambiando a hijo -Kiko Rivera- por la madre -Isabel Pantoja- y al torero por uno acostumbrado a lidiar con reses bravas, Jorge Javier Vázquez. Durante aquellos lejanos tiempos del Tomate, la tonadillera tenía atravesado al periodista y ubicuo presentador de Telecinco: el tratamiento continuado de su relación con Julián Muñoz trajo de cabeza a la cantante, perduró hasta el final del programa: en la última emisión, los reporteros del espacio se colocaron en las puertas de su casa y lanzaron petardos para “festejar” la desaparición del espacio.

Por supuesto, no faltaron las demandas: Telecinco sería condenada a pagar 60.000 euros a Pantoja en 2010 por el cuestionamiento de su sexualidad en el programa que presentaran Carmen Alcayde y Jorge Javier Vázquez. Por eso, resultó tan sorprendente e inesperada la reconciliación que este último y la cantante que “era esa”. Fue en Supervivientes 2011, en el que concursaba el “pequeño del alma” de la artista.

“Hoy voy a ser bueno contigo para resarcime por todos estos años. Fíjate que hasta te iba a preparar gazpacho y no iba a echar tomate...”, dijo el presentador. “Bastante tomate me diste ya”, contestó cómplice e irónica ella. Citando Casablanca, Vázquez deseó que aquello fuera “el comienzo de una bonita amistad”. Las Campanadas de Nochevieja de ese mismo año en Telecinco consolidaría esta segunda oportunidad que uno y otro se dieron.

4.- Buenafuente y Sardá: que la franja que nos separó nos vuelva a unir

Durante la pasada década, la rivalidad profesional entre Andreu Buenafuente y Javier Sardá dio lugar a una competida batalla por las audiencias (Crónicas Marcianas fue derrocada tras años de reinado por BFN). Sin embargo, esta terna acabó con daños colaterales: la enemistad entre ambos showmen que se desvelaba allá por 2008: “Lo que no es normal es que Javier Sardá, que acaba de publicar un libro, no quiera venir al programa. Suelo respetar las negativas de los invitados, pero en este caso se me antoja que no, viene cargado de falta de compañerismo”, publicó Buenafuente en su bitácora en internet.

Alejandro Sanz, experto en Corazones partíos, ejerció de mediador entre los dos profesionales que, por otro lado, habían compartido mesa de trabajo durante años en Cadena Ser y TV3. Durante una visita del cantante a Buenafuente en laSexta, un 12 de noviembre de 2009, Sanz trajo consigo a Sardá, propiciando el esperado reencuentro: “Me enfadé porque te quiero un poco. El sentimiento me hería”, se confesó Andreu.

Bien es cierto que, a pesar de haber dado un par de caladas a esta simbólica “pipa de la paz”, no han vuelto a recuperar la amistad (al menos, a juzgar por las palabras de Buenafuente en su más reciente entrevista en El País), pero, desde luego, fue uno de los momentos televisivos más agradables de la pasada década.

5.- Oprah Winfrey y David Letterman: un enfado de... ¡16 años!

El anterior bien puede considerarse como un equivalente patrio a otro pique entre dos superestrellas de la televisión estadounidense: Oprah Winfrey y David Letterman. Los presentadores estuvieron, ojo al dato, 16 años sin dirigirse la palabra. Se apuntan varios motivos como origen de la disputa: según la biógrafo Kitty Kelley, todo empezó en 1989 cuando Winfrey acudió como invitada en The Late Show with David Letterman y fue increpada por un miembro del público, sin que el presentador hiciera nada. Luego, el problema se exacerbaría con un cruel chiste realizado por Letterman durante la ceremonia de los Oscar de 1995.

¿Cómo terminó todo? En 2005, una y otro decidieron poner fin a sus desencuentros. Ella visitó The Late Show y enterraron el hacha de guerra. Una guerra que, ellos mismos reconocían, no sabían muy bien cómo se originó: “¿Puedes decirme qué es lo que ocurrió? Nunca llegamos a tener ninguna disputa”, preguntaba la Winfrey. Letterman se mostraba agradecido por la presencia de su compañera: “Significa mucho para mí, me hace muy feliz tenerte aquí”. Después de estas armisticio, ambos han compartido plano en más de una ocasión: por ejemplo, en sendas promos de The Late Show with the David Letterman durante las retransmisiones de las Superbowl de 2007 y 2009.

6.- Emma García y María Teresa Campos: ¡qué tiempo tan tenso!

Seguimos con presentadoras enfrentadas: Emma García y María Teresa Campos. Los roces entre ambas se remontan a la década pasada, cuando la Campos presentaba Día a día en el day time, y Emma García ocupaba la franja de tarde con A tu lado. Los supuestos desencuentros se debían a ciertas críticas contra la primera que los familiares de los concursantes de Gran Hermano realizaban en el magacín de la segunda.

En junio de 2012, fumaron la pipa de la paz, con motivo de la visita de la conductora navarra en Qué tiempo tan feliz. Campos trató de quitar hierro a la complicada relación entre ambas: “Pues no estoy de acuerdo, porque yo cuando me hablaban de cualquier profesional compañero sacaba la cara, pero decía: 'María Teresa pasa completamente de mí'”. La malagueña recalcaba que eso no era cierto: “Cómo voy a pasar de ti, si eres una persona que llegaste a esta casa y has hecho muchas cosas que yo no querría hacer, en tiempos difíciles, muchos programas”.

7.- Kiko Hernández ('Sálvame') y Mercedes Milá ('GH'): limando asperezas

Estos dos, más que programas, son ecosistemas propios que dan lugar a mil y un vericuetos dramáticos. Han sido tantas las peleas que se han presenciado en el plató de La Fábrica de la Tele y en la casa aislada de Guadalix de la Sierra que, quieras que no, también han dado pie a un buen puñado de reconciliaciones. A veces, los dos mismos protagonistas acaban cabreándose y perdonándose varias veces. Pensemos, por ejemplo, en las de Mila Ximénez y Rosa Benito; la de Kiko Hernández y Terelu (y con Belén Esteban, y con Lydia Lozano...), en el caso del primer espacio; y en las de Arturo e Indhira, en el caso del reality.

Sin embargo, destacaremos una que bien cumple como nexo de unión entre ambos formatos: Mercedes Milá, la incombustible cara de Gran Hermano, y Kiko Hernández, el colaborador más inflamable de Sálvame, Kiko Hernández. Allá por 2010, mantuvieron una tensa conversación en el plató del Deluxe. La visita de la presentadora comenzaba fuerte: “Mira qué cara de amargado tiene Kiko”. Luego hubo numerosas críticas mutuas y acusaciones que acabaron con el colaborador abandonando el plató.

Pese al desagradable incidente, ambos acabarían reconciliándose. Tanto cambiaron las cosas que, cuando Kiko Hernández decidió regresar a la televisión tras tres meses de ausencia por depresión, fue Milá la encargada de darle la bienvenida en el plató. “Yo ya te avisé que acabarías pasándolo mal”, le dijo ella.

8.- El 'beef' tuitero de Kanye West con el experto en virales Jimmy Kimmel

A nivel internacional, uno de los pitotes que más ruido han hecho, especialmente por originarse en las redes sociales, fue el que Kanye West le montó a Jimmy Kimmel. ¿La razón? Una parodia que el programa del showman hizo de una comentadísima entrevista del artista en BBC.

El sketch remedaba la conversación entre el autor del descomunal Black Skinhead a la periodista británica, con niños ocupando el lugar de los personajes reales. Verse comparado con un niño de 10 años sentó a West como una patada en el estómago después de comer cocido: los mensajes insultantes contra el presentador fueron tendencia en el Twitter del rapero. Kimmel (o “hijo de puta manipulador”, en palabras de Kanye), habituado a tomar el pelo a los internautas, confirmaba que este no era el caso y que el enfado era real.

Tras esta discusión, el miércoles 9 de octubre uno y otro se vieron las caras en Jimmy Kimmel Live. Los dos expusieron sus puntos de vista, y con mucha elegancia, sellaron la paz: “Sé que muchas veces me equivoco en mis comentarios”. Solo una pregunta quedó por responder para Jimmy Kimmel: “¿De verdad me parezco a Bob Esponja?”.

9.- Mike Tyson y Evander Hollyfield: último asalto y “orejillas” a la mar

Seguimos dando bocados a la televisión estadounidense en busca de reconciliaciones. En 1997, Mike Tyson y Evander Holyfield protagonizaron uno de los combates de boxeo más sonados (sic) de las últimas décadas: con el título mundial en liza, el pugil de la cara tatuada arrancó de un mordisco un trozo de la oreja derecha de su rival y mordisqueó la izquierda. Por mucho que Tyson quedara descalificado y Holyfield saliera del ring vencedor, parece claro que ese excesivo interés del primero por el pabellón auricular del segundo no le debió sentar muy bien.

Oprah Winfrey, que como ya hemos visto tiene experiencia en resolver duelos interminables, se encargó de reunir a ambos deportistas, ya retirados, en el plató de su magacín en 20090. “Me gustaría mostrar a la juventud que si Mike y yo podemos hacer las paces, ellos también pueden”, dijo un conciliador Holyfield, quien explicó que le falta solo “un poco de oreja, pero no demasiado”. Tyson, por su parte, se deshizo en elogios con el que fue su némesis en los cuadriláteros (se vieron las caras, y los puños, en diez combates). Aunque en cuanto a lo de pedir disculpas, como que no.

10. María Teresa Campos y Paolo Vasile: del insulto al arrepentimiento

Pues sí. Telecinco, por méritos propios, aglutina un buen puñado de los casos que hemos recordado en este Top Ten. Se ve que cuando uno se interna en las instalaciones de la cadena pasa como cuando entras a concursar en Gran Hermano: las emociones se magnifican. Así hemos visto numerosos piques y desencuentros, pero también vivido múltiples arreglos.

El de María Teresa Campos y Paolo Vasile es un caso paradigmático: su relación profesional sufrió un turbulento paréntesis entre 2004 y 2007, cuando la malagueña decidió pasarse a Antena 3. El malestar por su marcha de Mediaset lo hizo patente en el magacín Lo que InTeresa, donde soltó un rotundo “¡gilipollas!” al directivo italiano. La aventura en Atresmedia no fue lo satisfactoria que esperaba, y cuando finalizó su contrato, Campos regresó a la cadena donde había encontrado sus mayores éxitos.

Cuando, en abril de 2013, recibió el Premio Iris “Toda una Vida” por su dilatada trayectoria profesional, la actual presentadora de Qué tiempo tan feliz no dejó de agradecer al consejero delegado que le diera una segunda oportunidad: “Si no, seguramente estaría en mi casa y me habría hecho mayor”. Vasile la arropó en momentos tan especiales como aquellos y no dudó en recordarle aquel sonoro exabrupto que le dedicó años atrás: “¿No me irás a llamar otra vez gilipollas?”, río él.

BONUS: La 2ª oportunidad de Frank Cuesta a Mediaset

¿Qué mejor reconciliación que la de volver con un programa nuevo a la cadena en la que encontraste la popularidad? Frank Cuesta, “Frank de la Jungla” para los amigos, salió desengañado de la pequeña pantalla en diciembre de 2012. Su malestar se hizo patente con una carta abierta en la que reconocía que había dejado de divertirse en “el hipócrita mundo de la televisión”, y pedía respeto por su decisión, “al igual que yo he respetado cualquier decisión que se haya tomado desde la productora o la cadena con respecto al programa”. Molinos de Papel y Mediaset reaccionaron sorprendidas ante el inesperado comunicado. Y el resto es silencio.

Nueve meses después, llegó la paz: Mediaset se enorgullecía de presentar el regreso de Cuesta a Cuatro con un nuevo formato, Natural Frank, en el que era él el que ponía las condiciones: el espacio remonta y reutiliza el material que el aventurero leonés había grabado previamente en su canal de YouTube, sin más mediaciones. Preguntado por Vertele, admitió que si bien otros medios le habían ofrecido más dinero por su material, había vuelto “respeto” al canal y a Vasile.

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