ANÁLISIS ESPECIAL VERTELE

Amenazas y agresiones a reporteros, un caso que se repite demasiado

Álex Rodríguez huye de su agresor durante la conexión en directo

Marcos Méndez

Uno de los dichos más habituales, generalmente en tono humorístico, del sector televisivo es que “ser reportero es una profesión de alto riesgo”. Pero por desgracia, cada vez hay más ejemplos que le dan la razón.

En los últimos meses, muchos equipos de profesionales de diferentes productoras, programas y cadenas se han convertido en tristes protagonistas de la noticia tras ser amenazados o incluso atacados mientras hacían su trabajo.

La situación parece haberse convertido en algo habitual, y simplemente acaba siendo objeto de debate y denuncia durante unos minutos, sin pensar que la vida de redactores y cámaras, que son los que se desplazaron al lugar, llega a estar en peligro.

Dos ejemplos en los últimos días

Los dos últimos ejemplos se produjeron la semana pasada. El lunes 7 de agosto, Espejo Público de Antena 3 mostró cómo uno de sus equipos desplazado hasta la Cañada Real había sido amenazado al ir a cubrir cómo estaba la zona tras una reyerta entre dos familias.

Ese mismo día, por la noche, la nueva entrega de “El verano en el punto de mira” de Cuatro también enseñó cómo el equipo liderado por el conocido reportero Boro Barber había sido amenazado por un “mojitero” ilegal de Benidorm, que llegó a decirle: “Te puedo quitar la cámara y llevármela”.

Agresiones y lanzamiento de adoquín

Dos casos mucho más graves ocurrieron unos días antes. El 27 de julio, se conoció que otro equipo de “En el punto de mira” de Cuatro que viajaba junto a una ambulancia de urgencias para mostrar su trabajo había sido agredido en Magaluf. El cámara fue golpeado y tuvo que ser tratado por los médicos a los que acompañaba.

Apenas un mes antes, el 29 de junio, otro equipo de El programa de AR en Telecinco se desplazó hasta Lavapiés para hacer un reportaje sobre viviendas okupadas. Tres de los okupas agredieron al cámara y a la reportera, y acabaron destrozándoles por completo la cámara.

El 29 de mayo, la suerte quiso que el reportero de El programa de AR en Telecinco Álex Rodríguez no resultase herido después de que un vecino de Lavapiés le lanzase un adoquín. El momento fue retransmitido en directo por su cámara, ya que el periodista estaba haciendo una conexión.

Muchos más casos en este 2017

La situación parece haberse acrecentado este verano, con otros ejemplos como el equipo de Espejo Público de Antena 3 que también fue a la Cañada Real y acabó siendo increpado y expulsado por un hombre, o cuando el reportero Raúl García y su cámara, al que tiraron una lata a la cabeza, intentaron cubrir la huelga de taxistas en Barcelona.

Pero lo cierto es que viene de lejos, y que este año ha tenido más casos. En febrero, un cámara de Mediaset recibió un puñetazo en la frente y numerosos insultos cuando grababa el lanzamiento de la pava, tras lo que tuvo que abandonar el lugar. Y en enero, el Equipo de Investigación de laSexta fue amenazado por el clan San Segundo: “Te reviento la cámara”.

Convertido en costumbre

En este artículo hemos recogido algunos de los muchos casos que han ocurrido en este año 2017, aún sabiendo que no estarán todos y que muchos más habrán sucedido sin tanta trascendencia mediática.

Puede echarse la vista sólo un poco más atrás y recordar que en 2016 varios cámaras de televisión fueron zarandeados a las puertas del hospital en Alsasua, o que la Guardia Civil tuvo que evacuar a un equipo de Espejo Público de Argamasilla de Calatrava, por ejemplo.

Demasiados ejemplos de amenazas y agresiones que denotan un clima especialmente tenso cuando aparecen las cámaras, y que ponen en peligro a los periodistas y profesionales que simplemente han sido enviados al punto noticioso para hacer su trabajo.

Etiquetas
stats