Del Laguna Negra a Hollywood

Ana de Armas, el ascenso meteórico de una actriz que se formó en 'El Internado'

Ana de Armas en fotos: de Carol en 'El Internado' a Marilyn Monroe en Netflix

Laura Pérez

Hace tiempo que Ana de Armas dejó de ser conocida por su papel de Carolina Leal en El Internado, pero ese proyecto es el causante de que el público español celebre cada paso en su carrera como suyo propio. Así ocurrió este lunes con su nominación al Globo de Oro por la película Puñales por la espalda (Rian Johnson), el logro más importante en su trayectoria y la confirmación de que la industria de Hollywood la ha acogido con los brazos abiertos.

Este es hasta ahora el pico más alto de una escalada meteórica en la que ha pasado, en poco más de una década, de indagar por los pasadizos del Laguna Negra a compartir pantalla con estrellas de la talla de Robert de Niro (Manos de piedra), Keanu Reeves (Exposed), Jonah Hill (War Dogs), Scott Eastwood (Overdrive), Harrison Ford, Ryan Gosling y Jared Leto (Blade Runner 2049).

La recompensa para Ana de Armas está a la altura de las importantes apuestas que hizo en su día por labrarse su carrera soñada. La primera, al dejar su Cuba natal con 18 años para hacerse un nombre en el panorama español. La segunda, al no conformarse con ser la chica guapa de las series y arriesgarse a dar el salto. “Empezar de cero en Hollywood después de tanto tiempo en España es duro y es un sacrificio, pero es mi decisión y estoy muy orgullosa”, confesó a Efe en una entrevista en 2015 durante la presentación de su primer proyecto en Estados Unidos, Knock Knock. “Al final, podrá ir bien o mal, pero he sido fiel a mí misma y he hecho lo que sentía que debía hacer”, añadió, probablemente sin imaginarse lo que llegaría después.

Su historia comenzó a escribirse en 2005 con su primer papel en cine, el de Marie en la película Una rosa de Francia del realizador español Manuel Gutiérrez Aragón. Después llegó la TV movie El Edén perdido de Manuel Estudillo, la que le abrió las puertas de nuestra televisión, y luego su gran escaparate mediático: El Internado (2007), donde dio vida a Carol hasta que en 2010 abandonó la serie.

La producción de Globomedia para Antena 3 fue uno de los grandes pelotazos televisivos de los 2000 y no solo triunfó en audiencias, también fue un éxito como lanzadera de jóvenes actores que hoy ocupan un hueco importante en nuestra televisión como Blanca Suárez, Yon Gonzalez y Martiño Rivas, junto a Ana de Armas. Además, la serie se ha emitido internacionalmente en AXN Central Europe, en México a través de TV Azteca, en toda Latinoamérica por medio de las principales plataformas SVOD, en Cuba y en Portugal.

Tras colgar para siempre el recordado uniforme azul se trasladó a la península ibérica del siglo II a. C. como protagonista de Hispania, la leyenda (2010), también en Antena 3. Este fue su último proyecto televisivo en España, donde ya empezó a mostrar un interés creciente en el cine. Así, encabezó las producciones locales Mentiras y gordas (2009), El Callejón (2011) y Por un puñado de besos (2014) antes de hacer las maletas y cruzar el charco.

Un ascenso meteórico en Hollywood

Aterrizó en Los Ángeles sin apenas conocimientos de inglés, pero con la ambición de hacer algo grande. Comenzó a estudiar el idioma mientras hacía castings, y así llegó su primera oportunidad. Fue en Knock Knock (2015) junto a Keanu Reeves, con quien volvió a coincidir un año después en el thriller Exposed (2016), de Gee Malik Linton.

Ese mismo año participó en Manos de piedra, War Dogs y Overdrive, pero fue en 2017 cuando el foco se posó sobre ella al formar parte de Blade Runner 2049 junto a un plantel de estrellas y bajo la batuta de Denis Villeneuve. “Trabajar con Harrison Ford es surrealista. Llamé a mis padres para decirles que iba a trabajar con Indiana Jones...”, contó emocionada a Efe cuando presentó en España el proyecto.

Este trabajo le abrió nuevas puertas en la industria anglosajona como The informer, con Clive Owen y Rosamund Pike, y la recién estrenada Puñales por la espalda, en la que comparte reparto con Daniel Craig, Chris Evans, Jamie Lee Curtis y Don Johnson, entre otros.

Ana de Armas dice que no confiaba en su vis cómica, pero su interpretación de Marta Cabrera ha gustado tanto a la prensa extranjera que estará el próximo mes de enero en el Beverly Hilton de Hollywood como nominada a un Globo de Oro.

Este papel, explica, “es de los que no existen”. La actriz asegura que la mayoría de personajes latinos que le han llegado “no reflejan realmente nuestra comunidad o nuestras fortalezas” como sí hace Marta. “No todos somos prostitutas, ladrones o criadas. Habitualmente son papeles muy limitados y eso es lo que yo rechazo: cuando el personaje no tiene nada positivo, que pinte otra imagen de nosotros. Y Marta lo tiene. Es el único personaje que tiene unos valores que no tiene el resto de la familia, por mucho dinero o poder que tengan”.

La intérprete cubana se muestra todavía “abrumada” por una nominación que “casi no puedo creer que sea verdad”, tal como ha declarado a Variety. Pero lo verdaderamente fuerte todavía está por llegar, y es que 2020 viene más cargado que nunca para Ana de Armas.

La actriz estrenará hasta seis proyectos el próximo año, incluyendo Sergio (Greg Barker), The Night Clerk (Michael Cristofer), Wasp Network (Olivier Assayas), el thriller Deep Water de Adrian Lyne con Ben Affleck, su incursión en el mundo Bond en Sin tiempo para morir y Blonde, el biopic de Marilyn Monroe en Netflix.

“Nunca pensé que sería Marilyn Monroe, ni una chica Bond, ni ninguna de estas oportunidades que me han dado. En realidad no me las han dado... las he conseguido”, dice exultante a Los Angeles Time. Y podemos estar seguros de ello.

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