Comunicado

El Comité de empresa de TV3 denuncia la “utilización gubernamental” de la cadena y alerta sobre su financiación

Sede de TV3 en Sant Joan Despi

Redacción

El Comité de empresa de TV3 ha emitido un comunicado para recordar que, ocho meses después de la aprobación de la nueva ley de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA), nada ha cambiado en la dirección de la cadena y que su renovación es una cuestión de máxima urgencia.

A través de un texto enviado a los medios y compartido en su página web y redes sociales, los representantes de los trabajadores de TV3 lamentan que la televisión autonómica se haya convertido en víctima de las peleas entre partidos y que su servicio público durante la pandemia de la Covid-19 se haya visto “interferido por la utilización gubernamental de los medios”.

El comité ejemplifica este último caso con ejemplos de “episodios penosos” como “el uso del plató del FAQS para actos de partido y el intento de blanqueo de la figura de Jordi Pujol”, al tiempo que señala al director Vicent Sanchis como máximo responsable de la polémica por el caso Rosell.

Además, los trabajadores de TV3 lamentan que las renovaciones de formatos importantes como la serie Com si fos ahir y el programa Polònia sigan bloqueadas por la crisis económica. “El consejo de gobierno debería dimitir inmediatamente por la incapacidad de comprometer una financiación estable para la CCMA”, solicitan.

Por último, el comité adjudica la responsabilidad de esta situación al Parlament y al bloqueo que están provocando los grupos parlamentarios.

Comunicado completo del Comité de empresa de TV3

“Ya han pasado 8 meses desde la aprobación de la nueva ley de la CCMA (Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals) y no ha cambiado nada en la dirección.

La renovación del consejo de gobierno y de la dirección es urgente, pero la falta de voluntad de los partidos del gobierno lo aplaza como mínimo hasta después de las elecciones catalanas por motivos de control político. Y, mientras, el tiempo pasa y nuevas tribulaciones se añaden a los problemas de siempre:

El esfuerzo hecho para la programación de servicio durante la pandemia de la Covid-19 se ha visto interferido por la utilización gubernamental de los medios.

Las peleas entre los partidos del gobierno se ha instalado en la programación, con episodios penosos como el uso del plató del FAQS para actos de partido y el intento de blanqueo de la figura de Jordi Pujol mientras desde muchos sectores, y desde el mismo Parlament, se reprocha que los medios públicos no hayan hecho todavía ningún programa a fondo sobre el caso de corrupción de la familia Pujol.

La polémica por el caso Rosell señala al director de TV3, Vicent Sanchis, mientras que el director corporativo de Deportes renuncia al cargo en medio del malestar creciente de la gente de su departamento por el descenso de un área que no remonta tras la pérdida de los derechos deportivos y que se ha quedado marginada de la parrilla.

La reincorporación de Andreu Joan Martínez, director de Estrategia y Recursos Humanos, después de su salida precipitada del Departamento de Interior, ha paralizado cuestiones estratégicas: se bloquea el plan de renovación de plantilla y no se da respuesta a las propuestas del Comité sobre la regulación del teletrabajo. Y el Plan de Igualdad sigue pendiente de acuerdo.

Solo la movilización, los contactos con consejerías y la presión jurídica han servido para forzar negociaciones y acuerdos como el de la recuperación de las 35 horas.

En materia económica, las crisis anunciadas se repiten cada año. A pesar de los nuevos presupuestos de la Generalitat, sigue bloqueado el Contrato Programa y Sanchis y Llorach esgrimen la caída de ingresos publicitarios para dejar en el aire la continuidad de la serie Com si fos ahir y de Polònia. La prevención de la Covid-19 dificulta la reanudación de la telenovela, pero hay que apostar con convicción por el mantenimiento de una línea de producción que es necesaria y viable, y tiene el añadido de la dinamización que aporta al sector de actores y guionistas. Igual pasa con Polònia, el programa insignia de la parrilla de TV3. El consejo de gobierno debería dimitir inmediatamente por la incapacidad de comprometer una financiación estable para la CCMA.

La renovación de este consejo, pendiente desde hace años, es responsabilidad exclusiva del Parlament y de los grupos parlamentarios que la bloquean. Es urgente aplicar la nueva Ley de la CCMA y avanzar hacia el futuro con planes de renovación de plantilla que garanticen la producción y la adaptación tecnológica con un Contrato Programa que dé estabilidad al presupuesto en un contexto de descenso continuado de los ingresos publicitarios.“

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