Informe

Así llenaron horas de TV con el caso Gabriel: “sensacionalismo extremo”, noticias “falsas” y “tesis propias”

Cobertura del caso Gabriel Cruz en TV

Redacción

El Consejo Audiovisual de Andalucía ha constatado que el tratamiento que las principales cadenas nacionales y andaluzas al caso de Gabriel Cruz ha “incurrido en un sensacionalismo extremo” que “podría haber quebrado derechos fundamentales” de los involucrados en la investigación. Esta es la conclusión de la investigación iniciada el pasado 21 de marzo para evaluar el enfoque empleado por los programas de actualidad a nivel nacional y regional.

El informe, que revela “graves incumplimientos deontológicos”, así como una queja recibida en la Oficina de Defensa de la Audiencia en la que se denuncia “un linchamiento diario movida por el afán de captar audiencia”, serán facilitados a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

Difusión de “informaciones falsas” y de “tesis propias”

Para este análisis se han revisado casi 69 horas de contenidos televisivos, siendo el objeto del estudio La 1, Antena 3, Cuatro, Telecinco, laSexta, Canal Sur e Interalmería. Se incluyen los programas emitidos en estas cadenas entre el 6 y el 7 de marzo, en pleno proceso de búsqueda del niño; y el 12 de ese mismo mes, con la autora confesa de la muerte del menor ya detenida.

De acuerdo al CAA, “destaca la descompensación entre el tiempo destinado a difundir información contrastada sobre la investigación frente a la divulgación de elucubraciones y especulaciones realizadas por el programa y sus colaboradores”. “Ante la falta de novedades informativas, algunos programas alargaron la cobertura de la noticia repitiendo contenidos irrelevantes, con conexiones en directo sin valor informativo y difundiendo rumores sin contrastar”, añade y destaca la responsabilidad de los dos principales matinales a nivel nacional, Espejo Público y El Programa de Ana Rosa, en esta táctica. En ambos casos, incide en el comunicado, “asumen como propio un papel investigador para la resolución del caso”.

Entre las prácticas que se achacan a los programas, a título general, están la de difundir el nombre y datos completos de la persona detenida por romper la orden de alejamiento a la madre de Gabriel Cruz, pese a estar desvinculado del caso; y la difusión de “informaciones falsas” y de “tesis propias” en torno al caso.

Especulaciones sobre la autoría

Una vez detenida la presunta autora del crimen, Ana Julia Quezada, los programas insisten en malos hábitos. Destacan el caso de Sálvame, que “especuló con la posibilidad de que la detenida contara con un cómplice y se afirma que es ”imposible que actuara sola“”.

También se critica que se diera pie a comentarios e interpretaciones de tipo racista.

Un enfoque “para llenar programación y captar audiencia”

El Consejo señala un “abuso del sensacionalismo y el morbo en detrimento del rigor, la precisión, la moderación y la responsabilidad informativa que exige el tratamiento informativo de la desaparición de un menor, especialmente en las circunstancias y desenlace de este caso” y reprocha el uso de ciertos cebos “para llenar horas de programación y captar audiencia”, algo de lo que no están exentos los informativos.

“Para el CAA, resulta imprescindible que los prestadores de ámbito nacional y sus programas de mayor audiencia asuman los códigos, guías y normas deontológicas de los que disponen los periodistas para garantizar un tratamiento informativo riguroso y responsable en asuntos de interés general como las desapariciones de personas, donde su colaboración es fundamental”.

Todos los motivos expuestos justifican de acuerdo al órgano que se ponga en consideración deL CNMC este estudio, a fin de que analice los hechos y ordene las medidas que se consideren pertinentes.

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