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De Brad Pitt a Bong Joon-ho, 5 brillantes discursos que aspiramos a volver a escuchar en los Oscar 2020

Brad Pitt recibe su premio al mejor actor de reparto en los SAG Awards

Lorenzo Ayuso

Hollywood ultima los últimos remiendos a sus galas para su gran noche, la de los premios Oscar. El Dolby Theatre de Los Ángeles vuelve a albergar un año más la ceremonia de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, con la que culmina eso a lo que los periodistas especializados se refieren como la temporada de premios. Esa que arranca con las nominaciones a los Globos de Oro, a la que prosiguen otras tres citas de relieve (los Critic's Choice, los SAG Awards y los BAFTA), antes de llegar a la velada definitiva donde se confirmará qué aspirante al título se baña en oro.

Desde el 5 de diciembre hasta este 9 de febrero se han sucedido a ritmo constante una ceremonia tras otra donde, además de proyectar una imagen aspiracional y perfecta a la audiencia masiva mundial, las grandes estrellas han de estar preparados para verbalizar sus sentimientos en caso de que les toque subir las escalerillas y recoger el laurel de turno. Ciertos rostros acaban tomando por costumbre este recorrido de la butaca al escenario, y con ello van perfeccionando sus dotes para la oratoria. Con una competición menos reñida que en años previos, al menos en lo que respecta a las categorías interpretativas, esta evolución se ha hecho más palpable, y nos ha servido para vaticinar no solo quiénes serán sus protagonistas, sino cómo serán los agradecimientos que se pronuncien a lo largo de la noche. Algo que en una gala de nuevo sin presentador, se hace más importante, si cabe, que nunca.

Sin más dilación, reunimos aquí a los grandes candidatos a mejores discursos de esta temporada. El ganador... ya lo deciden ustedes.

Los discursos perfectos de Brad Pitt (in situ o en ausencia)

El Globo de Oro, el BAFTA, el Critic Choice Award, el premio del sindicato de actores y el de la National Board Of Review, el de la alianza de periodistas cinematográficas y el de los críticos afroamericanos... El rol de Cliff Booth, ese especialista siempre a la sombra de Rick Dalton en Érase una vez en Hollywood ha otorgado a Brad Pitt uno de los momentos de más luz en su carrera y parece asegurarle el reconocimiento que se le resistía como actor (no olvidemos que ya cuenta con un eunuco dorado en su casillero por su faceta de productor). Que la balanza haya ido siempre en su favor, teniendo al superlativo Joe Pesci de El irlandés como contendiente, debería servir como medida para su trabajo. Acaso por la seguridad con la que se asumía su victoria en la categoría de interpretación masculina secundaria, este hijo adoptivo de Missouri parece haberse esforzado por hacer de sus minutos sobre el escenario un espectáculo memorable en sí mismo.

“Tengo que añadir esto a mi perfil de Tinder”, comenzaba su alocución en la gala de los SAG, donde pasó a bromear con los fetiches ya conocidos de Quentin Tarantino: “Quiero agradecéreslo a mis compañeros Leo [DiCaprio], Margot Robbie, los pies de Margot Robbie, los de Margaret Qualley, los de Dakota Fanning... Quentin ha separado a más mujeres de sus zapatos que la administración de la seguridad en el transporte”. Luego demostraría autoconsciencia al señalar la dificultad de su personaje en Érase..., “un tío que no hace más que colocarse, quitarse la camisa y que no se lleva bien con su mujer”, alusión clara a su aún sonado divorcio de Angelina Jolie (la comidilla del evento sería, en cambio, su reencuentro con Jennifer Aniston). El perfecto broche lo supuso su reconocimiento a DiCaprio: “Yo habría compartido la tabla”, cerró, acordándose del llorado desenlace de Titanic.

Llegados a los BAFTA, los compromisos del actor le impidieron recogerlo en persona, ejerciendo Robbie como la receptora del galardón. No obstante, Pitt dejaría su impronta en el texto que ella leyó, casi una prolongación del escuchado apenas una semana antes. “Ey, Gran Bretaña, me he enterado de que te has quedado soltera. ¡Bienvenida al club!”, comenzaba el texto, casi un monólogo humorístico, usando el Brexit como percha. No faltó otra referencia a la actualidad del país: “Oh, dice que va a bautizar a este premio como Harry, porque tiene muchas ganas de llevárselo de vuelta a Estados Unidos”, leía la actriz, en un guiño a la salida del príncipe Harry y Meghan Markle de la familia real británica y su traslado a América.

La brillantez de estos discursos ha motivado que algunos medios hayan intentado averiguar si es Pitt el firmante de estos discursos, o si ha contado con los servicios de alguna agencia especializada, algo por otro lado habitual entre las bambalinas de Tinseltown.

Joaquin Phoenix y su llamamiento contra el racismo sistémico

La misma cuestión ha surgido al hablar de Joaquin Phoenix y de su desempeño en las ceremonias de premiación. Habiéndole convertido el Joker en el “as” entre los actores principales de este año, se percibe una evolución clara en sus discursos. Una evolución que también parece responder a la intervención de expertos en comunicación con los que encauzar sus ideas: si bien al aceptar su Globo de Oro no pronunció ningún mensaje particularmente articulado más allá de su defensa del veganismo, el registro cambió radicalmente en la gala de los BAFTA. Allí mostró una faceta más reivindicativa, más cercana a la imagen proyectada con su participación en las marchas contra el calentamiento global de Washington D.C., llamando la atención de

Atendamos a la transcripción: “Me siento honrado y privilegiado por estar aquí esta noche. Los BAFTA siempre me han apoyado en mi carrera y lo aprecio de verdad. Pero he de decir que tengo sentimientos encontrados, puesto que muchos compañeros que se lo merecerían también no tienen este privilegio. Estamos mandando un mensaje muy claro de que la gente de color no es bienvenida aquí [...] No pretendo parecer creído, porque yo mismo me siento avergonzado por ser parte del problema. No he hecho nada con el poder que poseo para asegurarme de que los sets donde trabajo sean inclusivos. Pero es algo más que procurar que los sets sean multiculturales. Tenemos que trabajar duro por entender de verdad el racismo sistémico. Es obligación de la gente que ha creado o se ha beneficiado de este sistema opresor que lo desmantelen. Y esos somos nosotros”.

Laura Dern, un modélico discurso made in Hollywood

Como ocurriera con Pitt, Laura Dern también está en una posición inmejorable para obtener por fin el Oscar tras quedarse a las puertas en dos ocasiones. Es el reconocimiento que le queda por incluir en una brillante trayectoria donde se amontonan cinco Globos de Oro y un Emmy, entre otros. Su secundario en Historia de un matrimonio de Noah Baumbach la ha colocado en cabeza sobre el resto de candidatas (entre ellas, Scarlett Johansson, compañera en dicho film, que aparece en esta categoría con JoJo Rabbit).

El premio tiene un significado especial, puesto que conseguirá algo que sus padres, Bruce Dern y Diane Ladd, no han conseguido nunca. De algún modo, que ella sea la elegida por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas salda una deuda no solo con una sino con dos generaciones de intérpretes de carácter de Hollywood. Tal vez por ello, los discursos de Dern han sido modélicos tanto en lo que respecta a su forma como al fondo.

En el de los Globos de Oro, apeló a su pertenencia a la comunidad de Hollywood -“Mi primera vez aquí fue cuando tenía 14 años, es un gran honor está con vosotros de nuevo aquí”, dijo, retrotrayéndose al año 1982, cuando fue elegida Miss Golden Globe-; destacó la capacidad del oficio de actor para trascender -habló de “dar voz a los que no la tienen”- para a continuación demostrar ironía autoconsciente -“yo he podido hacer eso: dar voz y rendir tributo... a los abogados de divorcios”; y finalmente, llamar a la concienciación: en su caso, utilizó parte de su tiempo en el escenario para lanzar un mensaje ecologista con motivo de los graves incendios que han asolado Australia.

Bong Joon-ho y los subtítulos

El fenómeno en torno a Parásitos hace pensar, más que nunca, en la posibilidad de que un filme de habla no inglesa acabe coronándose como gran triunfador de los Oscar. Durante esta última temporada de premios, Bong Joon-ho ha alcanzado un inesperado estatus de estrella, un representante que la comunidad asiática y sobre todo surcoreana de Estados Unidos que se observa con orgullo y admiración.

Casi igual de importante en este tour promocional del filme, también ha sido primordial el trabajo Sharon Choi, la intérprete al inglés del cineasta, hasta hacerse inseparable de este. Su trabajo traduciendo e incluso reformulando las declaraciones del responsable de The Host quedó de relieve en los Globos de Oro, cuando subieron al estrado del Hotel Beverly Hilton para recoger el trofeo a la mejor película extranjera. El momento fue aprovechado para una reivindicación cultural, la de romper el rechazo al cine extranjero: “Una vez te sobrepones a esa barrera de una pulgada que suponen los subtítulos, accederéis a una gran cantidad de películas maravillosas”.

“El mero hecho de estar nominado junto a todos estos fenomenales directores internacionales ya era un gran honor para mí. Creo que todos al final utilizamos el mismo idioma, el del cine”.

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