CRÍTICA

'El Internado: Las Cumbres', un reinicio digno con potencial para volar solo

'El Internado: Las cumbres'

Laura Pérez

Cuando todavía nos estamos recuperando del sonado reencuentro de Física o Química, Amazon Prime Video nos regala otra cita con la nostalgia. Este viernes 19 de febrero vuelve El Internado, la serie que marcó a toda una generación con sus tramas de misterio, sus uniformes azules, sus experimentos nazis y sus lecciones de vida.

Regresa, eso sí, con nuevos personajes, nuevas historias, nuevo entorno y un nombre, El Internado: Las Cumbres, que ya de entrada nos da una pista de lo que nos vamos a encontrar: una ficción diferente, que debe mucho a su referente.

Mientras otros revivals actuales apuestan por reactivar sus tramas varios años después de cerrarlas, Atresmedia, The Mediapro Studio y Amazon han optado por reiniciar la serie fenómeno de finales de los 2000 con un reboot (retorno) que bebe de la esencia de la original, pero que tiene entidad propia para volar sola.

Esa es la principal conclusión que se extrae del visionado de los 8 capítulos que conforman su primera temporada, que se puede ver desde este viernes en más de 200 países a través del catálogo de Prime Video. Un estreno a lo grande acorde a las altas expectativas que genera este regreso, sin duda un producto muy apto para nostálgicos que en ningún caso mancilla el recuerdo que dejó El Internado en su triunfal paso por Antena 3.

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El gran temor que tiene todo fanático cuando su serie favorita regresa es que se corrompa la esencia que la hizo grande. En este caso, Las Cumbres presenta un nuevo escenario que nada tiene que ver con lo que sucedió en el colegio Laguna Negra, pero que sí se inspira en ello para actualizar a nuestros tiempos la fórmula de su éxito.

Un misterio más oscuro y terrorífico que el del Laguna Negra

El Internado vuelve como una serie más oscura y terrorífica que la que enamoró a 3 millones y medio de espectadores en sus siete temporadas en abierto. Si en su momento ya introdujo el suspense como un elemento clave de su entramado juvenil, ahora, en un panorama audiovisual muy diferente y de la mano de una plataforma de pago, agita la coctelera para volver a entretener, asustar e intrigar a partes iguales.

La nueva historia nos traslada a Las Cumbres, un internado ubicado junto a un antiguo monasterio y situado en un lugar inaccesible entre montañas y bosques misteriosos. Los alumnos son chavales rebeldes y problemáticos que, con su encierro en el centro, se enfrentan a un curso marcado por la disciplina extrema y la restricción de prácticamente todas sus libertades. Para ellos, escapar es su única esperanza. Pero como ya avanzan los carteles oficiales, fugarse del centro es el mayor peligro al que se pueden enfrentar.

Mientras la trama del Internado giraba alrededor de una organización nazi y su proyecto Géminis, el nuevo misterio apunta a una leyenda del monasterio anexo al colegio y a una serie de desapariciones y asesinatos que mantienen en vilo a alumnos y profesores. Todo, en un tono más gore y con toques satánicos que aportan ese plus a una historia de por si atractiva.

La intriga es, sin duda, el pilar que articula El Internado: Las Cumbres, que se enriquece a su vez de una serie de tramas secundarias y también interesantes para la acción. La iglesia, las sectas, la lucha de intereses y una misteriosa alumna amnésica completan ese mapa de historias que promete mantener a los espectadores en vilo… a partir del cuarto capítulo.

Funciona como un tiro a partir del cuarto capítulo

Si bien podemos afirmar que el reboot de Amazon es casi tan adictivo como la serie original, lo cierto es que se toma su tiempo para arrancar como es debido. Tras el primer capítulo, un piloto muy correcto que presenta el nuevo universo, sus personajes y el misterio con acierto, se suceden dos episodios más flojos que no terminan de cuajar.

Todo cambia a partir del cuarto, un capítulo clave para que Las Cumbres empiece a carburar y a desmarcarse como una digna sucesora de El Internado. Desde entonces se convierte, con sus aciertos y sus fallos, en una serie adictiva que funciona como un tiro y que sorprende con cada giro de guion.

Los responsables son el equipo formado por Asier Andueza, co-creador de esta nueva entrega, junto a Laura Belloso, Sara Belloso y Abraham Sastre, quienes ya participaron en los guiones del Laguna Negra. Una apuesta continuista que se refleja en los diálogos, las tramas y, por descontado, en los guiños que incluyen los 8 capítulos de la serie.

Más allá de esto, y del sonado -y desaprovechado- cameo inicial de dos de los protagonistas originales del Internado, da la sensación de que Las Cumbres ha perdido una oportunidad de oro para ligarse más a su referente con la participación, de manera regular, de algún alumno o profesor del antiguo colegio. No obstante, la decisión tomada tiene sentido si quiere escribir su propio camino.

Su asignatura pendiente es el entorno, que oscila entre la fascinación por los exteriores y unos interiores mejorables que lucen, en ocasiones, muy a cartón-piedra. Un desliz que desentona con la gran factura general de la serie, que cuenta con una fotografía destacable y, como decimos, unas localizaciones de ensueño.

Un reparto acertado y diverso, con algunos 'peros'

Más acertado es el elenco, un nutrido grupo de alumnos y profesores variopintos que durante los 8 episodios da pinceladas sobre sus personalidades, inquietudes y traumas de manera irregular. El Internado: Las Cumbres es una serie coral… pero no todo lo que promete, ya que algunos de los estudiantes del grupo protagonista pasan totalmente desapercibidos durante gran parte de la temporada.

Especial atención merecen Asia Ortega, Albert Salazar, Claudia Riera y Daniela Rubio en los papeles de Amaia, Paul, Inés y Adele, los alumnos que más focos se llevan, y los que más convencen, en esta primera tanda. A destacar también los de Mina El Hammani y Joel Bosqued, que cuelgan por fin los uniformes juveniles para asumir roles adultos, el del siempre inquietante Ramiro Blas, el de Alberto Amarilla, cuyo personaje es uno de los grandes misterios, y el de Natalia Dicenta, la estricta directora.

A diferencia del Internado original, donde, con sus más y sus menos, todos los alumnos tenían perfiles similares, Las Cumbres refleja la diversidad de la juventud con más atino. En este colegio de alumnos problemáticos hay hueco para diferentes orientaciones sexuales y también para las discapacidades, que se visibilizan y normalizan gracias al gran trabajo de Asia Ortega, la protagonista más aventajada del grupo de estudiantes.

En resumidas cuentas, El Internado: Las Cumbres es un reboot acertado y con entidad propia que puede encontrar su peor enemigo en las comparaciones que surgirán con su serie madre por el hueco que esta guarda en el recuerdo popular. Sorteado ese juicio inicial, y valorándola como una ficción nueva, no hay dudas de que tiene un gran futuro por delante siempre y cuando encuentre la fórmula para gestionar el misterio en temporadas sucesivas.

· La primera temporada completa de 'El Internado: Las Cumbres' está disponible desde este mismo viernes 19 en Amazon Prime Vídeo.

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