Entrevista

Jorge Cadaval, nuevo 'Paisano' de TVE: “La población de este país está dando una lección tremenda a los políticos”

Jorge Cadaval visita Ezcaray en 'El Paisano'

Lorenzo Ayuso

Habitados a verlo en tándem junto a su hermano César, Jorge Cadaval debutó el pasado miércoles 22 como nuevo Paisano de TVE. Lo hizo, además, con una sensible mejora de los registros en los que se movía el programa de Brutal Media durante su temporada previa. Un buen resultado con el que valorar lo que sin duda ha sido una experiencia novedosa para el cómico sevillano, que por primera vez en su larga trayectoria profesional se enfrenta a conducir un programa en solitario. Algo que, pese a sus tablas, le suponía un inevitable nerviosismo durante sus primeras jornadas de grabación.

Tras la experiencia, se muestra “maravillado” por la oportunidad y el recibimiento a ambos lados de la cámara, tanto de las gentes con las que comparte plano en sus andaduras por los pueblos de España, como por el equipo que le ha brindado esta oportunidad. “He comido muy bien y me han tratado muy bien”, nos recalca. Con todo, Cadaval tiene claro que, si fructifica una nueva ronda de programas, prefiere enfrentarse a ellas con su hermano. De hecho, así se lo propuso a la productora y esta transmitió a TVE.

La crisis causada por la expansión del coronavirus ha dejado todos esos planes en la incertidumbre, una palabra que se repite a menudo en la conversación con el humorista. No en vano, el monólogo de la última entrega que llegó a grabar, en Mojácar, tuvo que hacerlo desde su casa y no desde el teatro donde se acostumbra a reunir a la localidad que visita. “Se ha hecho un apaño, no pensábamos que fuera a pasar todo esta historia”, reconoce. Los Morancos están sobrellevando estas semanas a base de vídeos de YouTube que no tardan en convertirse en tendencia en redes sociales: así ha pasado con el más reciente, una versión de Vivir así es morir de morir dedicada al confinamiento, con la que se proponen una alternativa a ese Resistiré ubicuo. “Ante esta incertidumbre tenemos que dar sentido del humor, porque como no nos lo tomemos con humor y paciencia, nos daríamos un chocazo en la cabeza”, nos dice Cadaval, que reivindica, igual que hace el formato de la corporación pública, la actitud de los paisanos al afrontar la situación.

¿Cómo se siente uno al tener recién estrenado un programa donde viaja por toda España cuando no se puede salir de la propia casa?

[Ríe] Te satisface verlo porque lo he disfrutado mucho y creo que es bueno y a la gente le satisfará como a mí. Es una vía de escape que sirve para romper la rutina que tenemos ahora, para ver partes preciosas del país que me han enseñado y de las que me han hecho partícipe. Es un programa muy blanco y bien hecho.

¿Conocías el programa previamente cuando recibiste la oferta para presentarlo?

Sí, lo había visto y conocía también El foraster de la misma productora para Catalunya, y me encantaban. Es un tipo de programa que te entretiene y te abre una ventana a otro tipo de historias. Te permite ver la vida de la gente, sus rutinas, lo dispar y lo diferentes que somos, y te das cuenta de lo grande que es eso. Me encanta que se vea esa diferencia, porque ser igual sería aburridísimo. Ahora que estamos todos igual, imagina lo aburridos que estamos [ríe].

Cada temporada ha tenido un presentador distinto. Primero fue Pablo Chiapella, luego Edu Soto, Eva Hache... Cada uno le imprime su personalidad y un tono particular al viaje. ¿Cómo definirías tu aporte particular?

Yo no puedo hacer otra cosa que lo mío. Soy muy de barrio y se me nota, vivo la calle mucho: estoy siempre en contacto con mis amigos, con mis vecinos, me gusta pararme con todo el mundo, le doy besos hasta a las farolas [ríe]. Cada uno es de una forma. No creo que sea ni mejor ni peor, somos distintos y ahí está nuestra riqueza como humanos. Habrá a quien le gusta más Eva Hache y a quien le guste más yo, y al revés, por ejemplo. Pero lo importante es darle naturalidad a lo que haces y ser tu mismo. ¿Para qué vas a ir de otra cosa en un programa como este? En El Paisano tienes que ser tú mismo.

Aunque has tenido apariciones televisivas en solitario de forma puntual, quizás esta es la primera vez que te vemos desarrollarte ante la cámara como presentador y como cómico en solitario, sin la presencia de tu hermano, más allá de Los Morancos. ¿Sentías vértigo ante esta idea?

Al principio estaba muy nervioso... No dejo de trabajar con mi hermano en el teatro y estoy encantado con que siga siendo así. Me he sentido muy bien en este programa y ha sido una experiencia preciosa, pero a mí lo que más me gusta es trabajar con mi hermano. Hablaban de hacer más y les propuse que, en ese caso, lo haría con mi hermano.

¿Te ha permitido descubrir facetas nuevas como comunicador?

Al principio iba con miedo, porque no sabía a lo que me iba a enfrentar. Pero he tenido una producción y una gente alrededor que me ha arropado mucho, que ha estado cerca de mí y me han tratado estupendamente, y eso ha dado pie a poder ser yo mismo.

Era un reto difícil no estar al lado de mi hermano y lo he hecho lo mejor posible. En el primer programa, en Aínsa, los comentarios fueron buenísimos, la gente estaba encantada y me sentí muy bien. Y como digo, la productora me ha dado mucha seguridad. He tenido la suerte de trabajar con una gente estupenda y eso no te pasa todos los días. Yo suelo hacer familia cuando llego a un rodaje, me gusta ser cercano y que no te vean solo como presentador o artista. Me gusta estar con todos, comer con ellos, escuchar y que me escuchen y son las cosas que suelo hacer.

¿Qué balance haces de esta experiencia en solitario?

He quedado encantadísimo. Hablo de corazón. Me he llevado gente muy agradable, he quedado para volver este verano, si se pudiera, para charlar más, estar más, conocer y disfrutar más de todos esos sitios donde hemos estado. La gente es maravillosa y se abren en canal, de corazón. No he tenido una experiencia parecida, me ha parecido maravilloso.

Pero aún así, has propuesto que para la siguiente seáis 'Los paisanos'. ¿Fue un comentario informal o cabe la posibilidad de que lo esté valorando la productora o la cadena?

Como ha venido todo esto de momento y nos hemos encerrado, no se ha hecho nada... Pero si cabe la posibilidad me encantaría. Aportaría una cosa distinta al programa: lo disfrutaríamos mucho, y como nos conocemos muy bien, uno sabe cómo entrar cuando hay un silencio de otro. Eso es muy positivo para ese tipo de programas.

Después del tsunami que nos ha caído no sé qué pasará... Yo lo dejé caer. Me atreví en el segundo programa, no creas que me atreví nada más llegar. Pero nada más empezar, pensé que si esto lo hacíamos entre los dos, aparte de aportarle otra cosa, iba a quedar un programa divertido. Les gustó la historia... y ahí se quedó. Estaban hablando con TVE, pero no sé qué pasaría con todo esto.

Hablando del coronavirus... ¿Os afectó directamente el estado de alerta en la grabación?

Para el último programa, que se grabó en Mojácar, tuve que hacer el monólogo en mi casa, solo, porque no se podía ir allí con la gente, ni llevarles al teatro donde se graba. Se ha hecho un apaño, no pensábamos que fuera a pasar todo esta historia.

A título personal, como artista y humorista, ¿cómo te enfrentas a la crisis a la que abocó la covid-19? Especialmente después de que grabar un programa como este.

Siempre pienso en positivo. Por lo que veo en mi barrio, en Triana, es que la humanidad que está aflorando. Los vecinos, a la hora de aplaudir, abren una ventana de la esperanza. Aparte de los homenajes y el respeto a los sanitarios, cada uno se lo monta hace por divertir... Llegan las 19:45 y estamos como los perrillos cuando los van a sacar, con las orejas para arriba, deseando salir al balcón y dar todo el apoyo que haya que dar a los sanitarios, a la policía, bomberos, ejército, panaderos, cajeras... Ellos son quienes están trabajando para que estemos a gusto.

¿Cómo profesional de la risa, cómo afrontas una situación dramática como esta? César y tú seguís realizando vídeos, cada uno desde su domicilio...

Esto se nos está alargando y se nos está haciendo infinito. Ante esta incertidumbre tenemos que dar sentido del humor, porque como no nos lo tomemos con humor y paciencia, nos daríamos un chocazo en la cabeza solo con pensar en la de gente que lo está pasando mal, en los que se han ido y en sus familiares, en los que están del hospitales, no solo por el coronavirus sino por otras enfermedades... El rey del mambo es el coronavirus, y eso tenemos que serlo las personas. Este virus nos está atemorizando como si fuera a acabar con el mundo. Y no puede ser.

¿Cambia la manera de hacer comedia en una situación de crisis?

Reírnos nos reímos de lo mismo. Estamos ahí. Aparte del respeto que tengamos a todo, cuando hacemos un vídeo, aunque haya crítica social, no queremos hacer daño. Los artistas estamos para eso, para decir esa crítica y para que se vea, pero sin hacer daño. No entro en ningún rasero político, que me da igual, pero la población de este país supera con creces a todos los políticos, estamos dándoles una lección tremenda, con todos mis respetos. No hablo de partidos en particular, pero en los políticos hay un interés, y donde no hay interés ninguno es en esa gente que ha perdido sus negocios y trabajos y están con la incertidumbre y siguen con el respeto desde sus casas. Estamos a la expectativa de lo que hay cada día.

Para terminar, cuando termine todo esto y llegue la “nueva normalidad”... ¿Qué espera a Los Morancos? Lleváis mucho sin salir en televisión. ¿Queréis volver?

No será por falta de ofertas o de ganas. Tanto César como yo, cuando queremos hacer algo, queremos hacerlo blanco, estupendo y divertido, y si nos proponen otra cosa -y nos proponen muchas cosas gracias a la vida- seguimos muy a gusto tanto en el teatro. A ver qué acontece cuando todo termine. Teníamos vendido abril, mayo y junio en el Teatro Coliseum de Barcelona; después teníamos el verano a tope de bolos; y estrenamos el espectáculo en la Gran Vía de Madrid, en el Teatro Rialto. Estamos en la incertidumbre, no sabemos lo que va a pasar. ¿Que no pasa esto? Veremos si se pone de acuerdo la gente de televisión. Estoy dispuesto a hacerlo. Lo mejor que tenemos nosotros es poder entretener y si somos una carta para ello, adelanto.

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