Entrevista Vertele

Joshua: “Que 'Maestros de la costura' tenga más audiencia que 'OT', que ha hecho mínimos históricos, dice mucho”

Joshua y la modelo África Peñalver, tras la final de Maestros de la costura 3

Pedro Zárate

Joshua Velázquez ha hecho bueno aquello de que a la tercera va la vencida. Tras no superar los castings de las dos primeras ediciones, este canario de 28 años consiguió a la tercera su gran sueño: ser concursante de Maestros de la costura. Lo que Joshua no sabía es que su entrada en el programa solo era el principio de algo mucho más grande. A su victoria en la primera prueba de la edición le fueron siguiendo varias más hasta proclamarse campeón del talent presentado por Raquel Sánchez Silva.

Un logro al que da “mucho valor” tras los sinsabores de los dos años anteriores, tal y como reconoce en esta entrevista con Vertele. Horas después de la emisión de su victoria, repasamos con Joshua su paso por el programa y esa final a la que llegó, dice, “con la sensación de que se esperaba muchísimo de mí y de que cualquier mínimo fallo me lo iban a poner como un mundo”.

Nuestro protagonista supo sobreponerse a la presión para llevarse el triunfo y ver completado su gran sueño dentro del programa. Ahora le espera un futuro prometedor en el mundo de la moda, aunque como no se cansa de repetir, él no se cierra ninguna puerta. De ahí que no descarte participar en Tu cara me suena, programa en el ansía concursar tras haber saboreado las mieles del éxito en Maestros y haber probado suerte, hace ya 10 años, en Operación Triunfo, como recuerda para este portal.

¿Cómo reviviste anoche la final por televisión?

Fue superemocionante, no paraba de llorar. Volver a revivir todo lo que hemos vivido me dejó como un flan, pero estoy muy bien. Muy contento.

¿Te volvieron a felicitar tus compañeros? ¿Mantienes buena relación con ellos después del programa?

Con la mayoría sí, me llevo muy bien con ellos. Yo comenté la final con Fran, que es con el que mejor relación tengo junto a Begoña.

Precisamente con Begoña te jugaste la victoria final. ¿Cómo fueron esos momentos previos a tu triunfo?

Se me ponen los pelos de punta solo de pensar en ese momento. Es el momento que cualquier persona desea desde que se presenta a los castings. Yo le doy mucho valor porque son tres años presentándome a Maestros de la costura e intentando entrar. Así que entrar y ganar todas las pruebas que he ganado, que han sido una barbaridad, y ganar el programa, pues imagínate cómo estoy.

¿Qué cambió a partir de ese segundo casting fallido para que acabaras ganando el programa al año siguiente?

Los dos primeros años fui muy preparado, pensando las respuestas y en decir lo que ellos querían oír. Y no funcionó. Y este año fui como si estuviera hablando con mis amigos. Me vestí como me dio la gana, me peiné como me salió del culo... Fui como verdaderamente me dio la gana. Yo soy muy natural. Nunca digo que soy un papel en blanco porque soy un papel trasparente, porque tú me ves y me ves venir. Soy muy visceral y se me nota muchísimo en mi estado de ánimo, así que fui al casting, lo disfruté y me metí en el bolsillo a la gente del casting sin duda alguna.

Y llegas al programa y ganas la primera prueba. A partir de ahí llegarían varias más hasta la victoria final. ¿Te viste campeón en algún momento viendo lo bien que lo estabas haciendo?

Yo creía que no iba a ganar la final porque tenía mucha presión. Entre Begoña y yo habíamos ganado casi todas las pruebas del programa, así que llegaba con la sensación de que se esperaba muchísimo de mí y de que cualquier mínimo fallo me lo iban a poner como un mundo.

¿Esa presión te impidió disfrutar de la final?

No, no. La final ha sido la prueba en la que más tranquilo he estado. Estaba como en casa con mi padre, mis amigos y mi familia allí. Lo estaba disfrutando.

¿Qué te dijeron los jueces tras la final?

Bueno, me felicitaron los tres y Raquel [Sánchez Silva]. Aquello fue un cúmulo de alegrías con los jueces y todo el equipo bebiendo champán. Mis amigos se pusieron a hablar con Palomo [Spain] y María [Escoté] le dijo a mi padre que la final había sido una pasada, que yo había sido uno de los mejores concursantes que habían tenido y que podía sentirse orgulloso de lo que hago.

¿Y entre elogio y elogio hubo alguna oferta para trabajar con ellos?

De momento no (ríe), pero tengo su número y para cualquier cosa que necesite los voy a tener ahí.

Por cierto, ¿qué ha sido del vestido de la final?

Al acabar la emisión del programa nos envían todas las prendas que hemos hecho, así que me lo mandarán en algún momento.

Ahora que has ganado, ¿para quién diseñarías un vestido así? ¿Te atreverías con Cristina Pedroche o con otra famosa?

A Pedroche claro que la vestiría, hasta para estar en su casa. Y también a Jennifer López y Beyoncé, por supuesto. Después de haber vestido a Paris Hilton y de haber ganado Maestros de la costura, quién me dice a mí que no puedo.

Al final del programa decías que no había que dejar de soñar, así que un buen sueño puede ser ese.

Yo no me pongo metas. La moda es lo que me apasiona y a lo que me he dedicado estos tres años para presentarme a Maestros de la costura, porque es una oportunidad de oro. Pero no me cierro a nada. Un cocinero no tiene por qué cocinar toda la vida, así que si me surgen otras oportunidades las voy a aprovechar, pero no voy a dejar de lado esto. Y si me llaman de otro programa por supuesto que lo aprovecharé.

¿A qué otro programa dirías “sí” sin dudar?

Solo hay un programa al que yo iría y en el que me haría muchísima ilusión participar, que es Tu cara me suena. Yo siempre he cantado. De hecho, hace 10 años me presenté a Operación Triunfo y llegué a los castings finales. También me gusta bailar, y creo que Tu cara me suena mezcla moda con las réplicas de los vestidos, música, baile, interpretación... Es arte y es moda, así que me encanta. ¡Yo tengo que ir a Tu cara me suena!

¿La imitación la tienes clara?

Por supuesto, Maluma (ríe). Entre otros, claro. También imitaría a Jennifer López y a Beyoncé. ¡Si es que yo hago de todo! No solo coso. También te arreglo la casa, soy peluquero, auxiliar de enfermería, me sé casi todo el temario de la oposición de la Guardia Civil, que ya la he dejado. Sé cantar, sé bailar, maquillar y peinar... Sé hacer 20.000 cosas.

Cantar se te debe dar muy bien para haber llegado a los castings de 'OT'. ¿Recuerdas para qué edición te presentaste?

No me acuerdo. Fue mucho antes de que volviera otra vez el programa. Yo tenía 18 años y pasé todos los castings de Canarias, pero luego me quedé en los últimos.

¿Cómo crees que hubiera sido tu vida de haber entrado en la Academia?

Uf, no lo sé. Cada camino que se te va abriendo en la vida te abre a su vez tres más, y cuando eliges uno te encuentras otros cuatro, y luego dos, y a medida de lo que va pasando en tu vida va construyendo cómo eres, cómo te desenvuelves, cómo hablas... Si hubiera entrado posiblemente mi vida no hubiese sido lo mismo. Hubiera perdido la oportunidad de entrar en Maestros de la costura y disfrutar de todo lo bueno que me ha pasado en el programa. O de participar en Tu cara me suena, quién sabe (ríe).

En cada gala de 'Tu cara me suena' hay un invitado ajeno al programa. A lo mejor puedes empezar por ahí para participar en una próxima edición.

Ojalá. Después de haber ganado Maestros de la costura que nadie me diga que no puedo hacer algo.

De vuelta a 'Maestros', Raquel Sánchez Silva dijo durante la final que habían llamado “locos” a los responsables del programa por poner en marcha un formato como éste. ¿Qué pensaste tú cuando descubriste que TVE iba a hacer un talent sobre moda llamado 'Maestros de la costura'?

Al principio había gente que decía: “Bah, Maestros de la costura”. Pero que un formato nuevo como Maestros de la costura tenga más audiencia que un formato que triunfa en España como Operación Triunfo, que ha hecho mínimos históricos de audiencia, dice mucho. Todo el mundo ha flipado con la audiencia de anoche. Es histórico para TVE.

Cuando me preguntan qué tal la experiencia, esto me ha cambiado un poco la perspectiva de lo que me llevo del programa. Me llevo aprendizaje, haber conocido a buenos compañeros, a los jueces y haber podido hacer contacto con los invitados. Pero lo que realmente me llevo es el cariño de la gente. Cada gala triplicaba en seguidores a mis compañeros y recibía cientos de mensajes al día. Me han llegado regalos, fotos, vídeos, gente con camisetas con mi foto, carteles...

El otro día me enviaron el vídeo de una señora de 89 años maquillándose para grabarme un vídeo en plena cuarentena. También he visto a niñas de 10 y 13 años diciéndome que gracias a mí se quieren dedicar a esto. Y he recibido el mensaje inspirador de una mujer con cáncer terminal con metástasis con la que llevo tres días hablando, que me dice que la doy mucha energía y que gracias a mí tiene más fuerzas para salir adelante. ¿Hay algo más bonito después de eso? El dinero y la fama se van, pero el cariño no. Y eso es con lo que yo me quedo.

Todo esto es una demostración de lo que ha trascendido tu participación entre los seguidores del programa.

Empatizar con la gente a través de la televisión no es fácil. Es muy fácil caer mal por televisión, como le ha pasado a algunos de mis compañeros, pero el secreto está en ser natural. Me da igual salir bien, salir mal o desnudarme. Es lo que yo siempre digo, sé tú mismo. Da igual que haya modas o marcas, vístete como te dé la gana. Cada uno tiene que ir como quiera y como le apetezca, que es lo que yo intento que la gente entienda. No solo se trata de ganar un programa de televisión, también de que la gente diga: “Gracias a este tío he descubierto unos valores nuevos.”

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