AVISO: SPOILERS

Así resucitó por segunda vez Gregoria, el personaje de Beatriz Carvajal, en 'LQSA'

Así resucitó por segunda vez Gregoria, el personaje de Beatriz Carvajal, en 'LQSA'

Redacción

AVISO: La siguiente noticia contiene spoilers del 11x08 de 'La que se avecina'. Lea bajo su responsabilidad.

La que se avecina despidió su midseason este miércoles con un momento trascendental para Javi Maroto, el personaje de Antonio Pagudo en Mirador de Montepinar. Siete años después de despedir a su madre Gregoria en las tramas de la ficción, el inquilino del Ático B pudo superar su duelo gracias a la inestimable ayuda de uno de sus vecinos.

Fermín se metió en la piel de Goya, resucitando por segunda vez al personaje de Beatriz Carvajal para ayudar a los suyos a pasar página. Tras 'volver' en la 9ª temporada para reencontrarse con su marido Vicente, ha hecho ahora lo propio para decir adiós a su hijo Javi.

“Soy Gregoria, tu madre muerta, y he venido a despedirme”, dice un caracterizado Fernando Tejero en la cocina del piso de su hijo. Pese a que Maroto se muestra algo incrédulo al principio, termina fundiéndose en un abrazo con lágrimas en los ojos. “No quiero que te vayas, quédate conmigo”, le pide.

Además, Javi aprovecha el momento para resolver una duda que le inquieta. “¿Te suicidaste?”, pregunta a su 'madre'. “No hombre, no. Me caí del taburete. ¿Cómo me voy a suicidar yo con unas croquetas a medio freír? Eso es inconcebible”, responde.

Finalmente, su momento despedida se ve interrumpido por Lola, la artífice de esta particular terapia. “Ya te dejo para siempre, sé buena persona. Sobre todo con tu suegro, que le tienes un poquito de pelusilla”, concluye 'Goya' antes de decir adiós para siempre.

Gregoria dejó 'La que se avecina' en la 4ª temproada

Beatriz Carvajal dio vida a Gregoria, vecina del Segundo B, en las 4 primeras temporadas de La que se avecina. El personaje, esposa de Vicente y madre de Javi, dijo adiós en el último capítulo de la cuarta tanda, emitido en 2010, al morir en un accidente doméstico.

Vicente llegaba de hacer sus cosas y se encontró a su mujer tendida en el suelo, con el fuego encendido y la sartén calentando una croqueta ya insalvable. Asustado, corrió a avisar al gabinete de sabios del bloque para que le ayudaran a descubrir si estaba muerta y analizar con ellos la escena de los hechos. El único consuelo que les quedaba es que “había muerto haciendo lo que más quería”, sus famosas croquetas.

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