Análisis

Mediaset aparca su estrategia “transversal” y concentra las 'Tentaciones' solo en Telecinco

Mediaset aparca su estrategia "transversal" y concentra las 'Tentaciones' solo en Telecinco

Laura Pérez

El pasado 21 de septiembre, dos días antes de su puesta de largo oficial, Mediaset presentaba ante los medios la segunda edición de La isla de las tentaciones. O lo que es lo mismo, “la gran apuesta” de su televisión transversal. Así la definió Manuel Villanueva, director general de contenidos del grupo, ensalzando el reality como el principal valedor de un modelo que dio grandes frutos con la emisión de la primera edición en Telecinco y Cuatro.

Tras inaugurar su estrategia en abril de 2019 con las galas de los martes de Supervivientes y continuar con GH VIP, la compañía con sede en Fuencarral hizo de su nuevo reality de parejas un producto totalmente transversal, pues era el primero que emitía en ambas cadenas citas de igual relevancia, dando incluso a la segunda un caché mayor al programar en su parrilla también los Debates.

La apuesta no sorprendió, pues La isla de las tentaciones era un formato que se ideó inicialmente para Cuatro, pero sus resultados sí que fueron un imprevisto inmejorable: la edición arrasó en audiencias y fue creciendo semana a semana independientemente de la cadena hasta convertirse en un formato histórico para la 'hermana menor'.

Cuatro, primero sin gala semanal y ahora sin Debate

Pese al gran rendimiento que tuvo esta transversalidad, y lo que esta estrategia impulsó las mermadas audiencias de Cuatro, Mediaset decidió cambiar el modelo para su segunda edición en favor de Telecinco, que absorbió las dos galas semanales y parte del Debate; y en detrimento de la 'pequeña', que tenía que conformarse con la mitad de la tertulia de los martes... hasta hoy.

Tal como refleja la parrilla de este 6 de octubre, el grupo de comunicación ha aparcado su estrategia transversal y ha concentrado La isla de las tentaciones solo en la cadena principal (tras un previo de media hora en Mitele Plus), dejando a Cuatro sin un minuto a la semana de un formato que era suyo y que ha sido de vital importancia en su historia reciente.

El motivo parece estar en los datos de audiencia que cosechó el primer Debate de las tentaciones emitido el pasado 29 de septiembre, donde la cita con Carlos Sobera marcó un 10.4% de share en Cuatro, con poco más de un millón de espectadores, en la noche más competitiva de la presente temporada en televisión. El reality emitió su primera hora en Telecinco, donde con un 11% ganó a El Hormiguero (10.8%) y compitió más cerca del previo de MasterChef (14.2%), pero con su salto al segundo canal se dejó a 800.000 espectadores por el camino, la mitad de ellos en Patria (la oferta de esa noche en la cadena) y la otra repartida entre su competencia.

Con el objetivo de evitar que eso vuelva a ocurrir, Mediaset ha decidido concentrar todo el Debate en su cadena principal, que tendrá así su tercera noche semanal de Las tentaciones y la oportunidad de levantar una tertulia que en la primera edición también rindió lejos de los datos de las galas.

A principios de año, El debate de las tentaciones con Sandra Barneda se estrenó con un 10% y 1.3 millones en el viernes de Cuatro, donde permaneció durante sus seis noches (a excepción de la última, que fue en martes). La tertulia fue ganando adeptos conforme las galas principales iban enganchando a más fieles (11.1%, 12.7%, 14% y 13.5%), pero no fue hasta el Debate final cuando el programa alcanzó el ansiado liderazgo (19.6%).

Así pues, este golpe de timón de Mediaset no hace más que seguir la línea de sus últimos movimientos, que han dejado a Cuatro huérfana sus grandes apuestas. El más reciente fue el salto de Planeta Calleja a Telecinco para emitir su entrega más comentada hasta la fecha, la de Fernando Simón, y ahora se produce este cambio que debilita más los registros de la segunda cadena.

Cuestionado sobre si esta “estrategia transversal” debilita a Cuatro, el director general de contenidos de Mediaset, Manuel Villanueva, respondió lo siguiente a Vertele el jueves pasado: “Como siempre he sostenido, somos un grupo de comunicación y desde hace un año queremos e insistimos en este concepto de la televisión transversal. Que los contenidos sean del grupo y no solo exclusivos de una cadena. Es verdad que cada uno tiene luego su andadura”.

La andadura de La isla de las tentaciones, en este caso, ha terminado ignorando su parada en Cuatro, aunque se desconoce si será algo definitivo o si se trata de un movimiento puntual para tratar de impulsar al Debate con los focos de la cadena principal. También habrá que observar cómo rinde en Telecinco, donde tendrá la misma competencia -la más potente de la semana con el líder MasterChef y el fenómeno Mujer-, pero un escaparate mayor.

Cuatro se queda sin un formato clave

Como decimos, con este movimiento Cuatro se queda sin un formato clave en su historia reciente y también en el total de sus 15 años de vida. En su primera edición, La isla de las tentaciones marcó hasta tres hitos en la cadena:

La hoguera final se convirtió el 11 de febrero en el programa más visto de la historia de Cuatro culminando con su 30% de cuota y sus 3.6 millones de espectadores una trayectoria ascendente que situó al reality al nivel de los grandes colosos de la telerrealidad, Supervivientes y GH VIP. También fue la emisión no deportiva más vista desde 2010 en la cadena, y coló cuatro de sus seis galas en el top 20 de sus emisiones en la última década.

Pero lo más importante, como apuntábamos al inicio del análisis, es que la audiencia se entregó a las hogueras independientemente de la cadena de emisión, y cada noche se convirtió en un evento fuera en Telecinco o en Cuatro. Ahora, la 'hermana pequeña' se queda fuera del fenómeno y sin él, también ve más lejos que nunca la oportunidad de remontar sus bajas audiencias.

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