Análisis

Netflix abre una puerta a su programación lineal ¿para directos e incluso informativos?

Netflix se abre a la programación lineal con Netflix Direct

Pedro Zárate

Una de las mayores preocupaciones de Netflix es que sus usuarios no se pierdan entre tanto título disponible en su catálogo. Inquietud que ha ido en aumento a medida que también lo hecho su volumen de producciones propias y ajenas. De ahí que la compañía lleve años buscando la manera de poner fin a este problema y reducir el tiempo que pasan sus suscriptores eligiendo qué contenido ver en cada momento.

En abril de 2019, por ejemplo, salieron a la luz los planes de Netflix de introducir una opción para reproducir contenido aleatoriamente y que sea la propia plataforma la que elija por nosotros. Dicha opción entró en su segunda fase el pasado mes de julio, aunque no es la única que maneja en estos momentos la entidad encabezada por Reed Hastings y Ted Sarandos.

'Direct', un antídoto contra “la paradoja de la elección”

La segunda, mucho más ambiciosa y rupturista con la filosofía de Netflix, tiene por nombre Direct y es un canal de emisión lineal con una programación prestablecida. O lo que es lo mismo, un canal de televisión de los de toda la vida, pero dentro de Netflix. “A muchos espectadores les gusta la idea de que exista una programación que no les obligue a elegir lo que van a ver. Tanto si te falta inspiración como si estás descubriendo Netflix por primera vez, puedes dejarte guiar sin tener que elegir un título en particular y dejarte sorprender por la diversidad de la biblioteca de Netflix”, explicó un portavoz de la compañía hacer un par de semanas al respecto de esta herramienta.

En opinión de Manuel Balsera, director general de AMC Networks, este movimiento por parte de Netflix evidencia que el gigante del streaming “se ha dado cuenta de que a lo mejor lo que tiene que hacer es facilitarle a la gente que pueda entrar en contacto con muchos de sus contenidos”. “Ese canal lineal que están intentando crear es una muestra de la oferta que tienen, que quizás agradecen muchos consumidores que de otra manera no llegarían a descubrir determinados contenidos, o les resulta muy complejo llegar a ellos”, asegura el directivo en conversación con Vertele.

Y es que, a su juicio, “el problema que tienen las plataformas de vídeo bajo demanda está basado en 'La paradoja de la elección', ese famoso libro que decía que en el momento en el que tienes un excesivo volumen de oferta es como si no te estuvieran ofreciendo nada, porque lo único que tienes es un gran volumen de ruido, pero te resulta extraordinariamente complicado identificar qué es lo que realmente quieres”.

El entretenimiento, la gran cuenta pendiente de Netflix

Aunque Direct se encuentra todavía en fase de pruebas y solo está disponible para unos pocos usuarios de Francia, su solo planteamiento lleva ya a pensar que, de una u otra forma, Netflix busca cambiar su modelo de emisión por un híbrido que le permita combinar lo mejor del streaming con lo mejor de la televisión lineal. Igual que lo que plantea la recién llegada a España Pluto TV, pero con un catálogo y un músculo financiero mucho más potente que esta última.

En especial a nivel de ficción, terreno que Netflix revolucionó hace ya unos años tanto a nivel de volumen como a nivel de consumo, pues estrenar temporadas completas en un solo día ha sido siempre una de sus señas de identidad a pesar de que rivales Disney+ y HBO apuesten por el modelo tradicional de un episodio nuevo por semana.

Gracias a este factor diferencial, Netflix consigue saciar las ansias de unos usuarios que ya están acostumbrados a ver temporadas completas de una sentada y a encadenar una serie tras otra dentro de un catálogo que no parece tener fin. Sin embargo, con esta misma filosofía basada en el “veo lo que quiero, cuando quiero y como quiero”, la plataforma renuncia automáticamente a la principal virtud que todavía atesora la televisión lineal: su capacidad de convertir grandes emisiones en citas ineludibles para la audiencia.

Esto resulta un mal menor cuando hablamos de ficción, pues aunque la vida de las series de Netflix se reduce básicamente al fin de semana de su lanzamiento y cada episodio adquiere una menor relevancia por sí solo al estrenarse toda la temporada de golpe, al final los usuarios han abrazado con sumo gusto la posibilidad que ofrecen las plataformas de streaming y los servicios bajo demanda de ver los capítulos de estreno sin anuncios y en el momento que quieran antes que verlos obligatoriamente a una hora y un día determinados. Sin embargo, este cambio en los hábitos de consumo no ha pegado tan fuerte en lo que respecta a los formatos de entretenimiento, que se siguen consumiendo mayoritariamente a la vieja usanza porque, al fin y al cabo, parte de su gracia es comentarlos en directo en las redes sociales o con nuestros familiares y amigos durante el momento de su emisión.

Así está ocurriendo actualmente en España con el fenómeno Mask Singer, que ha hecho de cada una de sus galas un acontecimiento en sí mismo. Algo imposible de conseguir en estos momentos para Netflix, cuyos programas y realities -salvo excepciones como The Circle y Jugando con fuego- están pasando más desapercibidos que sus series, entre otras cosas, por esta voluntaria renuncia al factor 'evento'.

De ahí que, con su estatus en la ficción más que asentado, los planes de expansión de la plataforma pasen precisamente por conseguir construir 'citas ineludibles' para los suscriptores alrededor de esos contenidos de no ficción que todavía no ha conseguido explotar a nivel mediático. Un terreno en el que Netflix se está moviendo -también en España con el fichaje de Álvaro Díaz, ex director general de Zeppelin, como su nuevo director de entretenimiento-, pero donde parte en desventaja con respecto a la televisión lineal por su propia idiosincrasia. Si bien innovaciones como Direct podrían ayudar a paliarla.

¿Una puerta abierta al directo, y la información?

Y es que apostar por un canal lineal, además de ayudar a los suscriptores más indecisos y dar visibilidad a esos títulos más 'escondidos' dentro del catálogo de la plataforma, podría ser una herramienta muy eficaz para convocar grandes audiencias en torno a una única emisión. O incluso para lanzarse a emitir contenidos en directo, lo que sin duda abriría un mundo de nuevas posibilidades para el gigante del streaming, que tendría en Direct una ventana para hacer todo aquello que todavía no ha hecho y que, llegado el momento, podría plantearse hacer en caso de que quiera ampliar su campo de acción.

Aquí se podría hablar desde la producción de realities en directo hasta la emisión de coberturas informativas, pasando por late shows o, incluso, retransmisiones deportivas. Terreno, este último, en el que Netflix ya ha dado sus primeros pasos en Francia comercializando un paquete de suscripción que incluye el canal Téléfoot, poseedor de los derechos de la Champions y la Europa League en el país galo.

La gente ya no va a contemplar el lineal y el no lineal. Todos los movimientos que están haciendo las plataformas, o bien del lineal se están encaminando al no lineal, o como Netflix se está moviendo del no lineal hacia el lineal. Esto es como una especie de hipersector donde todo el mundo va a hacer de todo”, defiende en este sentido Balsera, que cree que Netflix “va a querer jugar a todas las cartas. Al chinchón, al mus, al póker y a todas”.

Por ahora, Direct apunta a ser el primer gran as que Netflix tiene guardado en la manga para cambiar su propia filosofía. No sería la primera vez, pues hablamos de una compañía que empezó siendo un videoclub.

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