El zapping de la crítica

“Tragicouché, nuevo género televisivo”

LOS CRÍTICOS HABLAN HOY DE...

OPERACIÓN MALAYA: NACE EL “TRAGICOUCHÉ”

“La «Operación Malaya» es el reality de moda. «OM» es el no va más en siglas y márketing audiovisual. «OT» o «GH» son historia, carne de cañón de la memoria histórica de un medio que entiende por revisionismo el arte de rescatar imágenes para reproducirlas en bucle. El escándalo marbellí ha inventado un nuevo género televisivo, el «tragicouché», un producto cien por cien patrio y convenientemente pasado por el laboratorio hasta convertirlo en transgénico y perpetuar su ciclo de vida.”

F. ÁLVAREZ (ABC) - - Crítica completa “OPERACIÓN MALAYA” VS. MUERTE DE ROCÍO JURADO

“¿Cómo distinguir los recientes espacios post-morten dedicados a la Jurado de los actuales programas post-carcerem protagonizados por la Pantoja? A primera vista es tarea imposible porque los participantes en el rito catódico son exactamente los mismos, la metodología cotilla es simétrica, los decibelios tronantes de los platós son intercambiables, la retórica de las argumentaciones no distingue entre el drama funerario del torero viudo y la pena carcelaria de la viuda del torero, y la epidemia nacional es idéntica.”

JUAN CUETO (EL PAÍS) – - Crítica completa RECUPERACIÓN DE “TIRANDO A DAR” (TELECINCO)

“Un intento descarado intento de piratear Aquí no hay quien viva. (…)Pero la fórmula secreta, como en la Coca-Cola, no está en saber cuáles son los elementos para copiarlos, sino en dar con la combinación correcta de cada uno. Por ejemplo, la chispa que salta cuando aparecen en un mismo plano el conserje Emilio (el actor Fernando Tejero) y su padre Mariano (Eduardo Gómez) no es la misma que provoca una escena con el incompetente jefe Amador (Fernando Guillén Cuervo) y el empleado pelota Jaime (Álex Angulo).” MANUEL DE LUNA (EL PERIÓDICO) - - Crítica completa “FUERA DE CONTROL” (TVE)

“La redacción del programa son ciento y la madre. Además, los pasillos de la cadena parecen los del metro en hora punta. Venga a pasar gente de un sitio a otro. Así se entiende mejor el exceso de personal del, hasta ahora, Ente Público. La redacción del programa es un microcosmos en el que solo hablan de sí mismos. No hay vida fuera de los despachos de la cadena. En esta casa cada uno arrima el hombro como puede, dice uno de los miembros del equipo en medio del caos, en el que se cruzan los gritos de la directora pidiendo que alguien le traiga un café con el pasmo de un recién llegado perplejo porque no entiende nada del caos y al que, ante su asombro, alguien le replica: Es que esto es la televisión. ”

BOQUERINI (DIARIOS DE VOCENTO) - - Crítica completa

-Críticas anteriores: “Amor, Secretos y Sexo: un culebrón postmoderno”

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