Ábalos rompió su silencio con Risto, entrevistado al no poder aún ser su colaborador

El pasado 4 de septiembre, Marta Flich anunció que Todo es mentira, el programa de las tardes de Cuatro encabezado por Risto Mejide, había fichado a José Luis Ábalos como colaborador. Y no tardó mucho en hacerse efectivo, puesto que el jueves 9 de septiembre se sentó por primera vez en la mesa del programa, como recogimos. Pero lo hizo como entrevistado, no como tertuliano.

Desde entonces no había vuelto a aparecer en el programa. Dos meses después, El País ha aclarado que su ausencia se debe a que el exministro de Transportes sigue a la espera de una autorización de Hacienda que permita su compatibilidad como tertuliano televisivo. A primeros de septiembre Ábalos pidió una autorización de compatibilidad a la Oficina de Conflicto de Intereses que aún no ha sido aceptada. Según el mismo medio, su posible incompatibilidad se debe a su participación en un Consejo de Ministros en el que se concedió una subvención a Mediaset, como se dio a más televisiones durante la pandemia de la Covid-19.

Por ese motivo, Ábalos regresó la noche de este miércoles con Risto, esta vez en su versión de prime time Todo es verdad, pero volvió a hacerlo como entrevistado y no como colaborador. La única vía que tiene el programa producido por La Fábrica de la Tele y Minoría absoluta para contar con él hasta que se resuelva su petición de compatibilidad.

Lo cierto es que se sentó en plató cuando está de plena actualidad, después de las informaciones sobre su vida privada que habían aparecido en los últimos días, y sobre las que el programa de Risto ya habló la semana anterior, bronca con el periodista que las destapaba incluida.

Así que en su segunda intervención, Ábalos fue entrevistado por el presentador y publicista y zanjó que todo lo dicho sobre su supuesta “vida oscura” era falso, asegurando que tomará medidas legales contra Ketty Garat, negando haber utilizado fondos públicos para pagar vacaciones privadas, y denunciando que ha sufrido “una campaña de calumnias por puro negocio”. También habló de su repentino adiós al Gobierno y a la cúpula del PSOE, diciendo que “no descarto el fuego amigo en las insinuaciones contra mí”.