Análisis

Acaba 'Mask Singer 2', una edición que aumentó el nivel y desconectó de la audiencia

Imagen de la final de 'Mask Singer 2'

Laura Pérez

Antena 3 despide en la noche de este jueves Mask Singer 2, la segunda edición del que apenas hace unos meses se convirtió en la gran revelación del entretenimiento en nuestra televisión. Una temporada que cierra con sensaciones bien diferentes a la primera, que se dio verdaderos baños de audiencia en cada gala, y con la satisfacción de haber conseguido desenmascarar a las grandes estrellas prometidas.

El pasado 24 de mayo, una semana después de lo anunciado en un principio, lo nuevo del programa que presenta Arturo Valls daba el pistoletazo de salida en prime time con La Toya Jackson como primera famosa del casting. Un desenmascaramiento de altura que confirmaba la subida de nivel con la que Atresmedia y Fremantle se habían comprometido, pero que no alcanzó las expectativas en lo que a audiencia se refiere en torno al regreso de un formato que se despidió en diciembre ante más de 3 millones de espectadores.

En su vuelta, Javier Calvo, Javier Ambrossi, José Mota y la investigadora debutante Paz Vega lanzaron sus teorías frente a 2.095.000 de seguidores, un 16.7% de la audiencia congregada esa noche ante su televisor. Sin duda un registro nada desdeñable en el contexto televisivo actual, pero también insuficiente para un producto con tanto potencial e inversión que empezó su andadura televisiva unos meses antes con un seguimiento importantísimo (27.4% y 3.740.000 en su estreno) y que lo tenía todo para seguir arrasando.

Así las cosas, la segunda edición de Mask Singer confió en el poder de su casting y en su efecto llamada para ir mejorando en cada gala. Sin embargo, antes de celebrarse la gran final de este jueves, el dato de audiencia del estreno es el récord de una temporada irregular y descafeinada en lo que a seguimiento se refiere, y también la cifra que consigue incrementar una media que, a falta de incluir la que obtenga esta noche la gala definitiva, se queda en un 15.9% y 1.723.000 espectadores.

Datos de audiencia de 'Mask Singer 2' en Antena 3:

  • Gala 1 (24/05/2021): 16.7% y 2.095.000
  • Gala 2 (31/05/2021): 15.5% y 1.900.000
  • Gala 3 (9/06/2021): 17% y 1.866.000
  • Gala 4 (16/06/2021): 17.7% y 1.867.000
  • Gala 5 (23/06/2021): 15.3% y 1.601.000
  • Gala 6 (30/06/2021): 15.5% y 1.641.00
  • Gala 7 (24/07/2021: 15.2%y 1.456.000
  • Gala 8 (21/07/2021): 14.1% y 1.355.000

Media: 15.9% y 1.723.000

Tras el desenmascaramiento de nombres como Mel B, Isabel Preysler o José Manuel Calderón, los finalistas Plátano, Huevo, Monstruita y Erizo llegan a la última noche con mucho margen de mejora (la semifinal registró mínimo histórico: 14.1% y 1.355.000) y con la misión imposible de alcanzar el objetivo que se marcó Atresmedia en la presentación de la edición: al menos igualar el 23.6% y los 2.827.000 espectadores que promedió la primera.

Mask Singer 2 se ha quedado a 7,7 puntos y 1.104.000 de su exitosa temporada debut, emitida entre noviembre y diciembre de 2020. La distancia es tal, que incluso su gala menos seguida (la 4ª con  un 21.5% de cuota) y menos vista (la 5ª con 2.342.000 de espectadores) no ha podido ser alcanzada por ninguna de la presente edición.

Las claves de la desconexión del público con 'Mask Singer 2'

  • Los vaivenes en la parrilla desde la gala de estreno

Para entender esta desconexión del público, que coincide con la subida importante en el nivel de los participantes de la que hablamos, solo hay que echar un vistazo a la trayectoria que el propio programa ha seguido en estas semanas de emisión.

Todo empezó antes del estreno, cuando Antena 3, que había programado el regreso para el lunes 17 de mayo, se sacó de la manga un especial con las claves de la edición y comunicó al público solo con 48 horas de antelación que no iba a cumplir con lo anunciado. Poco después, y tras la emisión de solo dos galas con discretos resultados de audiencia, la cadena buscó proteger el formato del arrase de la Eurocopa de Mediaset con un salto al miércoles, día en el que se ha emitido hasta la semifinal.

La penúltima artimaña que terminó por desencantar al público ocurrió entre la sexta y la séptima gala, cuando también por la emisión del torneo de fútbol en Mediaset, Atresmedia retiró sin previo aviso la emisión para ofrecer un refrito. En ese momento desapareció cualquier síntoma de mejora en lo que a audiencias se refiere y ha encadenado dos nuevos mínimos históricos consecutivos. Para despedirse, Antena 3 ha vuelto a cambiar el día de emisión, pasando la gran final del miércoles al jueves.

  • Un horario demasiado tardío que imposibilita la conciliación del sueño

Desde hace años, la presencia en la parrilla de El Hormiguero, uno de los programas más vistos de Antena 3, provoca que las ofertas estelares del prime time en la cadena arranquen cerca de las 23:00 horas. Lleva ocurriendo en las últimas temporadas, y también pasó en la primera edición de Mask Singer. Sin embargo, no es baladí achacar a este arranque tardío parte de la responsabilidad de que el público haya desconectado de las máscaras, ya que no ha habido ni una sola noche en la que el programa haya cumplido con su horario.

  • La persecución de Telecinco con ‘Supervivientes’

En esta ecuación hay que incluir, por supuesto, a la competencia. Desde que se anunció el regreso de Mask Singer se inició una persecución sin rubor por parte de Telecinco, que ha movido las galas de Supervivientes sin respetar a su audiencia para tratar de impedir un arrase como el de la primera edición.

En invierno de 2020, Mediaset eligió sin fortuna a La que se avecina para intentar frenar el éxito de un programa que sorprendió a todos por su rendimiento. En esta ocasión, el grupo de comunicación privado lo tuvo claro: su arma sería el reality más fiable de su cartera, aunque a cambio tuviera que retirarlo de sus históricos jueves.

  • Las pistas, de fáciles a imposibles

En el primer Mask Singer, la excesiva facilidad de las pistas provocó que los espectadores llegasen a la final conociendo las identidades de todo el plantel. Un aspecto que se señaló como un error, y que desde cadena y productora se marcaron como objetivo primordial solucionar de cara al segundo 'asalto'. Sin embargo, y aunque pueda parecer una crítica incoherente, la dificultad ha subido de tal manera que para el público ha resultado prácticamente imposible siquiera hacer quinielas sobre los famosos.

Las lecciones que nos deja 'Mask Singer 2'

  • Casting realmente potente, con un 'pero'

Paloma San Basilio, Eva Hache, Bertín Osborne, María Zurita, Mel B, La Toya Jackson, Josep Pedrerol, José Manuel Calderón, Esperanza Aguirre, Mar Flores e Isabel Preysler, además de los invitados Pepe Reina y Ainhoa Arteta, son por ahora los nombres conocidos de un reparto de participantes que sí ha supuesto una subida de nivel con respecto a la primera edición, a falta aún de conocer las identidades de los cuatro finalistas.

Dos estrellas internacionales, dos campeones del mundo, una prima del rey, una expolítica y varios personajes alejados de los concursos televisivos son un cartel al que muy pocos formatos, o ninguno, pueden acceder hoy en día en nuestra televisión. Pese a ello, siempre se puede sacar algún 'pero': el perfil de la mayoría de ellos aleja irremediablemente al público más joven.

  • Paz Vega es un SÍ

Un 'sí', sin 'peros', es el fichaje de Paz Vega como investigadora. Tras triunfar como Catrina en la primera edición, ha superado con creces el reto de sustituir a Malú en la mesa. Ha mostrado más complicidad con sus compañeros que su predecesora, se ha volcado con el juego en cada una de las galas y se ha confirmado como un perfil interesante para el entretenimiento televisivo.

También ha sido de nuevo un acierto, que seguro que el programa mantiene de cara al futuro, la incorporación de investigadoras invitadas en algunos programas. La elección de Ana Obregón, Chenoa y Nuria Roca es un aprobado.

  • Hay que dejar que el público descanse

La última lección que deja la edición, que servirá de aprendizaje para Antena 3, es que el público necesita descansar entre temporadas. Aunque el gran éxito de la primera era un motivo de peso para acelerar la emisión de la segunda, se ha demostrado que un formato que exige tanta implicación al espectador tiene que cogerse con ganas.

Los cinco meses que han transcurrido entre el final de una y el inicio de otra han sido insuficientes para que el público desarrollara interés por seguir jugando. Y el resultado lo tenemos sobre estas líneas.

Con el final de Mask Singer 2, Atresmedia y Fremantle tienen la misión de volver a los talleres para diseñar una tercera que llegue en el momento en que el público lo demande. Solo así podrá volver a sorprender y arrasar como hizo el invierno pasado, cuando consiguió convertirse en un evento televisivo semanal como hacía años que no veíamos. El espectador, sin duda, saldrá ganando.

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