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Adán, el joven de 20 años que explica en las TV la adicción al juego que padeció

Adán, el joven entrevistado en las TV sobre su adicción al juego

Redacción

El pasado jueves 26 de septiembre, el programa 120 minutos de Telemadrid se llevó las miradas de la audiencia al dar voz a Adán, un joven de 20 años que narró de forma clara y precisa la adicción al juego que desarrolló a una temprana edad y los problemas que entrañas las casas de apuestas que proliferan en los barrios.

“Tengo miedo de que esto se trate como una ludopatía, pero esto no tiene nada que ver. Tiene que ver con la falta de alternativas de ocio que tenemos los jóvenes de barrios normales”, argumentaba el chico, que dijo haberse enganchado con apenas 17 años al juego. Dijo ser consciente de su problema cuando se quedó “sin dinero para comer”.

“Cuando entras en una casa de apuestas no vas a hacer solo una apuesta deportiva. Te ponen el partido del Madrid y el del Barça, que son de pago y los vas a ver gratis; la cerveza va a estar a cincuenta céntimos, te van a invitar a un café y te van a poner las condiciones perfectas para que estés cómodo y apuestes tranquilamente”, denunciaba el joven, que insistía en la necesidad de una regulación para expulsar estos negocios de los barrios precarios, pero que llamaba la atención en la falta de proyectos de ocio y de zonas de reunión para adolescentes.

Su intervención en el magacín informativo de María Rey llamó la atención de anónimos y famosos, que vieron en sus palabras y en su discurso perfectamente enhebrado la mejor respuesta ante el auge que en los últimos años se ha producido de los locales de juego, algo que ya había sido recogido en reportajes como el de Crónicas subterráneas, también en Telemadrid. Por ello, no extraña que apenas cuatro días después, Espejo Público haya recurrido a este mismo joven para ahondar en el debate.

“Es el espacio más cómodo para un joven humilde para hacer ocio. Ya no es solo que todo está tirado, sino que está abierto a cualquier hora”, decía el joven, esta vez en una conexión desde el barrio de Carabanchel. Adán incidía en los reclamos que emplean estos lugares para atraer a los menores: “Muchas de las máquinas tienen dibujos animados, las luces son muy pomposas... A un niño que entre la llama la atención”.

“Opera como una droga, pasabas delante de una y sentías la ansiedad de entrar”, rememora la adicción que él sufrió, remarcando la responsabilidad de autoridades y también de personalidades conocidas que participan en la promoción de esta clase de comercios.

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