'Ya es mediodía'

Una reportera de Antena 3 y la Guardia Civil evitan que agredan a una periodista de Telecinco

El pequeño municipio de Santovenia de Pisuerga (Valladolid) se ha convertido este viernes en un gigantesco plató de televisión después de que un hombre matara a un vecino, hiriera de gravedad a un guardia civil y se atrincherara durante horas con un rehén. El pueblo se ha llenado de cámaras y reporteros, y eso no ha gustado a los familiares del atacante.

Mientras un hombre se acercaba al equipo de Ya es mediodía para impedir que siguiera grabando, una joven ha increpado a la periodista del programa, que ha tenido que ser socorrida por una compañera de Antena 3.

La escena ha sido retransmitida en directo por Telecinco. Los tertulianos del magacín que presenta Sonsoles Ónega estaban comentando la noticia cuando se han percatado de que su compañera estaba siendo increpada por un grupo de personas. El programa ha centrado toda su atención en este incómodo incidente que ha provocado la intervención de la Guardia Civil.

“¡Cuántas veces hay que deciros que no!”, gritaba esta mujer que ha hecho retroceder a la reportera Marina Vidal, enviada por Ya es mediodía a cubrir este trágico acontecimiento. “Estamos trabajando”, se ha excusado ella mientras daba pasos atrás. Al ver lo que estaba ocurriendo, la periodista de Antena 3 Susana Ahijado no ha dudado en defender a su compañera recordando que simplemente estaban haciendo su trabajo.

“¡Me suda el coño! ¡Que no me levantes la mano, que te parto la cara!”, le ha amenazado esta joven. En ese instante se ha acercado corriendo otro hombre dirigido como una flecha contra el cámara que estaba grabando el tenso momento, pero un agente de la guardia civil le ha frenado en seco, dando lugar a un forcejeo entre vecinos y agentes que las reporteras han aprovechado para alejarse.

“Interviene la Guardia Civil para proteger a nuestra compañera Marina Vidal que lo único que está haciendo es informar de lo que está pasando”, ha dicho la presentadora en este momento de confusión, dejando claro igualmente que entendía la “máxima tensión” a la que estaban sometidos “familiares y vecinos”.