Días de tele

El alegato de Julia Otero sobre salud mental tras los testimonios de Chanel y Rosa López: “Esto es importante”

El recién estrenado programa de Julia Otero, Días de tele, continuó su emisión en su segunda semana con dos invitadas especiales, Chanel Terrero y Rosa López. Su presencia en el plató fue aprovechada por la presentadora para tratar algo que ambas tienen en común: el éxito de la noche a la mañana. Un asunto que desembocó en un alegato en favor de la salud mental, y sobre su importancia. Además, la presencia de la ganadora de la primera edición de Operación Triunfo sirvió para que se desvelasen algunos secretos que se desconocían.

Ambas sufrieron un repentino cambio en su vida, y de un día para otro se convirtieron en auténticas estrellas del país. Además, se les añadió una responsabilidad extra, representar a España en Eurovisión. Los ojos estaban puestos en ellas, y las expectativas sobre una posible victoria en el festival de música ponían a las candidatas más presión.

Sin embargo, la candidatura de Chanel estuvo marcada por una circunstancia muy diferente a la de Rosa, la presencia de las redes sociales, como bien recalcó Julia Otero en el programa. La última representante española tuvo que hacer frente a numerosos comentarios en redes sociales que le atacaban de forma directa, razón por la que llegó a eliminar su cuenta en Twitter.

“Hay gente que no tiene para pagarse un psicólogo y tiene que lidiar con ello”

Por lo tanto, uno de los temas del programa fue el cómo hacer frente a las críticas hirientes. “En ese momento fue todo tan de repente que creo que mi salvavidas fue el no mirar directamente todo lo que se estaba revolucionando que no tenía nada que ver con lo artístico”, comentó Chanel.

“Los argumentos eran otros que yo no podía controlar, y no me lo podía tomar de forma constructiva”, añadió, tras lo que reconoció que ahora mismo tiene la aplicación también eliminada. Julia Otero quiso dar voz a Carolina Iglesias, quien el año pasado tuvo que hacer frente a numerosas críticas por la polémica en la que se vio envuelto su podcast, Estirando el chicle, al dar voz a Patricia Sornosa, quién fue acusada de transfobia.

“Es parte de ser conocida que generes opiniones. A mí lo que me ha servido siempre, a parte de ir a terapia, que de base yo iría, aunque no te encuentres mal. También es importante darse cuenta de que las redes sociales no son la realidad”, dijo la cómica, tras lo que añadió que “lo único que importa es que tu gente esté contenta contigo”.

La presentadora aprovechó ese momento para preguntar sobre si habían ido al psicólogo, respondiendo las tres afirmativamente. “Sobre todo cuando sabía que era pudiente, porque hay gente que no tiene para pagarse un psicólogo y tiene que lidiar con ello”, comentó Rosa López. “Porque la sanidad pública... eso es un tema pendiente”, apuntilló Carolina Iglesias, apoyando el alegato sobre la salud mental.

En la misma línea, Julia Otero quiso recalcar algo de importancia: “Oigan, esto es importante lo que están diciendo porque hasta hace cuatro días nadie salía diciendo por la tele 'yo he ido a un psicólogo' o a un psiquiatra. Algún paso adelante hemos dado. No sé si hemos dejado de estigmatizar, pero algo hemos conseguido. A mí últimamente todo el mundo al que entrevisto me dice abiertamente, 'sí, voy al psiquiatra, es que lo necesito'”.

José Miguel Contreras, creador, productor y colaborador del formato, quiso aclarar que el problema reside en el diseño de las redes sociales: “Lo transcendente es por qué pasa esto. El haterismo y la controversia es uno de los grandes negocios de Internet. Esto está propiciado por las redes sociales que viven en un mundo que consiste en estar conectado constantemente a base de mensajes muy rápidos, en una gran cantidad, y que llamen la atención”, comenzó explicando.

“Lo que se ha descubierto es que la manera más eficaz de mantener a la gente conectada es a través de la bronca, la controversia y la polarización. Lo que vosotras veis en términos personales, hay gente en sus despachos que esto es su negocio, y no es casual”, continuó.

“Consiste en que la gente esté enganchada el mayor tiempo posible, si hace un halago, se ha acabado. Sin embargo, si se mete en una discusión aquello va a durar y se va a agrandar”, concluyó Contreras. “Hay personas humanas sufriendo eso”, terminó por añadir Julia Otero, lo que sirvió a modo de conclusión, y de reflexión.