'Secret Story' impuso un castigo disciplinario a Rafa y Carmen por “un acto de vandalismo”
En la sexta entrega de La Noche de los Secretos de Secret Story, la dirección del programa tuvo que lidiar con varias decisiones que hizo públicas en directo.
La primera de ellas le pilló por sorpresa cuando iban a poner en juego las esferas de los expulsados y Álvaro se plantó, negándose a participar: “He decidido no jugar porque he visto que compañeros han hecho trampas y he visto que la dirección lo ha permitido”, aseguró dejando atónita a Toñi Moreno.
Rápidamente, la presentadora negó sus palabras: “Estás absolutamente equivocado, no permitimos las trampas. Hemos anulado algún pulsador por incuplir las normas. Así que vamos a intentar no enredar y respetar”.
Pero el concursante continuó con su discurso: “Es un juego viciado desde el principio. Pongo a disposición todo mi concurso, he visto que compañeros han avanzado al pulsador cuando estaban bailando. Que cogan el vídeo y si me equivoco salgo esta noche por la puerta. Lo he visto con mis ojos”, alegó.
Mientras Moreno volvió a apoyar al reality: “Confío absolutamente en la organización. Me da pena que no participes porque pierdes la oportunidad de ganar 50.000 euros pero respeto tu decisión y me gustaría que no propagaras y no confundieras”, subrayó.
La sanción a Rafa y Carmen por un desperfecto en la casa
No fue la única decisión que tomó la organización durante la noche, hubo una segunda pero que no les pilló por sorpresa, sino que la habían meditado con más tiempo.
La razón fue un desperfecto provocado por Rafa y Carmen en la mesa de la casa. Un mobiliario valioso que habían destrozado y por ello recibían una sanción: “La dirección de este programa lo considera inaceptable, como un acto de vandalismo”, dijo Toñi Moreno y dio paso a las imágenes de Rafa grabando con un tenedor sus nombres en la mesa.
Al verlo, ambos se rieron y Toñi les abroncó: “¿Dónde está la gracia? No sé si habéis entrado en La casa de los Secretos o en una guardería. Esto va a tener consecuencias y no solo os afectará a vostros”. Por lo que la dirección decidió lo siguiente: “Esta casa es vuestro hogar y esperamos que la cuidéis con el mismo cariño que la hemos preparado para vosotros. La factura de la reparación correrá a cuesta de vuestro presupuesto semanal”.
Un castigo que molestó a todos los compañeros que aseguraban que no tenían culpa: “Pues compramos todo y ellos que se queden con menos”, decidieron.
