Entrevías despidió este martes su primera temporada en Telecinco. La ficción dijo adiós con una entrega que subió en audiencias para reafirmarse, aún más, como la gran revelación del año para la cadena. Más allá de su rendimiento, el potente final incluyó la muerte inesperada de uno de los protagonistas, dando un giro radical a las tramas. Recordamos que los seguidores de la producción liderada por José Coronado no tendrán que esperar demasiado para conocer el devenir del resto de los personajes, dado que la próxima semana se estrenará la segunda tanda de episodios.
Durante la entrega, Yeyo, secuaz de Sandro (Franky Martín), descubre que Tirso es el autor del robo del dinero. Eso sí, antes de poder decirle nada a su jefe, es sorprendido en la ferretería y acaba siendo atrapado. Gladys (Laura Ramos) descubre el local cerrado y pregunta a Tirso por qué. Durante su conversación, se escuchan unos ruidos en el sótano. “Son unas ratas enormes, por eso no abrimos hoy. Estoy intentando encontrar el nido”, miente tratando de deshacerse de ella.
A continuación llegan Sanchís (Manolo Caro) y Pepe (Manuel Tallafé) preguntando qué ha ocurrido. “Hay una rata enorme abajo, vosotros id yendo, yo voy ahora”, replica Tirso. Allí se encuentran con Yeyo atado y amordazado. Entre los tres, plantean que la única opción que les queda para solucionar la situación es “matarlo”, pero acaban declinándola. Ezequiel (Luis Zahera) también acude al rescate. “¿Pero cómo lo tenéis así?”, cuestiona al verle, “que me ha visto la cara. ¡Lo tenéis con el rostro descubierto!”.
Tiroteo e intento de apuñalamiento
Más adelante, y tras descubrir que Ezequiel es un corrupto, Amanda (Itziar Atienza) le pide que continúe infiltrado. El agente vuelve a la discoteca del capo para hacerle unas preguntas. Algo que, evidentemente, a él no le gusta. En seguida sospecha, ya que siente que le está ocultando algo. Justo antes de irse, le abre la camisa y descubre un micrófono. Sandro pide a sus sicarios que le maten, pero son sorprendidos por un disparo, que acaba con la vida del capo.
Una vez 'liberado', Yeyo quiere venganza y va en busca de Tirso, al que encuentra en el bar de Pepe, del que Gladys acaba de salir. Tras escuchar decir al personaje encarnado por Coronado que “la niña se ha ido para siempre”, ésta decide volver, y allí descubre a Yeyo con una navaja en la mano dispuesta a apuñalarle. Salta sobre él para impedirlo, pero es ella quien se lleva la cuchillada.
“Ojalá te hubiera matado”, se lamenta Tirso al ver lo ocurrido. Pepe aparece con un rifle para asustarle y, al distraerle, el primero consigue darle un puñetazo. Acto seguido, coge en brazos a Gladys, que está herida, para llevarla al hospital. En un primer momento, trata de hacerlo en brazos, pero acaban llamando a una ambulancia. “Aguanta”, le pide.
La Policía detiene a Yeyo y los servicios sanitarios llegan a tiempo para curar a Gladys. “Les decimos que somos familia y te acompaño en la ambulancia”, plantea, “no voy a dejarte sola. Estas heridas a veces se complican”. “No te preocupes, voy a estar bien. Me voy a pasar una semana entera tirada en el sofá comiendo y viendo la tele”, replica. “Te quedará cicatriz”, le comenta él, “a mi me gustan. ¿Hay algo más que pueda hacer por ti?”. “Avisar a Nelson (Felipe Londoño) y sonreír más”, le pide ella, antes de despedirse ambos con una tierna sonrisa.
Ruptura de Nelson e Irene: “Encontrarnos fue un error”
Menos 'romántico' fue el final de la relación entre Nelson e Irene (Nona Sobo), ya que él decide dejarla. “Necesitas salir de aquí y alejarte de mi”, justifica, “tu abuelo tenía razón, si no me hubieras conocido, nada de esto habría pasado”. “Olvídate de mi abuelo. Es un viejo amargado que sólo te quiere hacer daño. ¿No lo ves?”, trata de convencerle ella.
Pero es tarde. Nelson le cuestiona y le hace ver que no tiene “ni idea” de quién es Tirso ni todo lo que ha hecho por ella: “Tu abuelo es el puto Robin Hood y en este momento se está jugando la vida por ti. Te quiere y por eso te protege”. Con lágrimas en los ojos, defiende que encontrarse “fue un error”. Ella le pide que empiecen desde cero, pero él ya tenía la decisión tomada.