Opinión

El Benidorm Fest ya es un triunfo, pese a la polémica y la mala suerte

El Benidorm Fest ya es un triunfo

Marcos Méndez

La espera se acaba este miércoles 26 de enero: se celebra la primera semifinal del Benidorm Fest, la primera edición del festival organizado por RTVE que servirá para seleccionar el artista y la canción que representarán a España en Eurovisión. Y para comenzar, hay que recalcar ese carácter pionero que supone ser la primera edición.

Porque como en toda “primera vez”, no todo sale a pedir de boca, ni resulta fácil, ni tenemos una experiencia y bagaje previos que nos permitan reducir los errores. Y es algo que se ha demostrado en los últimos días, en los que el festival ha estado más marcado por la polémica y la mala suerte. Pero que los árboles no nos impidan ver el bosque, que además es frondoso.

El “que hablen de mí, aunque sea mal” ya no funciona, y menos con las redes sociales. TVE lo sabe, y por eso ha zanjado en varias ocasiones (quizás incluso haciendo la bola más grande de lo que en realidad era) la polémica sobre las entradas y su reparto. En un año -esperemos- excepcional por la pandemia, no ha sido sencillo y probablemente no se ha resuelto de la mejor manera. Algo de lo que el equipo capitaneado por Eva Mora como jefa de la delegación a buen seguro que tomará nota para el año que viene -esperemos, de nuevo- que ya sin Covid.

Más sonado aún ha sido el abandono de Luna Ki a apenas tres días de comenzar el Benidorm Fest. Según la participante, porque no podía usar el autotune ya que Eurovisión no lo permite. Según otras fuentes, como explicó el medio especializado en música Odi O'Malley, porque “no puede cantar la canción en directo sin ayuda del Melodyne”, una herramienta que afina la voz en la nota deseada. En resumen, y para entendernos todos, ni en el Benidorm Fest ni en Eurovisión se puede pedir no cantar.

Lo que podría haber provocado un incendio devastador poco antes del festival, ha quedado en casi nada. TVE ha optado por pedir al resto de participantes que sean políticamente correctos, y la cadena oficialmente ha pasado página dejando claro que “la forma en la que todos los artistas van a actuar estaba clara desde el principio para todo el mundo”, y respetando la decisión de Luna Ki manteniéndose firmes en sus bases: “Ha tomado esa decisión y la respetamos. Todos son absolutamente libres para decidir si quieren o no quieren participar. Esto es un programa de televisión, se trata de elegir al representante de España en Eurovisión y eso implica una normativa que va más allá de RTVE”. La primera semifinal en la que participaba Luna Ki tendrá seis aspirantes en vez de siete, generando una desigualdad respecto a la segunda, pero el festival ha seguido adelante sin mayor problema.

A esas dos únicas “polémicas” se ha sumado este martes la mala suerte. Porque en los tiempos actuales de pandemia, no puede culpabilizarse a Gonzalo Hermida de haber dado positivo en Covid. El caso es que esta circunstancia ha hecho que RTVE active su plan de contingencia. La cadena pública no puede hacer nada para que el cantante no dé positivo, pero sí puede reconocer lo sucedido y tomar medidas para controlarlo. Y así lo ha hecho.

La cadena pública ha adoptado sin demora sus medidas previstas: a nivel general, ha cancelado las ruedas de prensa que iban a tener lugar tanto el martes como este miércoles con los participantes para que puedan estar aislados. Y a nivel personal, ha hecho valer el plan de actuación que ya explicó antes del festival, por el que Gonzalo Hermida no podrá participar, y al no haber podido tampoco grabar uno de sus ensayos, su candidatura será defendida emitiendo su videoclip oficial, sin tocar tampoco el orden de la gala.

El Benidorm Fest, un innegable impulso para TVE y la música

Y ya está. Aunque a algunos, acostumbrados a criticar y a atacar a Eurovisión, les pueda parecer que el Benidorm Fest llega marcado por chapuzas y polémicas, lo cierto es que no ha habido ninguna razón más para alimentar los “BeniFestDramas”, al estilo de los “Eurodramas”. Unos dramas alimentados (y hasta creados) especialmente por el mismo público de Eurovisión, que ahora también es el del Benidorm Fest, y que merecen una mención a parte: siempre muy implicados y muy intensos, una parte del verdadero éxito del festival es y será gracias a ellos. Pero en ocasiones han mostrado su peor cara para atacar a los aspirantes distintos a sus favoritos. Buena prueba de ello fueron las imágenes de Marta Sango y las Azúcar Moreno de fiesta y sin mascarillas, una actitud reprobable y criticable a nivel personal, pero que algunos intentaron achacar a TVE pidiendo que las expulsase.

Los fans de Eurovisión, y ahora los del Benidorm Fest, también deben adquirir la experiencia que en esta primera edición aún no tienen, y comprender que esta competencia favorece al nivel y a la preparación de la candidatura española, y que no tiene sentido atacar o torpedear lo que no les gusta. En resumen, como pidió Adriano Moreno en Los40.com, “es el momento de acabar con la toxicidad en el eurofandom (si queremos que el Benidorm Fest triunfe)”.

El Benidorm Fest arranca este miércoles con su primera semifinal, y es el resultado del trabajo de un nuevo equipo que -de forma un tanto “exprés”, lo que le da aún más valor- ha preparado y puesto en marcha un nuevo método de preselección que sin duda mejora el de Objetivo Eurovisión. Sus presentadores (Alaska, Inés Hernand y Máximo Huerta) y sobre todo su primer cartel así lo atestigua: Postureo (Azúcar Moreno), Secreto de Agua (Blanca Paloma), SloMo (Chanel), Quién lo diría (Gonzalo Hermida), Culpa (Javiera Mena), Sigues en mi mente (Marta Sango), Calle de la llorería (Rayden), Ay mama (Rigoberta Bandini), Make you say (Sara Deop), Terra (Tanxugueiras), Mejores (Unique), Raffaella (Varry Brava) y Eco (Xeinn). Canciones y artistas variados, con nombres potentes, y que han logrado que el festival tenga un impacto inédito en la preselección española. Así se le reconoció desde el primer momento, de forma merecida.

Parece bastante claro que el Benidorm Fest ha supuesto un impulso televisivo, para la música, y para la adhesión a Eurovisión. A nivel televisivo, por situar a RTVE como referente en estas semanas, con atención en otras cadenas y muchos medios de todo tipo. Para la música, promocionando a talentos noveles que se han hecho escuchar, y haciendo que otros ya más conocidos lleguen a nuevos públicos, como atestiguan las cientos de miles de escuchas de sus temas. Para la adhesión a Eurovisión, que es un festival al que la mayoría del público sólo se acerca como evento televisivo en su gran final, permitiendo que se convierta en un “asunto nacional” desde mucho antes, y viviéndolo con más cercanía e intensidad.

Es el primer Benidorm Fest, y como tal ha tenido errores propios de una “primera vez”. Pero independientemente de lo que pase en sus dos semifinales y la final, sin importar tanto qué audiencia tengan sus tres galas, y sin entrar a valorar quién es la mejor opción para ganar y mucho menos el papel que haga finalmente en Eurovisión 2022, el Benidorm Fest ha plantado con éxito unas raíces profundas que le permitirán demostrar que su bosque es frondoso. Sólo hace falta cuidarlo y confiar en él año tras año.

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