¿Quién es mi padre?
Carlota Corredera frenó a Cuca García de Vinuesa por desacreditar a un invitado: “Por ahí no”

Carlota Corredera y Cuca García de Vinuesa en '¿Quién es mi padre?'

Redacción verTele

¿Quién es mi padre? entrevistó este sábado a Adela Montes de Oca, decimocuarta hija de José María Ruiz-Mateos. Aunque el empresario no quiso reconocer que era su padre, la justicia lo dictaminó así en 2017, dos años después de su fallecimiento.

La trayectoria de Ruiz-Mateos fue sometida a debate en el programa que presenta Carlota Corredera, para lo que se contó con un nutrido grupo de colaboradores, testigos algunos de ellos de los desmanes del magnate jerezano.

La defensa del protagonista de esta entrega recayó sobre Cuca García de Vinuesa, quien fuera su asesora de comunicación.

La expresentadora de Intereconomía monopolizó buena parte del debate por sus permanentes intentos de limpiar la imagen del empresario, hasta tal punto que incluso restó credibilidad al testimonio de Javier Sainz, amigo de Ruiz-Mateos, que dice estar convencido de que el fundador de Nueva Rumasa tuvo más hijos.

A García de Vinuesa no le gustó que se sugiriera tal cosa, ni tampoco la falta de “objetividad” del programa: “Yo a este señor no lo conozco de nada, ni tampoco las cientos de personas de Rumasa que me están preguntando quién es Javier”.

Al escuchar estas palabras, Carlota Corredera quiso dejar muy claro que el programa había decidido entrevistar a Javier Sainz porque tenía plena constancia de que fue amigo del empresario.

“Perdonadme un segundo. Este programa no manda una cámara de directo a casa de este señor si el programa no tiene absolutamente confirmado quién es y qué es lo que va a contar. ¡Ya! Por ahí no”, sentenció la presentadora con total rotundidad.

Aguantó hasta el final

“Este señor ha estado 30 años al lado de Ruiz-Mateos. Es un catedrático de la [Universidad] Autónoma que ha estado con Ruiz Mateos. Está completamente confirmado y ha escrito libros siendo su biógrafo”, agregó con indignación por los intentos de su invitada de desacreditar al entrevistado, que intervino en el programa desde su casa.

Aunque Carlota Corredera le dio la posibilidad de que abandonara el plató si se sentía incómoda, la periodista prefirió seguir hasta el final de la tertulia.

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