Carmen Borrego anuncia que dejará de llevar la agenda de su madre: “No quiero que nadie piense que utilizo su imagen”

Carmen Borrego, en 'Sálvame'

Redacción verTele

María Teresa Campos concedió a Kiko Hernández una entrevista a principios de mes. Una charla que motivó el enfrentamiento de Carmen Borrego con su hermana Terelu y su sobrina Alejandra Rubio porque, según ellas, no les había avisado de que iba a llevarse a cabo. Una semana después, la colaboradora anunció este martes en Sálvame que va a dejar de encargarse de gestionar la agenda de su madre. “Llevo haciendo cosas con todo mi cariño y amor hacia ella y mi hermana, pero llega un momento en que también me siento mal”, expuso, “no debo ser yo quien lleve las cosas de mi madre”.

“No me siento bien y cuando una no se siente bien, decide que a lo mejor estoy metiendo la pata, haciéndolo mal. Y si creo que estoy haciendo algo mal por mi madre... Prefiero no hacerlo”, argumentó. Jorge Javier Vázquez le preguntó si, por lo tanto, se trataba de una decisión tomada y cerrada, a lo que respondió que sí. “No la expongo, ni la tiro al foso de los leones, ni la maltrato ni oculto las cosas porque quiera ser yo la que reparte el bacalao”, se defendió.

“Os pensáis que es una tontería, pero llevar a mi madre es un trabajo”, reivindicó, “le ofrecen entrevistas y programas de televisión todos los días. La mitad de las cosas no las hace porque creo que o no quiere o no le apetece hacerlas”. En esta línea, justificó que aceptó la de Kiko Hernández, porque “sabía que mi madre le alegraba, le apetecía, quiere a Kiko y sabía que iba a pasar una mañana estupenda. En ningún caso me pareció algo malo”. “Si me lo hubiera parecido, no lo hubiera hecho”, sostuvo.

Además, insistió en aclarar, porque “quiero que lo sepa todo el mundo, es que jamás expondré a mi madre en algo que piense que sea malo para ella. Si alguien lo piensa, está equivocado. Si ellas la protegen, yo también”. Laura Fa defendió su postura, reconociendo que, en la entrevista que le realizó su compañero, “no hubo nada de polémica”.

“Todo el mundo tiene un límite”, añadió Borrego, “parece que soy la que estoy intentando vender a mi madre. No necesito hacerlo, mi madre está más que vendida, la quiere todo el mundo”. Del mismo modo, avanzó que iba a hablar con María Teresa Campos para explicarle la decisión. “Si ella me pide que por favor lo haga, lo haré. Pero estoy también cansada, no por lo que ha ocurrido sólo, sino porque es un trabajo de todos los días”. “Lo que no quiero que el público piense es que utilizo la imagen de mi madre para nada. Jamás lo he hecho ni lo haré”, concluyó.

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