'Todo es mentira'

Celia Villalobos, “perpleja” por las críticas tras mofarse de Pablo Iglesias: “No sabía que era pecado nombrar a sus hijos”

Celia Villalobos ha vuelto a ser protagonista de Todo es mentira un día después de haber realizado mofas sobre Pablo Iglesias que incluían comentarios sobre sus hijos. Lo ha hecho esta vez a través de una conversación telefónica, en la que se ha asegurado “perpleja” por la repercusión de lo que ella consideraba “una broma”.

El origen estaba en la reciente vuelta a la primera plana mediática del otrora líder de Unidas Podemos, algo que había sido puesta en cuestión el martes 25 desde el programa de Cuatro. Iglesias cuestionó que se le criticase a él y no a otras figuras políticas que, como Villalobos, tenían una presencia continuada en medios. Esto sirvió para que la aludida le respondiese en estos términos: “Pablo, mírame de frente. Estás mucho más guapo desde que estás en tu casita. ¿Y los niños, están bien los niños? Que si hace falta voy y te echo una mano para cuidártelos, porque tu mujer te hace muy poquito caso. Oye, por cierto, los dientes te los has arreglado, ¿no?

Tras la emisión del momento, proliferaron las críticas por esos comentarios y por la actitud de los contertulios del programa por reírse. El propio Iglesias acabó contestando a los ataques: “Esta señora solo puede dar lástima. Lo que es preocupante y repugnante es el tipo de televisión y el tipo de periodismo que fabrica estos espectáculos. No mires solo al juguete roto de cada día; la degradación es responsabilidad de los que hacen la escaleta y conducen el programa”.

“No sabía que era pecado nombrar a sus hijos”

Todo es mentira convertía esta polémica en un tema más de su edición del miércoles 26. “Nosotros, que nos gusta más un charco que a un tonto un lápiz, ahí que estamos”, decía Risto Mejide al abordar el tema, contando con la colaboradora vía telefónica. Lo primero que el presentador le preguntaba a esta era “¿Cómo estás?”.

“Un poco perpleja, pero bien”, respondía esta. “Creo que se vio claramente que estaba gastándole una broma a Pablo Iglesias. Se me había olvidado que con Pablo iglesias no se puede bromear”. Lejos de retractarse, hizo alusión al enfado del exvicepresidente segundo con que mencionara a sus hijos. “Él dijo que se iba a dedicar a cuidar a sus hijos, lo cual me parece que es muy positivo. Parece que no le gustan las bromas”, dijo antes de añadir. “Siento en el alma que se lo haya tomado tan mal”.

Villalobos dejó claro a Risto que no se estaba disculpando: “No, estoy perpleja. Porque se me había olvidado que hay determinadas personas que son intocables”, y aseguró que Iglesias estaba tratando de “desviar la atención” sobre el hecho de haber “incumplido su palabra” al haber vuelto a manifestarse políticamente.

“Me parece bien”, afirmó Mejide, que destacó la estupenda relación que tiene con su colaboradora. “Te has equivocado en la forma de decirlo, no hacía falta meter a la familia para decir justamente cosas que estábamos diciendo”, ha opinado el showman, que consideraba “desproporcionado el linchamiento que viene a continuación”.

Sí pidió perdón a Risto por “haberte metido en esto”

“Esas cosas a mí me las han hecho miles de veces”, persistió Villalobos, que definió las críticas recibidas en las últimas horas como “una campaña organizada” contra ella. “Iglesias una vez más se aprovecha para ocultar sus miserias dándole la vuelta a las cosas”, y reiteró: “No sabía que era pecado nombrar a sus hijos”. Aunque sin afán de discutir, tal y como él mismo dijo, Risto ponderó entonces que “no es lo mismo que él diga que va a cuidar a sus hijos que tú, dentro de una broma metas el tema de la familia, que me parece innecesaria”.

En cualquier caso, Mejide tenía un mensaje para los detractores: “Se me ha criticado mucho que no te apercibiese o amonestase. Sinceramente, yo he amonestado a muchísima gente y he llegado a expulsar a alguno del programa, y tampoco me siento orgulloso de eso. Cuando amonesto porque amonesto, cuando no amonesto, porque no. Me va a caer siempre”, reflexionaba a cámara.

Tirando de una figura de la legislación española, animus jocandi (“espíritu o intención de broma” en latín, usado como eximente de culpabilidad en el delito de injurias), defendía a la tertuliana: “Está claro que no querías injuriar a Pablo Iglesias, sino que estabas haciendo una broma. Yo lo tenía claro, pero hay gente que ha pensado lo contrario”.

Siento muchísimo haberte metido en esto”, se disculpó, esta vez sí y hasta en dos ocasiones, con Risto. “Tranquila, tenemos siempre tres o cuatro de estas al año”, zanjó quitando hierro.