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'El chófer de Ruiz-Mateos' destapó cómo planearon el falso atentado contra el empresario para culpar al Opus Dei

Docuserie 'El chófer de Ruiz Mateos'

Redacción verTele

Cuatro estrenó este lunes 12 de diciembre El chófer de Ruiz-Mateos, una serie documental en la que Víctor de la Cruz, quien fuera mano derecha del empresario, relata en primera persona todo lo que vivió junto a él. Un formato que la cadena llevaba tiempo promocionando y cuyo debut se saldó con un buen resultado en audiencias, por encima en número de espectadores del otro estreno nocturno en su 'hermana mayor' Telecinco.

El primero de los cuatro episodios que forman parte de esta docuserie estuvo marcado por la revelación de cómo José María Ruiz-Mateos planeó un falso atentado para culpar al Opus Dei, institución de la que fue miembro supernumerario durante años. Ocurrió en el 93, cuando según el relato del chófer, “intentó acusar a sus hermanos en la fe de querer matarle”.

“Él creía en el Opus de Dios, pero no creía en el Opus del hombre”, comenzó contando De la Cruz, que destapó el motivo de la enemistad. “Cuando descubre que detrás de esa expropiación [de Rumasa] hay una mano negra que se llama Opus Dei, decide suspender todo tipo de relación y hacerles la guerra sucia”.

“En 1993, en el día de reflexión de las elecciones generales a la que se presentaba la agrupación Ruiz-Mateos, inició un falso atentado para culpar al Opus Dei”, se explicó en la docuserie, con imágenes de archivo. La novedad, en este caso, fueron las curiosidades que contó el chófer sobre cómo se fraguó todo: “El motivo era acusar a sus hermanos en la fe de asesinos, con lo cual decidimos durante un mes ver cómo podíamos ejecutar el atentado”.

“Decidimos que lo tenía que sufrir en la puerta de su casa. No puedes planificar un atentado en un parque”, relató. “Uno de los hijos salió a la puerta donde estaba la furgoneta que les transportaba, Víctor [De la Cruz] se subió a la furgoneta y el otro le pegó dos tiros y la estrelló adrede contra el poste de telégrafos. Se llamó a la policía y salió en los medios de comunicación”, recordó otro de los testimonios.

El dato clave es que la sangre la echara por el asiento. Él se iba y yo tenía que dar la explicación a la policía”, retomó el chófer, que contó cómo los agentes no les creyeron: “Según vieron el cotarro, dijeron que me llamaran. '¿Te han metido un tiro, no? ¿Y dónde está el jefe?', me preguntaron, y yo dije que con el susto se había ido sangrando”.

Pese a todo, “de cara a los medios [Ruiz-Mateos] siempre reivindicó que había sufrido tres atentados en su vida, y uno de ellos era este. Decía que querían acabar con su vida, y que tenían que haber sido sus hermanos en la fe”, agregó Víctor de la Cruz.

Otros secretos contados en la docuserie

Pero planear este falso atentado no fue la única misión del hombre de confianza del empresario, ni tampoco su única revelación en Cuatro. Otra fue robar las cartas de las empresas expropiadas, tal como contó: “Teníamos que saber las ofertas que tenía el Estado por parte de distintos empresarios y conseguir la propiedad de ciertas empresas”.

“La correspondencia de Rumasa estatal llegaba en una saca de correos. Hicimos un seguimiento varios días y vimos que el jueves el maletón era mucho más amplio. Cuando vi llegar al cartero, entré en paralelo, mi compañero Luis llamó al ascensor, puso el pie para que no se pudiera abrir la puerta y llamó al portero. Cuando cartero ya había dejado el paquete, el portero fue al ascensor y al volver le faltaba la saca. Huimos con toda la correspondencia”, explicó.

Además, la docuserie El chófer de Ruiz-Mateos también indagó en su primer episodio en la relación del empresario con el rey Juan Carlos I y en los motivos de su enfado. Y a parte, señaló el 23 de febrero del 83 como el día que todo cambió para José María por el anuncio de Miguel Boyer, entonces ministro de Hacienda, de la expropiación del holding Rumasa.

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