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'Las Claves' de Javier Ruiz debutaron con debates pausados y “sin gritos”: “¡Por fin!”

“Bienvenidos a un espacio de información, de análisis y de opinión que pretende respetar, estrictamente, ese orden. Partir de los hechos, de los datos y las cifras, para santificarlos y respetarlos. Los hechos son los que son, no están a debate. Pero las opiniones sí son libres y las van a escuchar aquí”. Así arrancó este viernes Javier Ruiz Las Claves del Siglo XXI, el nuevo programa que dirige y presenta desde esta semana en TVE.

El formato, que tuvo un debut discreto en cuanto a audiencias, sí fue ampliamente comentado en redes sociales, donde los espectadores agradecieron que “por fin” se ofreciera un programa “donde se respeta al resto”. “¡Y sin gritos!”, exclamó una usuaria en Twitter, “ya ni nos acordábamos de algo así”. Y es que precisamente su ritmo reposado, de escucha y reflexión a la hora de debatir, fue sin duda el gran punto fuerte del espacio de la cadena pública.

El propio presentador defendió en todo momento que el objetivo era ofrecer al público “periodismo de rigor y libertad en la opinión”. Las Claves empezó abordando la problemática que está suponiendo que todavía haya un 10% de la población española sin vacunar de la covid-19, incluyendo un amplio abanico entre personas negacionistas y las que tienen miedo a la dosis.

“¿Qué prima, su libertad individual, su derecho individual o la salud pública? ¿Hemos de hacer obligatoria la vacuna?”, fue la primera cuestión que planteó Ruiz en el plató, donde estuvo acompañado de Pepa Bueno, directora de El País y Jordi Juan, director de La Vanguardia.

Más adelante abordó el asunto con especialistas en el campo: el virólogo Luis Enjuanes, la directora de Salud Pública de la OMS María Neira, la jueza María Jesús del Barco y el magistrado y jurista Joaquim Bosch. Los debates se apoyaron en gráficos y mapas con los que el presentador ilustró los datos de las temáticas planteadas, así como la intervención de corresponsales de diferentes rincones del mundo, como Austria o Estados Unidos. Además, contó con testimonios de personas que, en un primer momento, tampoco quisieron vacunarse. “Me arrepiento de no haberlo hecho antes”, reconoció un entrevistado.

Las Claves del Siglo XXI explicó igualmente el impacto que ha tenido la pandemia en la sociedad española en función de la renta. “La crisis nos ha sacudido a todos, pero no a todos por igual”, sostuvo el periodista, “quienes menos tenían, los que viven en el sótano de España, son quienes más han perdido”. Manuel Bretón, presidente de Cáritas, que lamentó la complicada situación que atraviesa el país, y defendió que en su caso, “estamos para que esto no vaya a más e intentar dulcificar todos esos problemas”.

Otro de los asuntos sobre los que se dialogó en el estreno del programa fue el conflicto entre Rusia y Ucrania y el negocio de la desinformación, que Ruiz calificó como “millonario”. “El de quienes colocan bulos, el de que parece ser un fenómeno de pequeños jóvenes que simplemente golfean y no lo es”, advirtió, “es el negocio de la mentira. Los bulos que ustedes leen suelen tener un interés económico detrás y una cantidad de dinero escandalosa”.

El periodista señaló que las “mentiras profesionalizadas” comenzaron en 2016, y, desde entonces, se han “cuadriplicado hasta este año”. “Son campañas pagadas para desprestigiar a quien se considera el enemigo”, describió. Durante la conversación sobre esta materia, estuvo muy presente la reivindicación de la educación como solución.

“El periodismo que debería hacerse en TV”

Como avanzábamos, la audiencia dio su beneplácito a Las Claves del Siglo XXI a través de redes sociales, donde se ensalzó la propia naturaleza del programa basada en los datos, la argumentación y el respeto. “Esto es el periodismo que debería hacerse en televisión”, reivindicó en Twitter la periodista Anita Botwin. También alabó el formato la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, que dio aprovechó para darle la enhorabuena a Ruiz por su labor.

“Es un verdadero ejemplo de servicio público, sin estridencias ni telepredicadores mediáticos”, valoró un espectador del formato. “De momento, este programa promete”, escribió otro, “los datos antes que las opiniones. Lo objetivo por encima de lo subjetivo”.