La confesión de Luis Tosar en 'El Hormiguero' que le convirtió en un “canalla”

Luis Tosar, Dani Guzmán y Joaquín González visitaron El Hormiguero, en la noche de este lunes, para presentar su nueva película Canallas. Un film dirigido y protagonizado por Guzmán, que llegará a los cines el próximo 1 de abril.

El trío explicó que dan vida a tres amigos de barrio que vuelven a encontrarse después de veinte años. Uno de ellos, Joaquín, tiene una exitosa carrera profesional como empresario, o eso se piensa él. Día a día intenta cumplir su sueño de ser rico, pero sus aparentes grandes operaciones empresariales apenas le dan para llegar a fin de mes.

Una historia muy basada en hechos reales de la vida del director que llegó a confesar que hasta un 90% de lo que explicaba le había ocurrido junto a dos amigos más de la infancia. Dos compañeros que le habían dado la sorpresa de estar entre el público del programa de Antena 3.

Pero otra de las sorpresas fue el descubrimiento de Joaquín, la apuesta personal de Guzmán por trabajar junto a actores no profesionales. El hombre explicó que es un “buscavidas” y que es capaz de vender perfume como diamantes, sin que se le caigan los anillos. “Hemos creado un monstruo”, lamentaba el director, mientras Tosar añadía entre risas: “Es un juguete roto incluso antes de hacerse conocido”.

Guzmán, el más canalla pero Tosar el más inesperado

Para hacer honor al título de la película, Trancas y Barrancas hicieron unas cuantas preguntas a los actores con el objetivo de conocer cuál de ellos es más “canalla”. Desde si les habían expulsado del colegio, hasta si habían cambiado la voz para engañar por teléfono, o si habían pasado la noche en un calabozo, fueron algunas de las preguntas. Cuestiones en las que el único que contestó afirmativamente a todas fue Guzmán, llevándose el título.

Sin embargo, si una anécdota llamó la atención, esa fue la de Tosar al confesar que una vez hizo un “sinpa”. Explicó que fue en el Ikea de Nueva York, “cuando empezó eso de cobrarte a ti mismo. Compré varias cosas y un colchón de 1'35. Pensé que las marcaría todas excepto el colchón y así lo hice. Al salir del Ikea le dije a mi amigo que encendiera el coche y nos fuéramos corriendo”, relató.

Para añadir que, antes de llegar a su casa vio cómo la policía iba detrás de ellos: “No creo que sea por mi colchón, pero me acojoné”, aseguró. Aunque finalmente la patrulla les adelantó y él no tuvo problemas. “Lo malo de robar un colchón es que no duermes con la consciencia tranquila”, bromeó Trancas, y el actor asintió.