Crítica
'Penny Dreadful: City of Angels', una apuesta fresca que tiene en la serie original a su mayor enemigo

Natalie Dormer, en el papel de la villana Magda en Penny Dreadful: City of Angels

Pedro Zárate

En el penúltimo episodio de Penny Dreadful, Victor Frankenstein liberaba a Lily de su experimento final pronunciando la siguiente frase: “Es demasiado fácil ser monstruos, vamos a intentar ser humanos”. Aquellas 10 palabras del joven doctor cerraban un círculo vital y a la vez resumían perfectamente la deshumanización que había caracterizado a la serie durante sus tres temporadas. Esa preocupación por el ser humano y su relación con el Mal, ya sea propio o ajeno, es uno de los pocos nexos en común que Penny Dreadful guarda con su “descendiente espiritual”, como así ha tenido a bien llamar Showtime a City of Angels, el primer título derivado de la serie original. Como vemos, la cadena es la primera que evita referirse a esta nueva producción como “spin-off” o “serie secuela”. Y bien que hace, porque no es ni una cosa ni la otra.

Salvando las distancias, City of Angels es a Penny Dreadful lo que cualquier temporada de American Horror Story es a la siguiente o a la anterior: una apuesta con elementos en común pero completamente diferente. En el caso de que nos ocupa, la apuesta es tan rupturista que puede llegar a causar desconcierto en sus primeros compases. El oscuro y gótico Londres victoriano deja paso a la soleada Los Ángeles de 1938; el lenguaje poético de la original, tan acorde con la literatura de la que bebía; desaparece en favor de un lenguaje más coloquial; y ni siquiera la presencia de Rory Kinnear, que interpretó al inolvidable John Clare, hace que nos sintamos como en casa.

De hecho, aquí Kinnear da vida a un doctor nazi, Peter Craft, que luce orgulloso su esvástica y reivindica por las calles que “American First”. Porque en City of Angels no hay vampiros ni licántropos (al menos de momento), pero sí nazis. Al ambientarse un año antes del estadillo de la Segunda Guerra Mundial, la nueva criatura de John Logan sigue la estela de otras series recientes como Hunters (Amazon) y La conjura contra América (HBO) que también plantean una posible penetración del fascismo en los Estados Unidos.

Un demonio de múltiples formas busca generar el caos

El hedor fascista que se respira en las calles coincide en el tiempo con la tensión racial que enfrenta a la policía angelina con la comunidad chicana de la ciudad, que se opone abiertamente a que unas obras municipales destruyan sus viviendas. Entre ambos bandos se encuentra nuestro protagonista masculino, Santiago Vega, Tiago (Daniel Zovatto), el primer agente con ascendencia mexicana del Departamento de Policía de Los Ángeles. Un joven que se debate entre su familia y su deber como integrante de las fuerzas del orden.

Este conflicto moral le persigue nada más incorporarse al cuerpo, donde suscita el desprecio de todos sus compañeros salvo de uno, Lewis Michener (Nathan Lane), el único que acepta trabajar con él y rehúsa juzgarlo por su color de piel. Michener es un policía a la vieja usanza que verá en su pupilo a la persona adecuada para resolver el último caso que merece su atención: la repentina aparición de cuatro cadáveres sin corazón y maquillados exactamente igual que la Santa Muerte, la popular divinidad del folclore mexicano. Esta entidad espiritual que juega un papel relevante en su forma corpórea (representada por Lorenza Izzo) desde los primeros compases de City of Angels. En parte gracias a su mayor devota, María (Adriana Barraza), la madre de Tiago. Aunque si de protagonismo se trata, ninguno como el de Magda, la hermana de la Santa Muerte. Un demonio capaz de adoptar cualquier forma humana que deja claras sus intenciones nada más empezar, pues su propósito no es otro que sacar ese monstruo que todos llevamos dentro y conducir a la humanidad hacia un enfrentamiento fratricida.

'City of Angels' no es 'Penny Dreadful' ni pretende serlo

En la verdadera de sus múltiples formas, el personaje encarnado por Natalie Dormer es el que más nos hace conectar con la Penny Dreadful original. Ella es la que pone la oscuridad, el terror y el toque sobrenatural a la serie. En el agitado contexto sociopolítico en el que se ambienta City of Angels, este demonio de rostro angelical es la llama que amenaza con hacer explotar el bullicio de Los Ángeles. El agente del caos que eleve el Mal sobre el Bien y conduzca a la raza humana hacia su propia autodestrucción. Un reto ambicioso, qué duda cabe, pero que palidece ante el otro que tiene por delante el personaje: soportar sobre sus hombros de villana la responsabilidad de liderar una serie de Penny Dreadful sin Vanessa Ives.

Cuando John Logan puso fin a la serie madre, lo hizo con el convencimiento de que el viaje de su personaje principal solo daba para tres temporadas. Y sin ella, seguir adelante no tenía ningún sentido. Puestos a hacer un spin-off al uso, el showrunner podía haber optado por continuar la historia de Ethan Chander, la de Sir Malcolm Murray o las de los ya mencionados Victor Frankestein y John Clare. Pero hacerlo sería continuar “la historia de Ethan Chandler… sin Vanessa Ives”, “la de Malcolm Murray… sin Vanessa Ives” y así con las del resto de candidatos a protagonizar una potencial secuela. Logan, como creador de la serie, sabía mejor que nadie que Penny Dreadful era Vanessa. Su alma y su razón de ser. Así lo quiso y así lo hizo, aunque ello supusiera firmar una historia de limitado recorrido y muy dependiente de su personaje clave, interpretado con maestría por Eva Green.

Sin Ives, Logan vio que lo mejor era continuar la marca Penny Dreadful era dar un giro radical a su propuesta. Al no despojarla de su nombre por cuestiones de marketing, City of Angels será objeto de múltiples comparaciones con la serie original y tendrá en ella a su mayor enemigo. Su luminosidad inicial será vista con recelo, su amabilidad visual con desconcierto y su menor dosis de sobrenaturalidad con pesar por los más acérrimos seguidores de la obra madre. Será necesario, pues, hacer un ejercicio de autoconvencimiento para afrontar que esta nueva serie no es Penny Dreaful, sino otra cosa. Pero una vez lo hagamos nos encontraremos ante una propuesta fresca con múltiples posibilidades. Que acabe siendo mejor o peor que su predecesora es algo que solo el tiempo y el gusto de cada uno dirá, pero si algo nos enseñó Penny Dreadful es que nunca había que perder la fe. John Logan y Paco Cabezas, que repite a su lado como director, se han ganado que la mantengamos intacta. Todo apunta a que no nos vamos a arrepentir.

* El primer capítulo de Penny Dreadful: City of Angels está disponible desde este lunes 27 en Movistar. Por motivos derivados de la situación actual, el estreno no estará disponible en versión doblada por el momento.

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