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OT 2017 cerró (ahora sí) su gira con emotividad, madurez y sin el gran número de Amaia

OT 2017 cerró (ahora sí) su gira con emotividad, madurez y sin el gran número de Amaia

Laura García Higueras / Laura Pérez

“Lo bueno está por llegar”. La gira de OT 2017 termina donde comenzó, en el Palau Sant Jordi de Barcelona diez meses después. Entonces lloraban emocionados por haber llenado un recinto tan emblemático, y este viernes 28 de diciembre lo hacían por poner fin a la etapa que ha cambiado sus vidas para siempre. La ganadora de la edición Amaia, cedió protagonismo en el show, en el que faltó su gran número en el programa Shake it out. Entre los 43 temas del espectáculo hubo hueco para la nueva generación de 2018, que salió al escenario a cantar su himno Somos, como antesala del tour que arrancarán el próximo mes de febrero en Madrid.

La cita arrancó con el tema grupal I’m still standing antes de que Ricky ejerciera de maestro de ceremonias con Let me entertain you. Su actuación vino acompañada de una inocentada, al anunciar que el próximo 21 de junio volverían al Bernabeu, esta vez acompañados de sus sucesores en un formato Generación OT . El público rugió al conocer la noticia hasta que, apenas unos minutos después, el mallorquín reconoció en redes sociales que “era broma”.

“Siempre es la penúltima”, afirmó, pero pronto el sabor a posible continuación se tornó en ambiente de despedida. Y esta vez definitiva, a la espera de un posible reencuentro futuro. Las lágrimas de Ana Guerra al inicio de la siguiente canción, Todas las flores con Amaia, auguraban que las emociones iban a estar a flor de piel durante toda la noche. Así lo demostraron Aitana, la propia ganadora, Nerea o Raoul, que no pudieron evitar llorar en sus apariciones en escena.

El repertorio se mantuvo prácticamente igual que el del resto de la gira a excepción de los temas solistas. Además de la supresión del “Amaiazo”, los concursantes cambiaron sus canciones de las galas por sus singles, ya que un año después todos cuentan en su haber con al menos, uno. La navarra fue la única en no interpretar su breve carta de presentación Un nuevo lugar, pero mantuvo Miedo al piano, aunque tocada de la garganta por un catarro.

Duetos míticos para cerrar una etapa

Sí hubo tiempo de que fans y artistas se reencontraran con los duetos míticos de la generación. Raoul y Agoney compartieron Manos vacías, que terminaron fundidos en un emotivo abrazo, y recordando el lema que les acompañó durante toda la gira. “Por el amor, la libertad y la visibilidad”, repitieron consolidando una vez más su mensaje. El siguiente dúo más esperado era el de Aitana y Cepeda con su No puedo vivir sin ti. La catalana aprovechó la presentación para recordar que “siempre la tendrán” y “lo importante que sigue siendo y va a ser” para ellos. Aunque el contexto era diferente al que les rodeaba en el Bernabeu el pasado mes de junio, la esencia del tema se mantuvo intacta. Costó más encontrar sobre el escenario la complicidad mágica que marcó en su día el City of stars de Alfred y Amaia, que para el fin de gira prescindieron de su eurovisivo Tu canción.

Junto a estos, las canciones más aplaudidas fueron Vas a quedarte de Aitana, Esta vez de Cepeda, Que nos sigan las luces de Alfred cuyo compositor Nil Moliner estaba presente en Palau; y el momentazo en el que Miriam, tras terminar de interpretar No! invitó al público a que la cantara a capella. Y lo consiguió. El toque navideño y entrañable lo brindaron Roi y Amaia, quienes a su dueto con Shape of you de Ed Sheeran, añadieron un fragmento del villancico Los peces en el río.

Concursantes como Ricky y Mimi mantuvieron sus temas del concurso, Let me entertain you y A-yo, a los que sumaron su Miénteme y un medley con Amor Bruja y Ya no quiero ná de Lola Indigo. La madrileña brindó espectáculo acompañada de “las Lolas” Claudia, Mónica, Saydi y Laura.

Pero antes, cuando Ana Guerra y Amaia finalizaron su interpretación de Todas las flores, Juan Antonio y Mireya compartieron el toque aflamencado de la noche con el ¡Corre! De Jesse&Joy. Tras ellos, Marina cantó su primer trabajo Drinking like I’m sober y “la leona” hizo rugir al recinto con su What about us de Pink. El segundo expulsado, Juan Antonio, mucho más cómodo en el registro que cuando interpretó con Cepeda Reggaeton lento en la Academia presentó No te echo de menos.

Ana Guerra y Mimi interpretaron Don’t you worry about a thing; y Alfred y Marina Don’t dream it’s over, antes de que Nerea saliera al escenario a interpretar Ahora no. Amaia se sentó al piano para rememorar su actuación de la gran final, Miedo, y llamó a Aitana para compartir el último Con las ganas, de Zahara. Las compañeras y amigas no pudieron pronunciar la última frase “me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos”, invadidas por las lágrimas.

La montaña rusa de emociones continuó con Thalía y Miriam cantando el eurovisivo Euphoria, el tema de Raoul Estaré ahí, y el dueto de Nerea y Agoney Symphony. Thalía volvió al escenario para cantar Quién quiero ser, antes de que Ricky y Mireya hicieran saltar a todos los presentes con su versión de Madre tierra de Chayanne. Aitana volvió a inundar el ambiente de dulzura con Issues, antes del conmovedor No puedo vivir sin ti junto a Cepeda. El gallego cantó acompañado de Manu Guix al piano la aclamada Esta vez, a la que añadió algunas estrofas de su segundo single, Por ti estaré.

Llegó el turno de Ana Guerra, que también compartió actuación con el director musical de la Academia para presentar su bolero Olvídame. Tras ella, Mireya subió la temperatura con su Corazón Vendío, Ricky con Miénteme y Mimi con A- yo. Inmediatamente después, los 16 se unieron en la grupal A quién le importa, dando a paso a Roi y su Por una vez más. “Es una de las personas más carismáticas que conozco y una de mis cantantes favoritas”, reconoció al gallego en su presentación de Amaia, con la que interpretó Shape of you.

Agoney devolvió el ritmo al show con Quizás y Miriam volvió a entregarse en No!. El cuarto clasificado Alfred, que además jugaba en casa, iluminó todo el Palau con Que nos sigan las luces. La ganadora de la edición volvió a salir para tocar a dueto City of stars y juntos presentar a Aitana con su Vas a quedarte, tema a la medida de las aptitudes de la catalana, que encogió el estómago del público.

Visibilidad y feminismo en los mensajes más reivindicativos

“Porque cuando salgamos a la calle seamos libres, y no valientes”, exclamó Miriam antes de tocar su primer lanzamiento Hay algo en mí. Su mensaje fue uno de los más reivindicativos de los pronunciados por sus compañeros que, por lo general, se deshicieron en elogios y agradecimientos con el público por haber hecho posible que estuvieran allí, viviendo su sueño. También fue directo en sus palabras Alfred al hablar de Marina. “Un ser de luz que tanto bien ha hecho a este programa, pero que tanto bien nos ha hecho a todos nosotros con todo lo que defiende”, dijo sobre su compañera.

Ana War volvió a hacer vibrar al Palau con la canción que marcó un antes y un después en su paso por el programa, La bikina, y presentó el medley de Lola Indigo. Tras su numerazo, Alfred cantó su single De la tierra hasta Marte, y Aitana rememoró su actuación la final Chandelier. Para entonces ya solo quedaba tiempo para las grandes emociones, acompañadas de Lo malo y su himno, Camina. La gira concluyó como el programa, con problemas de sonido en su canción más representativa. Durante gran parte de la actuación hubo micrófonos que no sonaron, y que mantuvieron los fallos en el tema posterior: el Somos de la generación 2018.

Liderados por Famous, Natalia y Alba Reche, los recién salidos de la Academia fueron recibidos con cariño por los asistentes, que se dejaron la piel en sus estrofas y estribillos. Finalmente, sus predecesores volvieron a escena para terminar por todo lo alto con La revolución sexual.

43 canciones y 3 horas después, solo quedaba tiempo para las lágrimas y para celebrar que quizás no haya sido la última, o sí. Puede que haya llegado el momento de cerrar un ciclo convertido en fenómeno, fruto de las emociones, empatía, ejemplo y lealtad de quienes se engancharon a esta generación con “un sueño” que, “dando pasos conseguimos que se hiciera realidad”. Y así, “en medio de una eterna despedida”, dejaron el relevo a quienes rezan en su himno “ha llegado el momento de cambiar”. La generación de OT 2018, de “gladiadoras construyendo la ciudad”.

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