Entrevista

David Verdaguer, de actor a presentador para romper 'Tabús' y reír de quienes no deberíamos

David Verdaguer en 'Tabús' de TV3

Paula Hergar

TV3 estrena este miércoles 15 de abril Tabús, un programa producido junto a El Terrat en el que “nos reímos de personas de quienes no deberíamos reírnos”.

¿Pero a quiénes se refieren con ello? A personas ciegas, con enfermedades terminales, con diversidad funcional, de diversas etnias, del colectivo LGTBI, personas con trastornos mentales, con obesidad o en situación de pobreza.

Y para romper esos tabúes y aprender a reírse de ellos, David Verdaguer -el llamativo presentador escogido para la misión- ha convivido con miembros de cada colectivo durante una semana y en una casa de vacaciones del Empordà. Tras ello, hizo un monólogo sobre todo aquello de lo que parece estar prohibido hablar, y en cambio, ellos viven con naturalidad.

La original e inspiradora apuesta de la cadena catalana - adaptación del formato belga 'Taboo'- se empezó a grabar en noviembre y acabó justo días antes del confinamiento. Por lo que supone un soplo de aire fresco para una parrilla plagada de “decorados hogareños”.

De todo ello hemos hablado con Verdaguer que, cuando recibió la propuesta para presentar 'Tabús' era “muy reticente a volver a hacer televisión en proyectos de no ficción”... hasta que vio el formato:

Verdaguer: “Este ha sido el personaje más difícil de mi vida”

Sin duda, es uno de los actores de moda: en tan solo tres años, ha pasado de protagonizar la ópera prima de Carlos Marqués-Marcet, 10.000km, a ganar el Goya a Mejor actor de reparto por Verano 1993 y ser seleccionado para representar a España en los Oscar de 2017.

Pero las nuevas generaciones de intérpretes tampoco tienen los viejos “tabúes” de saltar de la gran a la pequeña pantalla, siempre y cuando sean proyectos que le “enamoren”, y ha sido el caso: “Creo que el humor es la mejor manera para explicar las cosas y este formato me permitía conocer colectivos vulnerables y hacer humor negro sobre ellos”.

En momentos de tanta precaución con el humor y tan delicados como los que estamos viviendo, Verdaguer está convencido de que “el humor no debería tener límites. Se tiene que hacer humor de absolutamente todo, la cosa es el cuándo, dónde y cómo. Ya decía Woody Allen que el humor es tragedia más tiempo”, explica.

Por todo ello, nos asegura que en Tabús ha interpretado “al personaje más difícil de mi vida porque hago de mí mismo”.

“Es un programa que desprende vida, aunque explique cosas duras”

Preguntado por la razón de sus reticencias a volver a la televisión con un programa de entretenimiento, nos cuenta que cuando estuvo en el exitoso APM? de TV3 fue enriquecedor pero costó desencasillarse: “Tenía 21 ó 22 años y la gente no sabía si yo era un friki o un periodista loco. Costó mucho hacerles entender que aquello era un personaje, que era actor”, por ello se pasó tiempo rechazando proyectos similares hasta que recondujo su carrera a la interpretación.

Ahora, tras años de todo aquello y con un currículo que no da lugar a confusiones, sí le ha apetecido regresar al entretenimiento: “Me encantan los buenos programas de televisión y si ves este formato te das cuenta de que no tiene nada que ver con nada de lo que has visto antes. Vale mucho la pena. Es una maravilla, es bonito y desprende vida, aún explicando cosas muy duras”.

Nos cuenta que su función es más la de hilo conductor que la de presentador: “No soy el protagonista de ninguno de los programas, casi me limito a escucharles. En el monólogo sí que hablo yo pero soy más una vía para que se expresen ellos”.

“Con los que tenemos más tabúes es con la pobreza y la obesidad”

Tras convivir durante semanas con colectivos tan vulnerables y de los que tenemos tantos prejuicios, Verdaguer nos cuenta que hay dos de ellos en peor situación: “Quizá con los que tenemos más tabúes es con la pobreza y la obesidad. Inconscientemente, creo que la sociedad piensa que es por culpa de ellos. En el mundo capitalista y de la estética absurda en el que vivimos, si estás obeso es por culpa tuya y si eres pobre es porque no te lo has currado suficiente”.

Pero añade que una de las grandes reflexiones que dejan los ocho programas es que “todos podemos protagonizar alguno de ellos: puedo ser obeso, tener una enfermedad terminal dentro de unos meses o irme a vivir fuera y sufrir racismo”.

Por lo que su gran aprendizaje gracias a esta propuesta ha sido que “el humor es la vía más corta para relacionarte con las personas y que hay más gente buena en el mundo que mala, solo que estos últimos hacen más ruido”.

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