Especial Día Internacional del Doblaje

El doblaje alza la voz ante el coronavirus: “El reto viene ahora, cuando suframos el parón de los rodajes”

Mesas y atriles de un estudio de doblaje

Laura García Higueras

Nadie estaba preparado para la irrupción del coronavirus. Uno a uno, cada sector fue moviendo figura en un tablero puesto en jaque por la pandemia. La industria audiovisual fue sacudida con la suspensión de rodajes y platós sin público. Plataformas y cadenas se vieron obligadas a retrasar estrenos y, con el cierre de estudios de doblaje, algunas optaron por la emisión de algunos títulos únicamente en versión original.

Este viernes 12 de junio se celebra el Día Internacional del Doblaje y Vertele ha hablando con varios de sus profesionales para conocer cómo están viviendo desde dentro el azote del covid-19. “Decidimos cerrar los estudios el viernes 13 de marzo”, recuerda Adolfo Moreno, presidente del Sindicato de Artistas de Doblaje de Madrid, ADOMA, que ha puesto voz a personajes como Ash de Pokemon, Jack de Dawson Creek y Curtis Holt de Arrow. Tras más de dos meses de incertidumbre, pudieron reanudar la actividad “el 27 de abril, porque entendimos que podíamos volver a abrir los estudios. Nadie nos dijo que no pudiéramos hacerlo”. Y fue en la segunda semana de mayo cuando “empezamos a trabajar a más ritmo”. Una vuelta al ruedo que, por supuesto, ha llegado acompañada de “las medidas que marca el gobierno”.

“Por primera vez he podido ver 'Killing Eve' antes de doblarla”

El cierre de los estudios tuvo consecuencias directas sobre sus trabajadores, como es el caso de Ana María Marí, voz habitual de Sofía Vergara, Charlize Theron, Sandra Oh y Kristin Davis, que en el inicio de la cuarentena tenía pendiente los tres últimos capítulos de Modern Family, Mom, NCIS: Nueva Orleans y la tercera temporada de Killing Eve, que ha sido una de las ficciones que se han estrenado respetando las fechas previstas sin contar con la versión doblada. Para ella, la circunstancia ha tenido como ventaja que “por primera vez he podido ver la serie antes de hacerla. He doblado con el capítulo visto, algo que normalmente no hacemos”.

Su compañera Ana Ángeles García, voz de Kirstie Alley, Christine Baranski y Jane Lynch, lo vivió con más sorpresa; y decidió “no ver” Killing Eve ni The Good Fight, “confiaba en que esperarían a que terminara todo esto y luego doblaríamos, pero no ha sido así”. Las plataformas no contactaron con ellos para contarles la situación, algo que Moreno entiende que “no tienen necesidad de hacer. Los clientes tomas las decisiones que creen que deben para lograr su mejor funcionamiento”. Sin embargo, el que se estrenaran o no los episodios no ha variado su trabajo en la vuelta. Una vez se reabrieron los estudios, se han retomado los proyectos en el punto exacto en el que se dejaron, independientemente de si se han emitido o no.

“Este primer momento es una bendición, porque todo el trabajo que teníamos empezado lo tenemos que terminar”, comparte Marí, pero tampoco estaba claro que fuera a ser así. García, que fue además la primera azafata del Un, dos, tres... responda otra vez, reconoce que “tenía mis miedos. A lo mejor comprobando que la gente estaba viendo más o menos el contenido en versión original, decidían ahorrarse el doblaje”. Pero sus temores no se han cumplido y ha reanudado su tarea, “con unas medidas impresionantes. Al principio fue una sensación de locura, pero me estoy acostumbrando”. Agradecida reconoce que “es lo que hay y gracias a ellas, podemos trabajar”.

“No ha habido medidas específicas, como nunca tenemos”

No obstante, la peor parte se la han llevado los compañeros que no habían comenzado ningún proyecto. “No hemos tenido más apoyo que el que cualquier español medio haya podido tener”, aclara Moreno, “poder acceder al paro el que todavía tenía paro”. Según expone, “esta profesión es intermitente y hay gente que utiliza el paro a lo largo del año para aguantar los momentos de vacas flacas”. Además, “no somos trabajadores indefinidos, ni autónomos, ni trabajamos para una empresa concreta por lo que no ha habido ERTE para nosotros, salvo casos muy muy concretos”. En definitiva, “medidas específicas para el sector del doblaje no hemos tenido, como nunca tenemos”.

“Trabajamos pendiente de un teléfono”, añade García, que pone el foco también en los actores de doblaje que son personas de riesgo, como ella que tiene 69 años y aun así ha decidido volver a trabajar. “Hay otros compañeros que se han negado a trabajar por miedo” revela. Para este grupo, como apunta Moreno, se están utilizando “soluciones puntuales y extraordinarias sobre el teletrabajo”, aunque asegura que el ejercicio de su profesión “no se puede realizar desde casa”.

“Los primeros quince días tuve miedo”

La 'nueva normalidad' en el sector ha llegado acompañada de medidas que parece que van a quedarse. “Éramos un vector de contagio de manual, a veces trabajamos en tres o cuatro estudios al día”, expone Marí, “hemos tenido una suerte tremenda porque sí que ha habido algún contagio antes del cierre, pero teníamos circunstancias para que nos infectáramos tropecientos”. Llevar mascarilla salvo en el momento de grabar, dejar periodos de ventilación entre intérprete e intérprete, estar una única persona en la sala de grabación son algunas de las medidas tomadas aunque, como reconoce Marí, son conscientes de que “el sellado perfecto es imposible”.

“Cuando hablas, ríes, gritas y cantas sale microsaliva de la boca, es inevitable”, argumenta Marí sobre una realidad de la que no era tan consciente hasta ahora; y motivo por el que atriles y micrófonos son desinfectados. Los habituales guiones en papel se han sustituido por tablets o la proyección del texto de cada escena acompañando a la imagen. “Al principio vas mucho más lenta”, reconoce García que lleva años ligada a The Good Wife y The Good Fight, pero “semana a semana veo que todo está más normalizado”.

Los tiempos de producción son los que parece haberse visto más afectados, por lo que Moreno pide a “clientes y espectadores que tengan paciencia. Ahora hay un trabajo acumulado que estamos intentando sacar de la mejor forma posible, un overbooking, pero dentro de dos, tres, seis meses, vamos a tener un parón”.

“El gran reto viene ahora”

Aunque los meses de cuarentena parecen cada vez una realidad más lejana, sus consecuencias están lejos de haberse sufrido y superado ya. Es más, en su caso, como afirma Marí, “el gran reto viene ahora, cuando terminemos el trabajo que teníamos que haber hecho estos meses, y empecemos a sufrir el parón de los rodajes y de todo el mundo audiovisual”. “Cuando llegue el momento en el que tendrían que nutrirnos con nuevos capítulos rodados”, añade, “no los vamos a tener”.

“Tendremos un parón de trabajo que seguramente nos afectará”, insiste Moreno. “Habrá que tener paciencia porque van a venir vacas flacas para todos”, declara Marí, quien explica que “quien maneja la mayor parte de nuestro trabajo son los rodajes de Estados Unidos”, pero confía en no darlo todo por perdido o pospuesto, dado que “Netflix, que ha sido la reina de la pandemia por visualizaciones, afortunadamente trabaja con muchísimo material europeo”. “La incógnita la tenemos, la incertidumbre también, pero pienso que será circunstancial”, reflexiona.

El excepcional estreno de contenido sin doblar, podría haber abierto el debate sobre si realmente es o no necesario, una discusión que para Moreno está “obsoleta”. Y explica por qué: “Lo único que aporta doblar una serie o película, y los dueños de los productos lo tienen claro, es valor añadido a esa obra porque consigue universalizarla. Consigue que cualquiera pueda acceder a ella y que el idioma nunca sea una barrera”. Es más, realiza el recorrido inverso para traer a la palestra cómo ejemplos españoles como La casa de papel y Élite entre otras muchas ficciones, que “gracias a que se están doblando en Estados Unidos, han conseguido la repercusión mundial que han tenido”.

García agradece los mensajes que ha recibido durante la cuarentena de “gente deseando que doblásemos Killing Eve”, y tiene claro que “el doblaje tiene que estar ahí, sobre todo para una generación como la mía”. Igualmente para “los que están acostumbrados a la voz de siempre”. Marí coincide y es optimista alegando que “pase lo que pase en el mundo, que nadie sabe qué va a pasar, tenemos asegurado que antes o después seguiremos trabajando”.

En comparación con intérpretes de otras disciplinas artísticas como actores de teatro y bailarines, comenta que en su sector, “al entrar por las televisiones de los hogares, seguiremos currando”. Y en ese sentido, “se reinventarán maneras de rodar, pueden hasta cambiar las temáticas de las series, pero no imagino un mundo sin contenido audiovisual”. Así, aunque adaptándose a las nueva forma de trabajar, Moreno concluye que “la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia del doblaje”.

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