Entrevista VERTELE

Diego Carcedo, presidente del Comité de Expertos: “No siento dependencia de ningún partido, incluido el PSOE que me ha propuesto”

Diego Carcedo

Carmen Moraga

El presidente y portavoz del Comité de Expertos, órgano encargado de evaluar las precandidaturas que se han presentado para ocupar cada uno de los 10 puestos -uno de ellos como presidente- del Consejo de Administración de RTVE, explica a VERTELE cómo afronta la tarea que le han encomendado.

Asegura que a pesar de haber sido propuesto por el PSOE para formar parte de comité no siente “ninguna dependencia ni ninguna obligación” hacía ningún partido político y que ese es el espíritu que presupone en el resto de los miembros de este órgano que ha empezado este viernes a trabajar en el Congreso en el concurso público de RTVE.

Ha habido más de un centenar de precandidaturas al concurso inscritas en los registros del Congreso y el Senado. ¿A qué achaca tanto interés por sentarse en el Consejo de Administración de RTVE?

Realmente no esperábamos tantas, pero lo comprendo perfectamente. Los tiempos están mal y conseguir un puesto de trabajo es difícil. Esto no es exactamente una oposición, pero como en cualquier oposición vemos que se presentan muchos aspirantes. La idea de una aportación social a un servicio público como es RTVE es muy tentadora para muchas personas, para profesionales de todo tipo no solo del periodismo o de la imagen.

¿Los consejeros tendrán un sueldo? ¿No seguirán cobrando solo dietas?

No lo sé. Ese es un asunto que no nos incumbe a nosotros, al comité de expertos. Nuestra función es valorar la idoneidad de los aspirantes para esos puestos.

El anterior presidente cobraba cerca de 200.000 euros anuales, no sé si a usted le parece razonable ese sueldo para un ente público que ha arrastrado tanta deuda.

No sé si eso es verdad porque yo no he sido nunca presidente. Y tampoco me corresponde a mí ni al comité de expertos fijar los salarios de los directivos. Pero a titulo personal creo que un puesto como ese, por su responsabilidad, tiene que estar bien remunerado. Si queremos tener buenos profesionales al frente de la televisión pública lo que hay que hacer es pagarles adecuadamente. Los profesionales que sean elegidos tienen derecho, en mi opinión, a recibir un salario adecuado.

Los candidatos se quejaban de que tuvieron que presentar sus candidaturas sin saber qué se iba a valorar más en el baremo. ¿No hubiera sido mejor que lo hubieran decidido y publicado antes?

Realmente no conozco que haya habido ninguna de esas quejas ni comentarios. Nosotros, los miembros del comité, nos atenemos a lo que dice la resolución, la ley. Esos baremos estarán en función de los siete puntos que estipula la resolución y sobre ese particular los estableceremos.

¿El proyecto será lo que más puntúe para los que aspiran a ser presidentes?

Contará bastante pero también contaran otros muchos aspectos que aparecen en la resolución.

Hay cierto escepticismo sobre que el concurso pueda ser totalmente apolítico, teniendo en cuenta que los expertos han sido nombrados por los partidos, que luego decide la comisión de nombramientos y por último, el Parlamento.¿Entiende estas dudas sobre el proceso?

Solo puedo darle mi opinión personal. Y es que yo no siento ninguna dependencia ni ninguna obligación de ningún partido político, incluido el que me ha propuesto a mí [el PSOE]. Imagino que en esta misma actitud estarán los demás compañeros del comité. Estoy seguro de que son muy responsables con la misión que nos han encomendado y que afrontaremos nuestro trabajo con la mayor honestidad de la que seamos capaces.

¿Han recibido alguna instrucción o presiones por parte de los partidos para filtrar las candidaturas?

Desde luego yo no, ninguna, de nadie. Es más, yo no conozco todavía las candidaturas, he visto en los periódicos algunos hombres pero sé que hay muchos más que han venido circulando y no les prestado demasiada atención. Estoy esperando a que la comisión revise los dossieres y considere si responden a las exigencias de la convocatoria. Y es entonces cuando nos las pasarán a nosotros para que empecemos a trabajar.

¿Tampoco ha recibido llamadas de ninguno de los aspirantes?

Recibí unas cuantos whatsapp y llamadas telefónicas y a todos les dije que yo de eso no hablo. Soy solo uno de los 17 miembros del comité elegidos para este asunto. Y no hablo con ningún aspirante ni con ningún defensor del aspirante. Los que me enviaron whatsapps son personas que simplemente me dicen que han presentado a esto. ¿Y qué quieren que les diga? Que me parece muy bien, no tengo nada en contra de nadie que se haya presentado.

El único caso que me pareció lamentable es el de un anónimo que me envió un correo dándome acuse de su queja furibunda contra un nombre que según él se había presentado. No sé si era cierto o no porque borré el correo inmediatamente. Y a esa persona que se tomó esa libertad de mandármelo, por supuesto, no la he contestado.

¿De quién se quejaba, si puede saberse?

No se puede saber, entre otras cosas porque no me quedé con el nombre para nada, pero es que, además, no me resultaba conocido. Y si me acordase, tampoco se lo iba a decir.

Dicen que evaluarán las candidaturas bajo el anonimato, pero es difícil de entender cómo se puede hacer esto si tienen que evaluar la trayectoria profesional de los candidatos. Evidentemente, al leer sus CV sabrán de quién se trata.

Entiendo que es difícil pero habrá que encontrar fórmulas. Nuestra idea es que los dossieres se entreguen con un número y que podamos responder a ellos en función del número y no del nombre.

¿Cómo se puede garantizar que las decisiones no serán políticas en el comité de expertos cuando hay miembros del propio comité que actualmente están en la dirección de RTVE nombrados por el PP?

No puedo juzgar a los demás. Personalmente voy a actuar con la mayor independencia, al margen de quiénes sean los candidatos, sean amigos o no, sean conocidos o no, pensando en RTVE, en una empresa que todos tenemos que intentar sacar adelante. Y quiero creer que todos van a actuar con mi propia mentalidad, no tengo por qué dudar de los demás.

Los más críticos señalan que todo esto volverá a concluir en un reparto de sillas entre los grandes partidos. ¿El hecho de la nueva cúpula vaya a elegir por concurso público garantiza que se acabarán de verdad las injerencias políticas?

Debería. Eso es muy importante y es lo que pretendemos todos y lo que está intentando la administradora única de RTVE. Pero si después el objetivo se consigue o no, pues no lo sé. No quiero hacer futurismo pero de partida veo buena voluntad y la aportación del comité irá en esa dirección.

Con toda sinceridad, usted que conoce bien la casa, ¿tiene arreglo RTVE?

Por supuesto que sí. Estoy convencido que sí RTVE funcionó muy bien en diferentes etapas y en diferentes momentos tiene futuro porque es necesaria una radiotelevisión pública que preste todos los servicios que la sociedad demanda y los ofrezca con la máxima independencia y profesionalidad.

Nuestra misión es valorar la idoneidad de los candidatos. Lo que puedo garantizar es que el comité no señalará favoritos. Entregaremos a la mesa la lista con las puntuaciones y las valoraciones que se estimen oportunas y después los diputados que sean los que decidan, que son los que tienen esa capacidad.

¿Podría haberse evitado el decreto del Gobierno?

Es que llegó a una situación límite. Se han producido aquí muchos desencuentros y desavenencias. Pero prefiero no recordar el pasado y poner la vista en el futuro. Se ha encontrado al final un camino y espero que funcione y siga adelante.

Hubo un baile de nombres que al final se frustraron para presidir RTVE y después varias votaciones fallidas para elegir a los consejeros. ¿Qué le ha parecido a usted todo ese espectáculo?

Pues un espectáculo, como bien dice, que hubiera preferido que no se hubiese producido pero que a la vez demuestra que vivimos en una democracia. Y los resortes de la democracia funcionan a veces para bien y a veces para mal. Probablemente en algunos momentos tendría que haber habido una mayor capacidad de diálogo y negociación entre los responsables políticos pero a veces estas cosas tienen sus complicaciones.

Yo lo que lamento es que eso haya producido una mala imagen entre los ciudadanos. Me da pena pero no me siento responsable y como portavoz del comité, intentaré que nuestro trabajo no deje en el ambiente esa mala imagen, al contrario.

El nombramiento de Rosa María Mateo como administradora provisional única ha tenido buena acogida dentro de la casa pero no entre todos los partidos políticos. El PP y Ciudadanos insisten en que es un “dedazo” de Pedro Sánchez avalado por sus socios populistas y separatistas.

No voy a pronunciarme sobre lo que opinen los partidos políticos, que son muy libres de opinar sobre cualquier decisión que tome el Gobierno. Pero Rosa María Mateo es una persona muy emblemática en el ámbito de la comunicación y estoy seguro de que desempeñará esa función muy bien, y no es nada fácil desempeñarla.

Y sobre si hubo “dedazo” o no yo no me pronuncio, pero creo que se había llegado a una situación muy límite y que había que encontrarle una salida, que es además transitoria, porque es para unos pocos meses. Lo que era evidente es que mientras tanto no se podía dejar a una empresa de este volumen sin una cabeza responsable. Creo que en este sentido se ha actuado correctamente.

Lo importante es que los partido sean capaces de llegar a acuerdos y en este sentido que cada uno de ellos se mire en el espejo para ver si contribuyó a un entendimiento que evitase llegar a esa situación.

¿Qué le han parecido sus primeras decisiones, como el nombramiento de Begoña Alegria como directora de los Servicios Informativos de TVE, o de Paloma Zuriaga en la dirección de RNE?

No voy a opinar sobre las actuaciones de Rosa María, que la considero muy competente. Entiendo que tenía razones para hacerlo y para realizar estos nombramientos. Las personas que ha nombrado me parecen excelentes profesionales, capacitados para desempeñar esas funciones. Pero no voy a entrar a criticar nada de lo que ha encontrado Rosa María cuando se sentó en su despacho, ni sus decisiones. Si necesita que colabore, Rosa María sabe que cuenta con mi apoyo y las decisiones que tome también contarán con mi apoyo.

¿No le ha sorprendido el mantenimiento de Eladio Jareño como director de TVE?

Entiendo que Rosa María tendrá sus razones. Yo respeto sus decisiones. No hablé con ella y no le pregunté. Yo la admiro muchísimo y la considero muy valiosa, lo repito.

¿Cree que en los pocos meses que durará su mandato a Mateo le va a dar tiempo a cambiar muchas más cosas? ¿Debería esperar a que sea nombrado el nuevo presidente y el nuevo consejo?

Realmente no va a tener tiempo para cambiar muchas cosas en tres, cuatro o cinco meses, que va a durar su mandato. Además, hay por medio un mes como el de agosto, en el que está mucha gente de vacaciones y no se puede hacer prácticamente nada. Y, en segundo lugar, encontrará otras cosas que ya están hechas y que son irreversibles. La programación de los próximos meses ya está perfectamente diseñada, de modo que no podrá hacer grandes cosas.

Yo me refería a si no debería esperar para otras cuestiones de mayor calado a que llegue la nueva cúpula.

Bueno, su cargo tiene carácter de provisionalidad y quiénes realmente tendrán que afrontar, no sé si de cambios más profundos, pues serán los nuevos responsables que están en proceso de selección. Pero yo estoy convencido de que ella hará todo lo que pueda para que en cosas que son importantes cambiarlas cuanto antes para que RTVE mejore. Todo no podrá. Si me pregunta si debe hacer una revolución del cien por cien yo le diría que poco a poco, con calma. Lo que importa es hacer las cosas bien y de momento todo lo que ha hecho yo lo veo bien.

¿Sería capaz de decirme algo bueno que recuerde de José Antonio Sánchez como presidente de RTVE?

No voy a hacer ni críticas ni comentarios sobre los responsables que ahora mismo han cesado. José Antonio Sánchez seguramente hizo lo que él estimó que era lo conveniente o era lo mejor. Eso no significa que estuviera siempre de acuerdo con sus actuaciones y decisiones. Pero tampoco creo que yo sea nadie para criticarlas ahora.

¿Pero no cree que estaban justificados los viernes negros de los trabajadores?

Respeto mucho a los trabajadores de la casa. He sido durante mucho tiempo uno de ellos y me considero una parte. Cuando tomaron esa iniciativa y esa forma de expresarse tenían razones y entiendo que lo hayan hecho. Y, además, lo han hecho de una forma pacífica, civilizada y demostrando que lo que pretenden demandar es que el funcionamiento de la radiotelevisión pública, y concretamente la oferta informativa, sea cada vez mejor y más independiente.

Ojalá que no tengan que volver a esos viernes y acertemos todos, los miembros del comité los parlamentarios y los propios consejeros que sean elegidos y nombrados para que eso no vuelva a ocurrir.

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